Embarazo y pandemia: expertos afirman que el Covid-19 estará entre las primeras causales de muerte materna en el país

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Más de un tercio de la mortalidad maternal este año es debida a la pandemia: 16 gestantes han fallecido a causa de la neumonía provocada por Covid-19, en un país donde cada año mueren entre 40 y 50 mujeres por embarazo y parto. Incluso, hay registro de nueve casos en los que se interrumpió el embarazo a pacientes intubadas. Las cifras confirman que las gestantes tienen más riesgo de sufrir casos graves por Covid-19, por lo que el llamado de los expertos es a vacunarse.


Avalado por las cifras, las embarazadas se consideran un grupo de riesgo en la pandemia: el 25% de las gestantes contagiadas de Covid-19 en el país han requerido ser internadas y el 4,2% de los casos (713 hasta julio) han llegado a las UCI. Todo, en medio de una segunda ola que afectó con mayor fuerza a la población joven, con un peak de hospitalizaciones entre abril y mayo.

El presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología, Andrés Poblete, retrata así el momento: “El primer semestre de este año fue muy crítico, muy crítico. Abril y mayo fueron muy complejos desde el punto de vista del elevado número de pacientes embarazadas que estuvo grave en las UCI. En el Hospital de Temuco hubo un momento en que tuvieron a seis embarazadas graves en la UCI”.

Estadísticas y mayor riesgo

En la población de mujeres gestantes se han notificado 17.494 casos confirmados y probables de Covid-19 en el país, lo que representa el 0,9% del total de casos a nivel nacional.

De este número, 4.295 tienen registro de hospitalización, lo que corresponde al 24,6% del total de casos en embarazadas. Y de ellas, 713 requirieron ser internadas en una Unidad de Cuidados Intensivos, es decir, el 4,2% del total de gestantes contagiadas con coronavirus.

Se trata de cifras muy por sobre el promedio nacional, donde la necesidad de hospitalización por coronavirus es del 8,8%, mientras que la internación de UCI cae al 2,7%.

Enrique Oyarzún, ginecólogo de la Clínica de la Universidad de los Andes y expresidente de la Sochog, cuenta: “A pesar de que en 2020, a mitad de la pandemia, se pensó que el virus en las embarazadas se comportaba un poco más benignamente, este año quedó claro que las embarazadas son afectadas y gravemente”.

Lidia Amarales, académica en Salud Pública de la Universidad de Magallanes, no lo duda: “La población de embarazadas es una población de riesgo. Estudios dicen que estas mujeres tendrían 4,2 veces más riesgos de contagiarse, tendrían 5,4 más de riesgo de ser hospitalizadas por el Covid”.

Y, para peor, estos índices aumentarían en la segunda mitad del embarazo.

Casos más graves

Este año, hasta junio, se han realizado 304 interrupciones de embarazo en el marco de la Ley IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo). De ellas, 95 corresponden a la causal de riesgo materno (causal 1), 161 a inviabilidad fetal (causal 2) y 45 a violación (causal 3).

Dentro de la primera categoría, riesgo materno, el 10% responde a casos en que se ha debido suspender el embarazo a mujeres que se encontraban en estado grave, hospitalizadas en UCI, por coronavirus.

Incluso, en al menos nueve casos se debió interrumpir la gestación con la paciente estando sedada, inconsciente, para resguardar a la madre y al lactante.

“Los nueve casos que forman parte de la causal 1, donde las mujeres se encontraban inconscientes por Covid-19, van desde las 27 a las 35 semanas de gestación. De esta forma, no podemos catalogarlos como abortos, sino como partos, puesto que nacieron vivos y corresponden a embarazos de pretérmino”, comentan desde la Dirección Nacional de Matronería del Minsal.

Al respecto, Sebastián Ugarte, jefe de la UCI de la Clínica Indisa, detalla qué ocurre en caso de necesitar interrumpir un embarazo: “En el caso de estas pacientes se hace una evaluación conjunta entre el obstetra, el neonatólogo y el intensivista, definiendo en primer lugar el bienestar de la madre. Cuando la vida de la madre está en riesgo, se procede a la interrupción del embarazo de emergencia. Si no hay una condición de riesgo inminente, se privilegia garantizar la máxima seguridad para el feto y se trata de esperar las 30 o 31 semanas de embarazo para asegurar las mejores posibilidades de sobrevida”.

