Elon Musk y la compra de Twitter: demócratas preocupados ante eventual retorno de Trump a la red social

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Steve Bannon observa cómo Donald Trump saluda a Elon Musk antes de un foro en la Casa Blanca, el 3 de febrero de 2017. Foto: AFP

SI bien el exmandatario republicano dijo que se quedará por ahora en Truth Social, la plataforma que creó tras ser vetado de Twitter, funcionarios de la administración del Presidente Joe Biden temen que el eventual retorno de Trump a la red social impacte en las elecciones legislativas de noviembre próximo y las presidenciales de 2024.


Bastó que el magnate Elon Musk confirmara su compra de Twitter para que todas las miradas se dirigieran a Donald Trump. Vetado de la red social por difundir información falsa acusada de incitar los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, muchos se preguntan si el dueño de Tesla y SpaceX permitirá que el exmandatario -que hizo de Twitter una de sus herramientas favoritas tanto durante su campaña como en el ejercicio de su cargo en la Casa Blanca- pueda regresar a la plataforma. Si bien el republicano ha descartado por ahora esa posibilidad, entre los funcionarios de la administración del Presidente Joe Biden existe preocupación frente al tema, en especial por el impacto que podría tener para el Partido Demócrata de cara a las elecciones legislativas de noviembre próximo y las presidenciales de 2024.

Trump dijo el lunes que no tiene intención de volver a unirse a Twitter, incluso si su cuenta es restaurada después del acuerdo de Musk para comprar la red social por aproximadamente US$ 44.000 millones. El exmandatario le dijo a Fox News que más bien se enfocará en su propia plataforma, Truth Social, la cual ha estado plagada de problemas desde que se lanzó hace pocos meses.

“No iré a Twitter. Me quedaré en Truth”, dijo Trump a la cadena estadounidense Fox News. “Espero que Elon compre Twitter, porque lo mejorará y es un buen hombre, pero me quedaré en Truth”. Trump fue vetado de importantes plataformas de redes sociales como consecuencia del asalto al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021 y su retórica contra la legitimidad de los resultados de las presidenciales de noviembre de 2020 en las que salió derrotado por Biden.

Twitter dijo entonces que existía el “riesgo de mayor incitación a la violencia”. La decisión le negó el megáfono que había utilizado para captar la atención de la prensa y hablar directamente a sus seguidores, que habían sido esenciales en su ascenso político. En ese momento, el expresidente tenía aproximadamente 89 millones de seguidores tan sólo en Twitter.

Tras ello, Trump puso en marcha una nueva aplicación de redes sociales llamada Truth Social, que empezó a funcionar el pasado mes de febrero. “Esta semana comenzaremos su despliegue en la tienda de aplicaciones de Apple” y “para finales de marzo estará completamente operativo, al menos en Estados Unidos”, dijo en esa oportunidad.

Truth Social pretende ser la alternativa, por ejemplo, al perfil que Trump tenía en Twitter. Una plataforma desde la que se había mostrado muy prolífico tanto en la difusión de sus políticas al frente de la Casa Blanca como en sus ataques y críticas a rivales políticos, medios de comunicación, e incluso a la propia plataforma.

Partidarios del entonces Presidente Donald Trump escalan el muro oeste del Capitolio en Washington, el 6 de enero de 2021. Foto: AP

“La libertad de expresión es la base de una democracia que funcione, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, dijo Musk en el comunicado de prensa que anunció el acuerdo de la compra de la plataforma.

Pese a ello, los funcionarios de la Casa Blanca y los estrategas demócratas están preocupados en privado por cómo la adquisición de Twitter por parte de Musk afectará el escenario político, especialmente si el multimillonario permitirá que Trump y otros agentes republicanos a quienes se les prohibió el acceso a Twitter regresen a la plataforma, informó la cadena CNBC.

Los miembros del círculo íntimo de Biden y los estrategas del partido están preocupados de que surja información errónea en Twitter bajo el liderazgo de Musk y antes de las elecciones presidenciales de 2024, que podrían enfrentar a Biden contra Trump en una revancha, dijeron las fuentes citadas por CNBC. El expresidente Barack Obama se encuentra entre un grupo de aliados de Biden preocupados en privado de que la adquisición de Twitter por parte de Musk pueda conducir a un regreso del exmandatario republicano a la plataforma, según una persona familiarizada con el asunto citada por la cadena.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se negó a comentar cuando se le preguntó sobre el acuerdo de Musk. Sin embargo, dijo que Biden “ha hablado durante mucho tiempo sobre sus preocupaciones en torno al poder de las plataformas de redes sociales, incluido Twitter, y otras para difundir información errónea”, dijo en una sesión informativa el lunes, y agregó que deben rendir cuentas.

“Ahora, Trump usará Twitter para hacer mucho más daño para recuperar el poder en 2022 y 2024, mientras que Elon Musk no ha dado indicios de que hará algo para detenerlo”, dijo a CNBC Mary Anne Marsh, una veterana estratega demócrata.

Otro estratega cercano a algunos de los mayores megadonantes de Silicon Valley del Partido Demócrata reconoció que “no es bueno” para la colectividad. “Es un gran ingeniero y hombre de negocios, pero no le confiaría a mi hija y mucho menos a los millones de personas que confían en Twitter para obtener información”, comentó sobre Musk. Los demócratas podrían estar a punto de perder tanto la Cámara de Representantes como el Senado en las próximas elecciones legislativas de mitad de período de 2022.

En la otra vereda, los estrategas republicanos argumentan que la compra de Twitter por parte de Musk podría tener un impacto masivo para su partido en 2024. Mike Caputo, un asesor republicano cercano a Trump desde hace mucho tiempo, dijo a CNBC que la adquisición por parte de Musk es un “cambio de juego” para los republicanos.

Otro estratega, que se negó a ser identificado, comentó a la cadena que los legisladores y asesores republicanos están “enloquecidos” por la compra de Twitter por parte de Musk, convencidos de que la plataforma ha censurado muchas de sus opiniones. “Los republicanos han despreciado a Twitter durante mucho tiempo. Ha llegado el día del juicio final”, afirmó.

En semanas recientes, Musk ha expresado una serie de cambios propuestos para la empresa, incluido relajar las restricciones de contenido, y dijo que se siente “muy reacio” a borrar contenido y que sería muy cauteloso con los vetos permanentes, provocando especulaciones sobre si levantaría la prohibición que pesa sobre Trump.

Pero la promesa de Musk de no intervenir en el contenido es particularmente espinosa cuando se trata de casos ampliamente conocidos, como el de Trump. “Musk dice que convertirá a Twitter en una red social sin moderaciones; ha habido muchas de ellas y no han funcionado”, dijo el analista Rob Enderle a la agencia AFP. “Los trolls toman el control, se vuelven demasiado hostiles y apartan a la gente de la plataforma”, agregó.

Mientras Musk ha hablado de erradicar de Twitter los programas de “bots” (robots) que disparan spam, comprobar que los usuarios son personas reales podría, de hecho, ser todo un desafío, les dijo Colin Sebastian, analista de Baird, a los inversores en un comunicado.

“La retórica alrededor de la transparencia es que vendrá con una epifanía y la gente cambiará”, comentó Kyla Garrett-Wagner, profesora asistente de derecho de la comunicación en la Universidad Syracuse. “Es una comodidad engañosa pensar que todo estará bien por el solo hecho de saber cómo funciona”, añadió.

Por de pronto, Kellyanne Conway, asesora y estratega política de Trump, celebró la movida de Musk. “Gracias, Elon Musk”, tuiteó. “Twitter puede ser divertido nuevamente”, agregó.

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