El informe de la FNE que prohibió la fusión Colmena-Masvida: los riesgos, las mitigaciones y el factor de la nueva isapre de la matriz de Clínica Alemana
En un extenso informe, la Fiscalía argumenta por qué la fusión de ambas isapres podría llevar a un alza de precios y una baja en la calidad del servicio que entregaría la nueva isapre. Asimismo, muestra los factores que llevaron al organismo a rechazar los mitigantes que plantearon las partes. Es más, apunta a que existía una vía posible para llevar adelante la operación: la desinversión.
En abril del año pasado Nexus Chile, controladora de Nueva MasVida, firmó un acuerdo de compra por la totalidad de las acciones del grupo Colmena Salud. Pero para concretar la transacción, que asciende a unos US$ 150 millones, debían primero tener el visto bueno de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Las partes ingresaron la consulta de la operación al organismo antimonopolio, y a inicios de febrero, casi ocho meses después, la FNE entregó su veredicto: prohibió la adquisición del control de Isapre Colmena por parte de Nexus, tras concluir que “la operación reduciría sustancialmente la competencia en el mercado”.
Eso sí, las empresas aún pueden jugar su última carta: pedir una revisión al Tribunal de la Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
Con este telón de fondo, esta semana la FNE publicó el informe de prohibición. Allí, en 279 páginas, analiza la operación en cuestión, los riesgos, las medidas de mitigación ofrecidas por las partes, y entrega el detalle que la llevaron a concluir que esta fusión, que buscaba crear al mayor actor del mercado, no puede seguir adelante.
Precio y calidad
Ente los riesgos para la operación que ve la FNE, hace dos semanas adelantó que la nueva empresa tendría incentivos para aumentar los precios de sus planes de comercialización, así como a disminuir la calidad de sus contratos de salud con sus afiliados, y realizó una simulación que estimó que los precios podrían subir en hasta $ 22.954 para los afiliados de Masvida y $ 12.075 para los de Colmena.
Todo eso a nivel nacional. Pero en este informe la FNE hace un análisis más en detalle, a nivel de macrozonas distintas de la Región Metropolitana, donde concluyó que “los riesgos se intensificaban, incluso considerando totalmente la presión ejercida por Fonasa, como límite inferior de los posibles efectos”.
En ese caso, los eventuales nuevos cotizantes a planes individuales de Nueva Masvida (NMV) de las macrozonas norte, Valparaíso y sur, “enfrentarían un incremento promedio en sus cotizaciones anuales de $ 24.549, $ 21.430, y $ 33.251, respectivamente, como consecuencia del perfeccionamiento de la Operación; mientras que en el caso de Colmena y para estas mismas macrozonas, dichos incrementos en la cotización ascenderían a $22.493, $10.760 y $10.706″.
Todo ello también ocurre porque en el país existen cinco isapres abiertas en el mercado, pero con esta operación quedarían cuatro. Y precisamente ”Colmena es una Isapre que ejerce fuerte presión competitiva a NMV en macrozonas distintas de la Metropolitana, intensificando los incentivos de esta última al alza en precio”, señala el informe.
Esta cercanía competitiva de la que habla la FNE, ocurre porque ambas “son especialmente cercanas en los principales segmentos de mercado en los que compiten, esto es, planes individuales en comercialización de libre elección, en las macrozonas norte, Valparaíso y sur”.
Las isapres argumentaron que Nueva Masvida en realidad se enfoca en un segmento medio, mientras Colmena lo haría en un segmento medio y medio-alto. Sin embargo, la FNE concluyó que “si bien NMV concentraría una masa proporcionalmente mayor en el segmento medio, éste también sería el principal segmento de Colmena, con el 59,5% de sus nuevos cotizantes ubicados en el tramo de cotizaciones iguales o menores a $ 100 mil”.
Pero no solo el precio analizó la FNE. También la calidad contractual y de servicio. La FNE señaló que actualmente Colmena y Masvida se posicionan en extremos opuestos en cuanto a calidad. “NMV sería identificada como la Isapre de menor Calidad de Servicio entre aquellas presentes en el mercado, mientras que Colmena se posicionaría en el conjunto de Isapres con mejor calidad”, asegura el informe.
A esa conclusión llegó la Fiscalía en base a datos de reclamos presentados ante la Superintendencia Salud distintos de aquellos vinculados a las adecuaciones de precio, ya sea para el año 2018 o 2019. También contrastaron estos datos con los del Sernac.
Es por esto, que la FNE concluye que “la entidad concentrada estaría dotada con la habilidad para eventualmente afectar estas variables competitivas, sin que la regulación sectorial vigente constriña suficientemente a las Partes”.
