Biden realiza visita sorpresa a Ucrania, en su mayor desafío a Putin
El Presidente de Estados Unidos llegó el lunes a la capital ucraniana y se reunió con el Presidente Zelensky. Anunció otros US$ 500 millones de ayuda adicional, un nuevo paquete en el que están incluidas armas de largo alcance e incluso otro tipo de armamento que "no se ha suministrado antes".
A cuatro días de que se cumpla el primer aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó una visita no anunciada a Kiev el lunes, en un claro desafío al mandatario ruso, Vladimir Putin, y en una muestra de solidaridad con el Presidente ucraniano, Volodimyr Zelensky.
La visita, la primera de Biden y la primera de un Presidente estadounidense en ejercicio desde George W. Bush en 2008, fue un secreto muy bien guardado. Los funcionarios de la Casa Blanca describieron el inesperado viaje como “sin precedentes en los tiempos modernos”.
Esto, porque a diferencia de los viajes presidenciales anteriores a zonas de guerra, como Irak o Afganistán, el Ejército estadounidense no controla la infraestructura o la situación de seguridad sobre el terreno en Ucrania, señalaron funcionarios a Wall Street Journal.
Y a pesar de la especulación generalizada entre el cuerpo de prensa de que Biden podría estar planeando un viaje a Ucrania mientras estaba en Polonia, la visita tomó a todos completamente por sorpresa.
“Si bien el viaje del presidente es una señal para Moscú del compromiso de la administración Biden de ayudar a Ucrania, también es una demostración para los votantes estadounidenses en casa”, escribió la BBC.
En declaraciones conjuntas con Zelensky en el Palacio Mariinsky, Biden hizo hincapié en la resistencia de Ucrania y abogó por que el mundo siga invirtiendo en el apoyo a Ucrania en el conflicto contra Rusia.
“Mientras el mundo se prepara para conmemorar el primer aniversario de la brutal invasión rusa de Ucrania, estoy hoy en Kiev para reunirme con el Presidente Zelenski” para “reafirmar nuestro compromiso inquebrantable con la democracia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”, indicó el mandatario.
En estos momentos, Kiev se encuentra bajo un estricto dispositivo de seguridad. Esta visita, tal y como ya sugirió la semana pasada Zelensky, es una muestra clara del compromiso en esta guerra de Estados Unidos, que es hasta ahora el mayor soporte financiero y militar del que dispone Ucrania para enfrentarse a Rusia.
“Este es un momento de apoyo importante para Ucrania”, destacó Zelensky tras la llegada de Biden. “Hemos tenido una conversación que realmente nos acerca a ganar esta guerra juntos. Podemos y debemos hacer de este 2023 el año de la victoria”, añadió.
Biden anunció otros US$ 500 millones de ayuda adicional, un nuevo paquete en el que están incluidas armas de largo alcance e incluso otro tipo de armamento que “no se ha suministrado antes”. Al mismo tiempo, ha anunciado a partir de esta semana nuevas sanciones contra las élites y las empresas que ayudan a la “maquinaria de guerra de Rusia”.
El Presidente de Estados Unidos celebró el hecho de que Putin creyera al iniciar la invasión que Ucrania sería “débil” y que no contaría con el apoyo de un occidente dividido. “Pensó que nos podría sobrepasar a nosotros, pero estaba totalmente equivocado”, sostuvo.
El diario The New York Times indicó que la guerra en Ucrania tiene que ver con el poder y el principio de la soberanía territorial, y también con la sobrevivencia del orden global diseñado por Occidente que los estadounidenses pensaron que prevalecería durante décadas a los nuevos desafíos de Moscú y Beijing. Pero es cada vez más una competencia entre dos envejecidos combatientes de la Guerra Fría, uno de 70 años y otro que acaba de cumplir 80, que se han estado dando vueltas durante años y ahora están involucrados en todo menos en una batalla directa.
El martes, las visiones del mundo muy diferentes de estos dos líderes se harán evidentes en un raro momento de pantalla dividida, indicó The New York Times. Ambos pronunciarán discursos, con varias horas y 1.287 kilómetros de diferencia, prometiendo seguir en la guerra hasta que el otro se retire. Putin irá primero, conmemorando el primer aniversario de su infortunada invasión, con lo que, según todos los indicios, será una renovación de una estrategia que ya ha provocado 200.000 bajas rusas, según estimaciones británicas y estadounidenses, y tantas como 60.000 rusos muertos.
