Este miércoles 10 de marzo, a las 13 horas, el exdiputado Hugo Gutiérrez debería conectarse a la audiencia virtual citada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago tras la querella declarada admisible y que fue presentada por 33 oficiales retirados de la Armada por el delito de injurias graves, luego que el otrora parlamentario señalara que dicha institución era una “asociación terrorista”. Pese a que todos los intervinientes están al tanto de esta audiencia, en que se podría llevar a cabo un juicio, el único que no ha podido ser notificado -hasta ahora- es justamente Gutiérrez.

Para lograrlo, se exhortó al Juzgado de Garantía de Iquique y hasta hoy ningún receptor judicial ha logrado dar con su paradero, ni en su domicilio particular ni en sus lugares de trabajo, como ha quedado constancia en las actas.

Consultado por La Tercera, el excongresista confirma que no asistirá, porque no se ha concretado el requisito legal que lo obliga a participar de esta instancia judicial. “Mientras no me notifiquen una resolución judicial, no estoy obligado a presentarme ante ningún tribunal de la República”, dijo Gutiérrez, y replicó que la responsabilidad de notificarlo es de los querellantes y que, por lo tanto, él no tiene por qué presentarse ante un juzgado antes de eso.

“Estaré siempre disponible a concurrir a una citación de la justicia”, agregó.

Una situación similar, tal como publicó La Tercera la semana pasada, se vive en una investigación que sigue la Fiscalía Regional de Tarapacá. Ésta se abrió tras una denuncia de funcionarios de la Armada por el delito de amenazas, luego de que Gutiérrez se resistiera a un control de fiscalización en medio de las medidas de restricción de libre tránsito por la pandemia en agosto del año pasado. El Ministerio Público presentó un escrito para formalizarlo, sin embargo éste no se presentó a la audiencia debido a que la PDI no logró entregar personalmente la citación emanada desde el tribunal.

¿Cómo puede una persona pública no ser habida para tales efectos? Lo cierto es que personal de la PDI ha ido a diversos domicilios en Iquique que registra Gutiérrez, además de sedes parlamentarias que ya no ocupa luego de que renunciara a su cargo de diputado, con miras a su nuevo desafío político que es integrar la convención constitucional que escribirá la próxima Constitución.

El abogado querellante Eduardo Riquelme, que representa a los exoficiales de la Marina que levantaron la acción penal privada por el delito de injurias por la que el exdiputado está citado mañana, sostuvo que “es inaudito que una persona que aspira a escribir la nueva Constitución rehúya la acción de la justicia”. En ese sentido, expuso que “todos somos iguales ante la ley y la justicia. Esperamos que mañana se presente en el juicio, él sabe del proceso, de hecho se ha pronunciado públicamente al respecto”.

Fuentes al interior de la Fiscalía de Tarapacá explican que se están esperando unas últimas diligencias por parte de la policía, pero que de seguir existiendo impedimentos para notificarlo, se pedirá una orden de detención en contra del exdiputado Gutiérrez.

Ante esta situación, Gutiérrez rechazó estar eludiendo las citaciones. “Vivo en mi casa, no es culpa mía que vayan a notificarme cuando no estoy, además es un trámite que debe hacerse presencial, mis domicilios son conocidos, han ido a buscarme al Congreso, a mi casa en Santiago, a la casa de mis padres, en Iquique, etc. No soy yo quien debe hacer la pega de otras personas, además todo el mundo sabe que estoy de candidato a constituyente y ando en la calle haciendo campaña, me pueden encontrar junto al pueblo o incluso en los programas de radio que hago. No es trabajo mío notificarme, imagina, tengo cuatro querellas, no corresponde que yo vaya a los tribunales a hacerlo”, expresó.

Ante la amenaza de la fiscalía de pedir una orden de detención, sostuvo que “se trata de delitos fantasmas”. A juicio de él, “son inventos de la fiscalía, hechos que salen de su imaginación, y si piden una orden de detención, entonces yo recurriré de amparo para que la justicia me proteja”. Ante la consulta de por qué sería un invento su imputación, Gutiérrez dice que “es inverosímil que aquí haya un delito de amenazas, es decir yo, un ciudadano desarmado frente a cinco funcionarios de la Armada que estaban armados, y ¿ellos se sintieron amenazados por mí? Ojalá no nos vayamos nunca a una guerra con ese tipo de soldados”.

De ganar las elecciones como constituyente, Gutiérrez volvería a tener fuero, el mismo del cual se desprendió cuando renunció a ser diputado.