La FNE también dijo que “la entidad concentrada podría establecer una política de licencias médicas más restrictivas —rechazando o reduciendo un mayor número de licencias—, y eliminando o reduciendo beneficios adicionales, entre otros aspectos”.
Esto, argumentó, porque según lo que se observa hasta ahora en las cifras, “NMV ha mantenido la política más restrictiva, autorizando la menor cantidad de días de Licencias Médicas y rechazando la mayor cantidad de ellas por cada 100 mil beneficiarios, en comparación a sus competidoras. Por el contrario, Colmena es una de las Isapres con mejor desempeño en estas dimensiones, distanciándose en ello de NMV”.
El factor Clínica Alemana
Otros de los riesgos que advirtió la FNE hace dos semanas, es que la industria bajaría de cinco a cuatro competidores, aumentando la simetría y homogeneidad de los actores, lo que elevaría los riesgos de coordinación.
“El número de Isapres abiertas existentes en el sistema privado de salud ha disminuido considerablemente a lo largo del tiempo. En el año 1990 existían 21 Isapres abiertas en Chile”, recuerda el informe.
Es por esto que la FNE analizó la eventual posibilidad de que aumente la competencia en este mercado a futuro, para ver si se podría moderar este riesgo.
“No se ha observado la entrada de un nuevo actor al mercado desde el año 1996 –en que ingresó Isapre La Araucana, que dejó de operar en 2002– a la fecha. Esta situación de poco dinamismo del mercado solo podría cambiar durante el año 2022, con el anuncio de ingreso de Isapre Esencial al mercado”, puntualiza el informe, refiriéndose a la nueva aseguradora de los controladores de Clínica Alemana.
Ahí la FNE entrega mayores luces sobre esta nueva isapre: “La entrada de Isapre Esencial es probable. Las barreras regulatorias y los costos hundidos parecen salvarse a través de la existencia de una sociedad filial de la Corporación Chileno Alemana de Beneficencia (CCAB), autorizada para funcionar como Isapre por parte de la Superintendencia desde el año 2001, y por el aumento de capital que Grupo Alemana realizó en dicha entidad”.
La Fiscalía agrega que a todo lo anterior hay que sumar el hecho que “Isapre Esencial será una entidad verticalmente relacionada a un prestador relevante, como Clínica Alemana de Santiago S.A. (“Clínica Alemana”) (...). Adicionalmente, Isapre Esencial ha manifestado públicamente su intención de iniciar la comercialización de planes de salud en […], y ha acompañado a este Servicio un exhaustivo cronograma de sus actividades planificadas (...). Consecuentemente, a la luz de los antecedentes expuestos, esta Fiscalía considera como probable que Isapre Esencial se vaya a incorporar como un competidor nuevo en el mercado de las Isapres” (Las frases inconclusas de informe son debido a texto tachado).
En todo caso, el ingreso de este nuevo actor al mercado no fue suficiente para amortiguar los riesgos que ve la FNE. “Aun considerando las mejores expectativas de Isapre Esencial, ésta no sería un competidor efectivo para mitigar los riesgos durante un periodo relevante de tiempo, no siendo en el horizonte temporal proyectado —incluso a una década— un contrapeso efectivo al mayor poder de mercado obtenido por la entidad resultante como consecuencia de la Operación, y a los riesgos derivados de la misma”, concluye.
Además, la FNE comenta que Esencial apuntaría a un segmento de mercado diferente al de las isapres fusionadas, aunque la Fiscalía tachó de negro todas las líneas donde se mencionan detalles sobre el negocio al que apuntará la futura isapre, sí dijo que al menos por un buen periodo de tiempo será una empresa de nicho.
“Otro elemento que permite apreciar la falta de cercanía competitiva entre Esencial y las Partes es el precio base del plan de salud. Ahí pueden distinguirse, tal como hemos indicado anteriormente, que, mientras Vida Tres, Banmédica y Colmena en promedio se han enfocado en cotizantes dispuestos a pagar un mayor precio base por un plan preferente, NMV, Cruz Blanca y Consalud se posicionan hacia cotizantes que en promedio pagan un menor precio base. Esencial, por su parte, se centrará en un segmento de […]”, señaló la FNE.