Putin volverá a argumentar que no solo está salvando a Ucrania del “nazismo”, sino que está salvando a la propia Rusia de ser invadida por la OTAN, una afirmación que parece ridícula para los europeos pero que se ha convertido en un grito de guerra en Moscú, agregó el diario.
Un viaje secreto
El viaje de Biden a Kiev tomó meses en ser planificado debido a las implicancias de seguridad que tiene realizar estas visitas en tiempos de guerra, dijeron funcionarios de la Casa Blanca a los periodistas, según citó The Washington Post. Biden tomó la decisión final de viajar el viernes, añadieron.
El mandatario, indicó la BBC, tenía programado volar desde Estados Unidos a Varsovia el lunes por la noche, para un viaje de dos días. Sin embargo, el cronograma anticipado tenía dos brechas sospechosamente largas en su itinerario, y muchos se preguntaron si sería entonces cuando viajaría a Ucrania.
El Air Force One partió de la Base Conjunta Andrews a las 4:15 a.m. (6.15 horas de Chile), según indicó el periódico. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, la jefa adjunta de gabinete, Jen O’Malley Dillon, y la directora de operaciones de la Oficina Oval, Annie Tomasini, acompañaron a Biden.
En algún momento, varias horas antes de la partida de Biden, la Casa Blanca notificó a Rusia, no como una cortesía diplomática, sino tal como lo indicó el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan: “Propósitos de distensión”. Es decir, para evitar un ataque ruso, accidental o de otra manera. “No entraré en detalles sobre cómo respondieron o cuál fue la naturaleza precisa de nuestro mensaje, pero puedo confirmar que proporcionamos ese aviso”, dijo Sullivan.
Solo dos periodistas pudieron viajar con el presidente, indicó la BBC. Hicieron juramento de secreto y les quitaron sus teléfonos móviles. No se les permitió informar sobre la visita hasta que Biden llegó a Kiev.
El mandatario llegó a la capital ucraniana a las 8 a.m. hora local. Llevaba una corbata a rayas azules y amarillas, los colores de la bandera de Ucrania, y fue recibido a su llegada por la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget A. Brink.
“Es bueno estar de vuelta en Kiev”, declaró Biden cuando fue recibido por Brink.
Esta es la octava vez que Biden visita la ciudad, dijo el presidente a un reportero del grupo.
Biden viajó al Palacio Mariinsky, la residencia oficial del Presidente de Ucrania en Kiev, y llegó alrededor de las 8:30 a.m. Fue recibido en la entrada por Zelensky y la primera dama, Olena Zelenska. En el palacio, Biden firmó un libro de visitas, se tomó fotos con Zelensky y saludó a funcionarios estadounidenses y ucranianos. Después de hablar con los periodistas, los líderes se reunieron en privado.
A las 11:19 a.m., Biden salió del palacio y viajó al Monasterio de las Cúpulas Doradas de San Miguel en Kiev, un lugar simbólico donde él y Zelensky dieron un paseo juntos mientras los fotógrafos y los transeúntes capturaban el momento.
Biden y Zelensky entraron brevemente en la iglesia. Las sirenas antiaéreas sonaron cuando se fueron. La caravana presidencial partió de ese lugar a las 11:40 a.m., luego de que Biden y Zelensky depositaran una ofrenda floral en un monumento a los muertos en los combates con Rusia desde 2014.
Biden luego viajó a la Embajada de los Estados Unidos en Kiev, donde llegó alrededor del mediodía. La caravana partió unos 45 minutos después.
“La visita llega en un momento crucial a medida que la guerra se acerca a su primer aniversario el 24 de febrero. Rusia está intensificando una ofensiva en el este y los funcionarios ucranianos se preparan para otros importantes movimientos. Al mismo tiempo, Biden busca mantener una alianza liderada por Estados Unidos detrás de Ucrania y reforzar el apoyo público en el país para continuar con la ayuda a Kiev”, indicó The Wall Street Journal.
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