Casi 40% de la matrícula total de la educación superior chilena pertenece a la educación técnico-profesional (ETP), es decir, aquellas que se imparten en recintos no universitarios, ya sean institutos profesionales o centros de formación técnica.

Son, en total, casi 530 mil las personas que engrosan esa estadística, con otras miles también aspirando a ser parte de ella, aunque, de acuerdo a una reciente encuesta del programa Aspiraciones sobre el Futuro de MueveTP de la Fundación Luksic, con poco conocimiento del lugar al que pretenden llegar.

El estudio en cuestión, denominado Aspiraciones sobre el Futuro y que sus resultados serán presentados este jueves en la U. de Chile, levantó las preferencias y el conocimiento sobre acceso y financiamiento de la educación superior por parte de estudiantes que cursan cuarto medio en establecimientos escolares técnico-profesionales. Fueron, en total, 21.281 estudiantes de todas las regiones del país los que contestaron, lo que se traduce en 37% del total de establecimientos TP de Chile.

Los resultados de dicha encuesta, según las conclusiones de la misma, “confirman la problemática sobre falta de conocimiento del sistema de educación superior, sus procesos de postulación y financiamiento por parte de los estudiantes de enseñanza media TP en Chile y señalan la necesidad de iniciativas para mejorar la calidad de la entrega de información a estos jóvenes y la comunidad educativa”.

Fernanda Orellana, directora de Educación de la fundación, dice que este desconocimiento es un problema, “porque son estudiantes que pueden ser sujetos de gratuidad y beneficios socioeconómicos y hoy no están accediendo a esas oportunidades”. Eso, añade, “es un problema público, ya que, como la misma encuesta señala, los jóvenes tienen altas expectativas en ingresar a la educación superior”.

Y es que, por ejemplo, los resultados dicen que sólo 4,8% de los estudiantes encuestados conoce bien los requisitos para acceder al beneficio de la gratuidad, 59% declara correctamente que el Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS) es una herramienta para postular a beneficios de financiamiento del Estado y menos de la mitad (47%) indica correctamente el sitio web donde encontrar las principales fechas del calendario para ingresar a la educación superior.

Pero no es lo único. En relación con la percepción de conocimiento de los distintos aspectos del sistema de educación superior, 73% de los estudiantes dice conocer poco o muy poco las oportunidades de financiamiento, 74% señala conocer poco o muy poco sobre el proceso para postular a financiamiento, 58% asevera conocer poco o muy poco el proceso de postulación a la educación superior y 65% asegura conocer poco o muy poco los sueldos y la empleabilidad de los egresados de la educación superior.

En ese sentido, las principales fuentes de información que según la encuesta usan los jóvenes para adentrarse a temas relacionados a la educación superior son profesores, orientadores (21%) y familiares (18%).

En otra parte del estudio a los alumnos se les hizo una serie de afirmaciones sobre educación superior, a las que tenían que contestar si eran verdaderas o falsas.

Así, ante la frase ‘todas las becas del Estado exigen sobre 450 puntos en la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior), apenas 34% señaló correctamente que esta premisa es falsa.

El desconocimiento se torna más significativo aún si se considera que las aspiraciones y expectativas de los estudiantes para ingresar a la educación superior son altas. En ese orden, 73% aseguró que quiere entrar al sistema el próximo año y 17% que quiere hacerlo en dos años más. Es decir, si se mira el conjunto, 90% de los encuestados sí tiene a la educación superior como una aspiración y sólo el 10% no planea asistir a ella.

¿Y dónde quieren entrar? Un 70% de los estudiantes señala como primera opción la universidad, 22% los institutos profesionales y 8% los centros de formación técnica.

Desde la fundación, Orellana dice que atribuyen este desconocimiento a que históricamente la enseñanza media técnico-profesional ha estado enfocada en una rápida inserción laboral “y no ha considerado la alternativa de continuidad de estudios para sus estudiantes”. Esto, cierra, se transforma en un “desafío clave para los establecimientos educacionales y los docentes que están apoyando a los jóvenes en este momento de sus vidas y que son referentes importantes para este proceso”.