Dólar sube otros $14 y economistas alertan por riesgos para la inflación
La divisa llegó a $869,75 la jornada de este miércoles, lo que implica una subida de $14,25 con respecto al cierre del lunes. De esta manera, cerró en su mayor nivel desde el 26 de diciembre del año pasado y acumula un alza de $30 en lo que va de agosto. En cuanto al incremento de $10 del pasaje del transporte público, los expertos afirman que su impacto sería del orden de 0,01% y 0,02% en el IPC de septiembre, donde las previsiones se ubican entre 0,5% y 0,6%.
La inflación continuó en julio su trayectoria descendente, llegando a 6,5% anual. Y si bien las perspectivas apuntan a que seguirá esa senda a la baja, hay algunas nubes en el horizonte que podrían matizar ese camino que busca que la variación de los precios termine el año más cerca de 4%.
Si bien entre los economistas todavía no ven cambios en las proyecciones, sí prenden una luz de alerta. ¿Qué elementos explican esta mirada de los expertos? Primero, el repunte sostenido del dólar de las últimas semanas. De hecho, este miércoles la moneda norteamericana cerró con otra fuerte subida, en una jornada donde se conocieron las minutas de la Fed de EE.UU. (ver recuadro). Las débiles cifras desde China también pesaron en los mercados.
La divisa llegó a $869,75, lo que implica una subida de $14,25 con respecto al cierre del lunes. Con esto, el dólar cerró en su mayor nivel desde el 26 de diciembre del año pasado y acumula un alza de $30 en lo que va de agosto.
Al respecto, los resultados que se han conocido de China y la situación de Country Garden -otra gran compañía inmobiliaria- en el gigante asiático, están preocupando a los inversionistas. Pese a ello, el cobre cerró con una leve subida de 0,07%, a US$ 3,689 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
Otro factor que está detrás de la preocupación inflacionaria de los expertos es el incremento en los precios de alimentos internacionales. El índice de precios de los alimentos de la FAO registró en julio un promedio de 123,9 puntos, esto es, 1,5 puntos (un 1,3 %) más que en junio, pero se mantuvo 16,6 puntos (un 11,8 %) por debajo del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
El repunte del índice en ese mes obedeció a una firme subida del índice de precios de los aceites vegetales, que fue contrarrestada en parte por una disminución importante del índice de precios del azúcar, junto con un descenso reducido de los índices de precios de los cereales, los productos lácteos y la carne.
Y como tercer factor, pero marginal, está el alza de $10 que tendrá el pasaje del transporte público anunciado este miércoles por el gobierno y que comenzará a regir desde el domingo 20 de agosto.
Bajo este escenario, las expectativas de los economistas para el IPC de agosto se sitúan en torno a 0,3%, mientras que para septiembre la proyección es de entre 0,5% y 0,6%. De momento, en todo caso, las expectativas para el año se mantienen en torno a 4%.
Los alimentos
“Efectivamente observamos algunas presiones inflacionarias, sin embargo, creemos que aún no son tan relevantes como para cambiar las proyecciones de inflación. Por ejemplo, si bien el azúcar ha mostrado avances durante el 2023, otros alimentos como el arroz, maíz, trigo y soya han retrocedido de forma importante”, sostiene la socia y gerente de Estudios en Aurea Group, Natalia Aránguiz.
Felipe Ruiz, economista de BCI, añade que “los precios de alimentos y energía han vuelto a subir en lo reciente, que junto con el alza del tipo de cambio conllevaría alzas en la estimación de IPC de fin de año, que se ubicaría en torno a 4%”.
La divisa
Carolina Molinare, economista del OCEC-UDP, acota que “el escenario de mayor inflación para finales de 2023 sería un escenario válido, toda vez que se espera que el tipo de cambio se mantendrá por sobre los $840 por más tiempo”.
En ese sentido, Tomás Flores, economista de LyD, afirma que puede generar un cambio en la trayectoria esperada: “El efecto tipo de cambio sí puede alterar la trayectoria de inflación durante este segundo semestre y sólo la baja de algunos commodities, como el petróleo, debido al menor crecimiento chino, podría amortiguar este efecto, llevando a que el cierre de inflación del año sea algo mayor al 4.2% vigente actualmente”.
Sobre este punto, Aránguiz subraya que “tenemos una balanza comercial positiva que, si bien responde al fuerte enfriamiento de la economía chilena, nos permite tener un poco más de tolerancia con el tipo de cambio, al menos en el corto plazo”. Por ello, sostiene que “la aceleración del tipo de cambio en conjunto con la volatilidad observada, no tienen fundamento macrofinanciero y pueden responder a posiciones de inversionistas extranjeros”.
La economista destaca que “el Banco Central ha mostrado una posición activa, por ejemplo, con las declaraciones de la presidente Costa y el programa de operaciones especiales realizado durante esta semana. Es decir, creemos que el comportamiento del dólar de los últimos días es una anomalía que debiese ser temporal”.
Pasajes del transporte de pasajeros
Los expertos coinciden en que este impacto será acotado. Para Molinare, el alza del pasaje en el transporte público tendrá una incidencia mensual de 0,02 puntos porcentuales en el IPC de septiembre, lo que significa una variación mensual de 1,4% en el ítem de transporte multimodal para dicho mes, mostrando un efecto más bien contenido.
Misma visión entrega Ruiz, quien plantea que “el incremento en precios de transporte multimodal tendrá un efecto en precios, pero de segundo orden para el IPC. Ello podría impactar en septiembre con una incidencia entre 0,01puntos y 0,02 puntos”.
Rodrigo Cruz, economista de Banco Santander, puntualiza que “el alza de $10 en los pasajes tendría una incidencia algo menor a 0,02 puntos sobre el IPC en septiembre, dado que el INE toma estos precios a mediados de mes”. Cruz agrega que “ese incremento ya lo teníamos incluido en nuestras proyecciones, por lo que mantenemos nuestra visión de una inflación de 4,3% a diciembre”.
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