Boric sube el tono contra la oposición ante nueva arremetida contra Jackson y profundiza molestia en la derecha
El Mandatario llamó a la derecha a sincerar si la nueva acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social no es más que otra ofensiva para "trabar" eventuales acuerdos, por ejemplo, en materia de pensiones. En Chile Vamos y en republicanos no cayeron bien sus dichos.
“El alcalde decía algo que es importante, decía ‘tenemos que trabajar unidos para estas cosas’... Cuénteselo a su coalición, pues, alcalde, cuénteselo a su coalición”.
La frase es del Presidente Gabriel Boric y se la dijo este miércoles al jefe comunal de Puente Alto, Germán Codina (UDI), en el marco de la presentación del nuevo trazado de la Línea 9 del Metro. Las palabras del Mandatario serían su gancho para ahondar en la contingencia e instalar de manera definitiva la respuesta de su gobierno al anuncio que el martes hizo la bancada del Partido Republicano, que decidió presentar una segunda acusación constitucional en contra del ministro Giorgio Jackson (Desarrollo Social).
El sector busca que sea el secretario de Estado quien asuma la responsabilidad política del gobierno ante el lío de platas en que el Ministerio Público investiga delitos de corrupción en 11 regiones del país y en 19 causas distintas.
El Jefe de Estado se refirió en duros términos a toda la oposición y cuestionó que la herramienta de la acusación constitucional se utilice cuando no existe mérito jurídico. Y fue más allá: acusó a ese sector de levantar esta ofensiva como una forma de seguir paralizando eventuales acuerdos en materia de pensiones o pacto fiscal.
“Las acusaciones constitucionales son parte legítima de las atribuciones que tiene el Parlamento, pero las acusaciones constitucionales tienen que tener sustento jurídico y no ir inventándose sobre la marcha. En este caso, creo que sería más transparente decir que hay ciertos sectores de la política chilena que van a hacer todo lo posible por trabar y evitar que el gobierno saque adelante sus reformas. Y que lo digan públicamente”, dijo el Mandatario, agregando que han sido invitados en varias instancias a sentarse a la mesa y solo han dado “excusas” para no avanzar en consensos.
El Mandatario ahondó en sus dichos y aseguró que lo que hace la derecha es perjudicar a las personas. “Lo que exigimos es que las acusaciones no se hagan al voleo, las acusaciones que se hacen se tienen que hacer de manera seria y, en particular, cuando se imputan delitos, tiene que hacerse de manera fundamentada y ante las instancias que corresponden. Nuestro gobierno va a trabajar en conjunto con Contraloría, con Fiscalía, con la Justicia y todas las instancias que correspondan para elevar los estándares de probidad, porque al final los que sufren con estas peleas o con estos sinvergüenzas, con los sinvergüenzas que dentro de nuestro gobierno también han aparecido, las que sufren son las personas. Y eso no lo vamos a tolerar”, agregó.
Los dichos del Presidente apuntaron, según explican en el gobierno, más que a una defensa directa del ministro de Desarrollo Social -cuya permanencia en el gabinete ha sido cuestionada tanto en el oficialismo como en la oposición-, a una constatación de la lectura del cuadro actual en La Moneda: que el Partido Republicano está buscando tensionar a tal punto el clima político, que ningún acuerdo del gobierno con sectores como la UDI, RN y Evópoli pueda flotar.
Por eso, señalan en Palacio, el Mandatario fue claro en destacar la necesidad de acuerdos. Pero también, según las mismas fuentes, porque el gobierno considera que ofensiva opositora fue mal calculada. Cuestionan el timing -la otra semana es distrital- y también el hecho de que no hayan socializado antes la ofensiva, lo que les ha abierto ya tensiones con el resto del sector.
Los dichos del Presidente llamaron la atención en sectores del oficialismo, desde donde señalan que las señales no están pavimentando el camino a los acuerdos que hoy más que nunca parece necesitar el gobierno. En los partidos hay una sensación de pesimismo respecto del cuadro actual, de cómo se ha manejado la crisis por los convenios y por el “inmovilismo” respecto a posibles ajustes ministeriales.
En todo caso, no es la primera vez que por estos días el Mandatario sube el tono con la oposición. En su gira por Europa, a inicios de julio, los acusó directamente de estar intentando desestabilizar su administración, mientras que en la cadena nacional -en que anunció los nuevos términos del pacto fiscal-, acusó que “hubo un sector de la política que desgraciadamente nunca quiso sentarse a la mesa a encontrar un acuerdo por el bien de Chile. Ustedes saben bien quiénes son”.
Las reacciones en la oposición
En la oposición vieron con molestia las declaraciones de Boric. Primero porque existe una crítica de que siga manteniendo a Jackson en el gabinete, en circunstancias de que, a juicio de la derecha, es uno de los ministros más vinculados al caso de los convenios, lo que hace insostenible su permanencia.
En Chile Vamos retrucan que han sido una oposición “constructiva”, a diferencia de lo que hizo Apruebo Dignidad durante el gobierno de Sebastián Piñera. En esa línea, responden que han participado de instancias de diálogo con La Moneda, como la mesa de seguridad o la de pensiones, pero que ha sido el propio Ejecutivo el que ha puesto término abrupto a estas. Por ejemplo, la primera, con el anuncio de los polémicos indultos a los detenidos en el marco del estallido social.
En esa línea, otros creen que el gobierno se está aprovechando y está trasladando la discusión en torno a cuestionar a la oposición, como estrategia para evitar que se siga hablando del lío de platas.
El presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, dijo que “el Presidente parece que sigue sin reparar en que el problema está en La Moneda, no en la oposición. Por la corrupción y por las reformas que quiere imponer, que son malas y rechazadas por los chilenos. No estamos disponibles para entregarle más recursos a un gobierno que no da garantías de su buen uso, ni toma decisiones frente a un fraude multimillonario”.
Mientras que en RN su timonel Francisco Chahuán recalcó que “parece que el Presidente o no está coordinado con sus ministros, o no hay conducción. Nosotros hemos estado siempre disponibles a sacar la reforma previsional. Yo soy parte de los que están trabajando en sacar adelante la reforma de la salud. Con el ministro de Hacienda hemos estado en permanente contacto. Parece que el Presidente no está informado. Presidente, infórmese, pareciera que usted no conduce, no lidera o no sabe lo que pasa en sus carteras. Tiene un déficit de gestión”.
Por su parte, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, señaló que “insistir en las reformas estructurales es negarse a aceptar la gravedad de la crisis por la que atraviesa el gobierno. ¿Quién podría en su sano juicio estar disponible para que las actuales autoridades administren un peso adicional proveniente del bolsillo de los chilenos?”.
En la derecha, en todo caso, apuestan a seguir arremetiendo contra La Moneda, en medio del quiebre en los diálogos en materia de pensiones y pacto fiscal y también con la acusación constitucional.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.