También aclara que hay veces en las que es preciso usar corticoides para asegurar la maduración pulmonar del embrión, y que todo esto se toma en una decisión colegiada en el equipo de especialistas, con participación de la familia y la madre.

“Hay que considerar que cuando una paciente está en el primer trimestre de embarazo, tiene Covid-19 y requiere intubación y ventilación mecánica, diría que lo probable es que esas pacientes aborten espontáneamente”, comenta Oyarzún.

En caso de embarazos de gestación mayor, como en el segundo o tercer trimestre, la situación es más complicada. Ugarte detalla las dificultades: “Vimos numerosas mujeres con neumonía por coronavirus que necesitaron de hospitalización, y que necesitaron de ventilación mecánica. Sin embargo, la condición de embarazo significa una serie de dificultades para el proceso de asistencia ventilatoria, por el aumento de la presión intraabdominal, ascenso del diafragma y aumento dentro del tórax”.

Amarales afirma que el embarazo hace más complejo el manejo de los cuadros graves, “por el volumen que significa tener en el abdomen, con diafragma alto, sin poder tener una buena ventilación, cuando la patología más importante es pulmonar, y parte del manejo es decúbito ventral, que es parte del manejo ventilatorio en una persona con Covid”.

Mortalidad

Los últimos datos detallados de mortalidad materna del Ministerio de Salud, elaborados por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), aparecieron en 2017. Y considerando las cifras históricas, las principales razones de muerte por parto o embarazo corresponden a enfermedades crónicas, hipertensión en el embarazo y hemorragia posparto.

Por lo mismo, el factor pandemia ha introducido una mortalidad importante dentro de estas tendencias: “Van registradas 16 muertes de mujeres embarazadas por Covid, y en Chile mueren alrededor de 40 o 50 madres al año, la cifra por embarazo o parto. De tal manera que es probable que en las estadísticas del 2020 y 2021 el Covid-19 esté entre las dos o tres primeras causas de muerte por embarazo y parto en Chile”, apunta Oyarzún.

Andrés Poblete detalla: “La mortalidad materna en Chile es de 22 por 100 mil casos, y como son 250 mil partos en el año, se morían de 45 a 50 mujeres. Si tú pones 50 muertes de diferentes causas, y le agregas 16, es prácticamente un tercio de la mortalidad materna, lo que se llama ‘exceso’ de mortalidad materna, y sería por el Covid-19”.

Llamado a vacunarse

Actualmente, para que una mujer en gestación pueda vacunarse, debe llevar más de 16 semanas de gestación y presentar un Formulario de Consejería Médica, firmado por un médico.

“Me parece un despropósito. No deberían tener una certificación médica para vacunarse, más aún cuando el consejo asesor plantea que debería ser la primera prioridad las mujeres embarazadas y los rezagados. Con eso estás dando una señal de que hubiese algún problema si ella se vacunase”, opina Amarales.

Por su parte, Andrés Poblete considera que en el momento en que se empezó a inmunizar a las mujeres gestantes, con las dudas y el desconocimiento que había entonces, la Conserjería Médica servía para dar seguridad a quienes tuviesen inseguridades al respecto. Aunque ahora, indica, tanto eso como la línea de 16 semanas debería cambiar: “Especialmente en los países anglosajones se han vacunado mujeres con menos semanas. Y el reporte en esas mujeres es que no han tenido ni una tasa mayor de aborto ni complicaciones atribuibles a la vacuna”, indica.

La evaluación del actual presidente de la Sogoch es que la inmunización de gestantes pudo haber sido más pronta. “El problema, en mi opinión, es que el ministerio actuó un poco lento, y la vacunación debió haber empezado desde el verano. Este tema se tomó en serio desde mediados de marzo en adelante, habiendo perdido dos meses de pacientes que se hubieran vacunado”, afirma Poblete.

Por eso, el llamado general de los expertos para con las embarazadas es a vacunarse mientras puedan: “Los estudios demuestran que no hay riesgo, en ningún momento del embarazo, aunque muchos estudios no dan la certeza absoluta, y por eso el ministerio recomienda la vacunación por sobre las 16 semanas. Pero la verdad es que no hay riesgo, y por eso es importante llamar a las embarazadas a vacunarse: debería ser una prioridad”, señala Amarales.

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