Hoy en la economía chilena hay 8.883.090 personas ocupadas lo que se traduce en un alza de 3,7% en comparación a lo que había hace un año. En número hay 324.727 más plazas laborales que en el trimestre septiembre-noviembre de 2021, pero todavía lejos de los 9.063.374 que se exhibía previo a la pandemia.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el desglose se ve que en un año se crearon 316.277 empleos formales, mientras que 8.450 fueron informales.

Ahora bien, en términos desestacionalizados, si en el trimestre agosto-octubre, el empleo volvió a crecer después de dos meses seguidos de fuertes caídas, ahora, en el trimestre septiembre-noviembre se destruyeron 17.419 plazas laborales y además en números los ocupados totales retrocedieron a niveles del trimestre marzo-mayo.

La estimación de la tasa de desocupación nacional fue 7,9%, registrando un ascenso de 0,4 puntos porcentuales (pp) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (4,3%), mayor a la presentada por las personas ocupadas (3,8%). Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 10,1%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (11,3%).

Asimismo, en doce meses, la estimación del total de personas ocupadas creció 3,8%, incidida tanto por las mujeres (5,8%) como por los hombres (2,4%). Las personas ocupadas ausentes, que representaron el 5,7% del total de la población ocupada, decrecieron 5,0%, equivalente a 26.377 personas.

Según sector económico, la expansión de la población ocupada fue influida por comercio (4,4%), transporte (12,2%) y enseñanza (7,3%), en tanto que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (5,3%) y personas asalariadas informales (8,4%).

La tasa de ocupación informal alcanzó 27,3%, decreciendo 0,9 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 0,3%, incididas tanto por los hombres (0,5%) como por las mujeres (0,2%) y por las personas asalariadas privadas (11,0%).

Los economistas afirman que las cifras muestran en general un estancamiento del mercado laboral, y que a la vez a medida que la economía se vaya enfriando las cifras de creación de empleo serán mucho más lenta, lo que se acrecentaría hacia el próximo año.

Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes, sostiene que “el análisis de las cifras es mixto, por un lado, efectivamente se ve en materia de empleo el efecto del estancamiento de la actividad, y es probable que eso se tienda a acentuar hacia adelante”.

No obstante, precisa que “en el margen se observa un comportamiento algo mejor del empleo asalariado, mientras cae el empleo por cuenta propia, lo que es contrario a lo que solía observarse en períodos de desaceleración económica, en que la ocupación tendía a ser más precaria”.

En Scotiabank apuntan que “el mercado laboral sigue mostrándose estancado en la segunda mitad del año, tanto en creación de empleo como en participación laboral”. De hecho, en su análisis mencionan que “el bajo dinamismo de la fuerza de trabajo sigue conteniendo mayores niveles de desempleo”.

En ese sentido, mencionan que “con respecto al promedio de crecimiento de la fuerza de trabajo de los últimos 10 años, el crecimiento ha sido un 66% menor en los últimos seis meses”. Con esto, afirman que “la tasa de participación sigue en torno a 60%, cerca de 2 puntos porcentuales por debajo de la tasa promedio del mes (62%), previo a la pandemia, es decir, con una brecha en torno a 300 mil personas que no han retornado a la fuerza laboral”.

En Security, en tanto, ponen el acento en el hecho de que en términos de niveles desestacionalizados, la ocupación está al mismo nivel desde mayo, evidenciando el estancamiento en la creación de empleos. Incluso aseveran que “en el mes registró una caída de 0,2% con respecto a octubre. Por su parte, la fuerza de trabajo también se ha estancado en los últimos meses) evitando que el alza en la tasa de desocupación sea mayor”.

Misma visión refuerza Pavel Castillo, gerente de Intelligence en Corpa, quien acota que “las perspectivas económicas van a la baja, y hay sectores muy intensivos en mano de obra como la construcción, que estarán fuertemente dañados. Esto da señales para que veamos un aumento sostenido del desempleo durante el próximo año, el que posiblemente pase a dos dígitos”.

José Valenzuela, experto en temas laborales de Clapes UC, comenta que “considerando que el alza del trimestre anterior fue más bien contenida, podríamos decir que la economía en promedio en los últimos 4 meses ha experimentado deterioros en sus niveles de empleo”.

Valenzuela subraya que “es probable que en los meses de verano se activen sectores económicos como comercio y actividades de hotelería y turismo, además de los empleos temporales de la fruta -que en algunas regiones ya comenzaron-, lo cual puede contener en cierta medida el deterioro del mercado laboral”.

El gobierno, a diferencia de los analistas del mercado, tiene una visión más optimista del comportamiento que está teniendo el mercado laboral.

El subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, destaca el hecho de que las cifras “se alejan de aquellas visiones más catastrofistas que algunos expertos habían señalado, y de cierta forma el mercado laboral está resistiendo”. No obstante, argumenta que los datos del trimestre terminado en noviembre “son cifras que hay que mirar todavía con cautela obviamente”, pero acota que “terminar el año con una reducción de la informalidad y también con un aumento importante de la tasa de ocupación, habla de la capacidad que todavía muestra la economía para generar empleos”.

Boccardo espera que “las cifras de desocupación se mantengan en torno a estos indicadores”, aunque anticipó que “probablemente vamos a ver un leve deterioro del mercado laboral”, pero dijo que “como gobierno monitorearán la situación”.