Así las cosas, la FNE concluye que “si bien Isapre Esencial —en el contexto de una proyección optimista— ejercería una presión competitiva no menor a Colmena; ésta se suscita en un contexto en que son principalmente Banmédica y Vida Tres quienes resultan afectados por la entrada de Isapre Esencial —donde cotizantes que previamente se desviaban hacia estas, ahora lo harían a Isapre Esencial—. Son precisamente Banmédica y Vida Tres las que concentran un mayor volumen de contratos suscritos en el nicho de planes de mayor precio base, mientras que NMV sólo participa marginalmente, no viéndose afectado el desvío que se observaba previo a la entrada de Isapre Esencial desde Colmena a NMV”.
Desinversión: sí, se puede
Las isapres presentaron una serie de mitigantes para poder sortear los riesgos que veía la FNE y así poder concretar la operación. Sin embargo, la Fiscalía los desestimó por tratarse de medidas conductuales, las cuales “resultan difíciles de monitorear, complejas de ejecutar e inefectivas para de mitigar los riesgos de la Operación”.
En cambio, la FNE dijo que “tratándose de operaciones de concentración como la analizada −entre competidores cercanos competitivamente, con significativos riesgos horizontales y en un mercado en el que se observan barreras a la entrada o expansión− la medida de mitigación más idónea y proporcional (cuando los riesgos no aparecen como temporales o existen considerables eficiencias) es la adopción de remedios estructurales, como la desinversión de activos a un comprador adecuado”.
Es más, señaló que la desinversión “es la principal medida que se ha exigido para mitigar los riesgos detectados” en este mercado en otros país. Y la FNE especificó que eso ha ocurrido en diferentes operaciones de Estados Unidos y Brasil.
En EEUU, “los casos de fusiones entre aseguradoras privadas de salud en que se detectan riesgos unilaterales de aumento de precios y reducción de la calidad y beneficios asociados a los planes de salud, las autoridades de competencia exigen que éstas se sujeten a medidas estructurales para su perfeccionamiento. Así, en cinco ocasiones, se han aprobado operaciones de estas características sujetas a la desinversión de un paquete de planes de salud (incluyendo todos los activos necesarios para su venta y administración), a un adquirente adecuado, con el propósito de establecer un nuevo competidor viable en el mercado que preserve la competencia perdida tras la fusión”, señala la FNE.
Así las cosas, la FNE detalló que las isapres presentaron el 16 de diciembre del año pasado un informe titulado “Informe sobre Factibilidad Legal de Reducir Cartera de Afiliados”, preparado por el abogado Germán Valdés, Fiscal de Nexus Chile Health.
“Dicho reporte argumenta que, en este caso, no sería posible implementar una desinversión de activos a un comprador adecuado, de modo que las Partes no podrían ofrecer sujetar el perfeccionamiento de la Operación a una medida estructural, toda vez que ´la transferencia de contratos de salud y cartera de afiliados y beneficiarios debe ser, exclusivamente, por la totalidad de éstos, no pudiendo hacerse transferencias parciales como sería necesario realizar para reducir cartera (o desinvertir, en el contexto de la operación)´”, detalla el informe.
Sin embargo, respecto a esta imposibilidad legal de realizar una desinversión, la FNE dijo que en el contexto de esta operación “podría implementarse una desinversión de una cartera de afiliados a un nuevo actor. Ello no implicaría incumplimiento alguno de la normativa actual”.
Y apoya este argumento en el Artículo 219 del DFL N° 1 de 2005 del Ministerio de Salud, donde se señala que: “Las Instituciones de Salud Previsional podrán transferir la totalidad de sus contratos de salud previsional y cartera de afiliados y beneficiarios, a una o más Isapres que operen legalmente y que no estén afectas a alguna de las situaciones previstas en los artículos 221 y 223. De considerarse dos o más Isapres de destino en esta transferencia, la distribución de los beneficiarios, entre dichas Instituciones, no deberá implicar discriminación entre los beneficiarios ya sea por edad, sexo, cotización pactada o condición de cautividad”.
La FNE concluyó que “es posible transferir la totalidad de sus contratos de salud previsional y cartera de afiliados y beneficiarios, a una o más Isapres. Esta interpretación fue confirmada por la autoridad sectorial en el marco de la Investigación, quien además indicó que el proceso de inscripción y aprobación de una Isapre es un proceso que no debería tardar más allá de seis meses. Consecuentemente, resulta factible realizar un traspaso de cartera (y de todo aquellos activos necesarios para la viabilidad del competidor y que garanticen la efectividad de la medida para mitigar todos los riesgos identificados) a un nuevo actor, dentro de un plazo razonable. Por consiguiente, y a diferencia de lo esgrimido por las Partes, resulta jurídicamente posible el ofrecimiento de un remedio estructural bajo los señalados supuestos, en el mercado bajo análisis”.
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