Cómo la arremetida contra Pérez desordenó a la derecha y tensionó las negociaciones por la presidencia de la Cámara

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Los diputados Jorge Alessandri (UDI), Frank Sauerbaum (RN) y Agustín Romero (Republicanos).

Luego de que la UDI retirara la censura contra la vicepresidenta de la corporación, en RN y republicanos deslizaron que el gremialismo buscó hacer un gesto al oficialismo para que uno de los suyos lidere la testera. El tema generó una disputa en la oposición y obligó al partido liderado por Javier Macaya a desplegarse para contener las críticas.


“Nosotros somos bastante claros en estas cosas y no entendemos cómo pueden ellos haber bajado esta censura (...) Nosotros lamentamos que la UDI no tenga la valentía, que la UDI no tenga la decisión para defender las convicciones hasta el fin, y eso es lo que le falta a Chile, por eso sólo queda el Partido Republicano”.

Esas fueron parte de las declaraciones que realizó este martes el subjefe de bancada de los republicanos, Agustín Romero, en un punto de prensa que tuvo un claro objetivo: cuestionar la decisión de la UDI de bajar la censura en contra de la diputada RD Catalina Pérez, acción con la cual se ponía en jaque a toda la mesa liderada por Vlado Mirosevic (PL).

La UDI había interpuesto la acción tras conocerse que una fundación ligada a la pareja de Pérez suscribió un convenio de recepción de $ 426 millones con el Serviu de Antofagasta.

El malestar de los republicanos también se extendió a RN, que lamentó que sus socios de Chile Vamos hayan depuesto la ofensiva. Esto, luego de que el martes, en el cuarto piso de la Cámara de Diputadas y Diputados, los diputados UDI Jorge Alessandri y Guillermo Ramírez se reunieran con Mirosevic y Pérez. Tras esa cita, la diputada RD anunció que “suspendía” sus funciones como vicepresidenta de la mesa -figura legal que no existe en el reglamento, pues solo se puede renunciar-, y luego la UDI bajó la censura.

Así, la decisión generó profunda molestia dentro de la derecha y abrió una tensión al interior de Chile Vamos y con republicanos de cara a lo que será la renovación de la mesa, en una votación que tendrá lugar este próximo 12 de julio.

En esos partidos se generó un clima de sospecha, donde acusan al gremialismo de bajar la censura para hacerle un guiño al oficialismo, a cambio de negociar que uno de los suyos pueda liderar la mesa de la corporación. En el sector apuntan a Alessandri como uno de los principales interesados en abrir las negociaciones con el Ejecutivo, porque dicen que él tiene interés en ser presidente de la testera.

Esto, sostienen, en un escenario en que las conversaciones en la derecha apuntan a construir un pacto administrativo similar al último, en que Chile Vamos se unió al Partido Republicano y convocaron a sectores de centro como los ex DC y el PDG.

En esa línea, el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, cuestionó la decisión de la UDI. “A nosotros nos cuesta entender el retiro de la censura, pero el acuerdo administrativo que RN ha definido tomar va desde republicanos a los sectores de centro y no hay ni una conversación con el gobierno o partidos que hoy día apoyan al gobierno, ni la DC, ni el PS, ni el PPD se han acercado a hablar con nosotros, nosotros no tenemos disposición a llegar a un acuerdo con ellos”, indicó.

La derecha, en todo caso, se dividió en el tema. Algunos legisladores de Chile Vamos, más allá de la UDI, apoyaron la idea de bajar la censura como un gesto al oficialismo para abrir un espacio de negociación que le dé al sector la presidencia de la Cámara Baja. En esa postura, dicen fuentes de la oposición, estaban los diputados RN Diego Schalper y Andrés Longton.

Catalina Pérez en conferencia de prensa en la Cámara de Diputados.
La diputada Catalina Pérez. Foto: Pablo Ovalle Isasmedi / Agencia Uno.

Pero más allá de eso, en republicanos dicen que las confianzas están quebradas con la UDI, pues afirman que como oposición “quedaron en ridículo” por haber bajado la censura a cambio de una “suspensión”, que en términos legales no significa nada en la corporación. En esa línea es que en la colectividad fundada por José Antonio Kast mencionaban que ellos no presentaron la acción, porque “confiaron en la UDI”.

Entre ambos partidos, de hecho, hubo enfrentamientos por redes sociales. El diputado Ramírez, por ejemplo, respondió a los emplazamientos del republicano Cristián Araya.

En medio de las desconfianzas y las sospechas de RN sobre la UDI, Ramírez y Alessandri hablaron con Sauerbaum para calmar los ánimos y explicar que no hubo ninguna segunda intención al bajar la censura.

En el partido liderado por Javier Macaya descartan tajantemente haber tenido una intención de negociar en paralelo la presidencia de la corporación y dicen que fue un éxito haber logrado que Pérez se fuera del cargo, porque en la práctica una suspensión también significa una renuncia.

En todo caso, la arremetida de la derecha en contra de Pérez continuará por vía judicial: la UDI y el Partido Republicano impulsarán querellas criminales para que se investigue el asunto. También solicitarán -al igual que RN- que el Consejo de Defensa del Estado se haga parte y presentarán un requerimiento a la Contraloría.

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