Fin del toque de queda y relajación de restricciones: países de Europa celebran avance en su desconfinamiento

En España y en Bélgica se festejó en las calles el levantamiento del toque de queda. En Alemania, más de siete millones de personas vacunadas ahora ya pueden ir a la peluquería sin un test negativo o reunirse en privado.


Europa avanzaba este domingo hacia el desconfinamiento, con el levantamiento del estado de alarma en España, el fin del toque de queda en Bélgica o la relajación de las restricciones en Alemania.

España celebró en la calle la medida, que supuso también la caída en muchas regiones del toque de queda imperante durante meses, en un país conocido por su agitada vida nocturna y sus horarios tardíos, con cenas que comienzan pasadas las 22.00 y se alargan a menudo hasta la madrugada.

Gritos, aplausos, música e incluso algún petardo estallaron en el barrio marítimo de Barcelona cuando los relojes marcaron la medianoche y cientos de jóvenes salieron dirección a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente al Covid.

“Parece fin de año”, decía atónito Oriol Corbella, de 28 años, que había salido a pasear con su pareja por la noche. “Es volver un poco a la normalidad, recuperar libertad, pero hay que tener en cuenta que el virus sigue aquí”, decía algo atónito ante el jolgorio organizado en la playa barcelonesa, que se observó en otros puntos del país.

En Madrid, en la estación de Atocha, Laura, que prefirió no dar su apellido, esperaba, con lágrimas en los ojos, a familiares que llegaban de la región de Castilla la Mancha. “Hace ocho meses que no los veo, siento mucha emoción”, dijo esta mujer de 45 años.

Salvo en Navidad, donde las restricciones se suavizaron durante algunos días para permitir las reuniones familiares, los españoles no habían podido abandonar sus regiones desde el inicio del estado de alarma a finales de octubre.

El fin del estado de alarma a las 00.00 no significa, sin embargo, el fin de las restricciones en uno de los países más golpeados de Europa por el virus, con casi 79.000 fallecidos y 3,5 millones de contagios.

Y para las 17 regiones del país, competentes en la gestión de la crisis sanitaria, su conclusión supone un verdadero quebradero de cabeza. Desde octubre, habían podido imponer toques de queda y bloquear la entrada y salida de su territorio sin autorización judicial, gracias a la limitación de las libertades fundamentales permitidas por este régimen de excepción.

Ahora pueden acotar horarios y aforo de comercios, bares o restaurantes, pero para restablecer un toque de queda o el cierre de su territorio necesitarán el aval de los tribunales. Y ahí es donde empieza el rompecabezas.

Por ejemplo, las regiones de Islas Baleares y Valencia consiguieron luz verde de la justicia para mantener el toque de queda, pero el País Vasco, con una incidencia del virus mucho mayor, no. Esta disparidad de criterios ya se produjo a comienzos de otoño, creando confusión y empujando al gobierno del socialista Pedro Sánchez a decretar el estado de alarma.

En las últimas semanas, varias regiones pidieron una prórroga de este instrumento legal al Ejecutivo, que para hacerlo hubiera requerido del difícil apoyo del Congreso, donde está en minoría. Pero el gobierno de Sánchez lo rechazó alegando que no se podía prolongar indefinidamente un régimen de excepción y destacando la mejora de la situación sanitaria y el avance del programa de vacunación.

Aun así, las autoridades advirtieron a la población, cansada por más de un año de restricciones, del riesgo de una relajación excesiva. Hay que evitar tener “una falsa percepción (...) Esto no significa el fin de las medidas de control” de la epidemia, insistió el jueves el jefe epidemiólogo del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. “La gente debe entender que deben seguir aplicando las medidas que dependen de cada uno de nosotros”, porque “no se puede excluir nada en términos de evolución de la pandemia”, advirtió.

Retorno a los bares en Bélgica

En Bélgica, después de casi siete meses, volvieron a abrir las terrazas de cafés y bares, aunque la policía tuvo que intervenir en Bruselas el sábado por la noche para dispersar a varios centenares de personas que celebraban el levantamiento del toque de queda, indicaron las autoridades.

Una multitud de jóvenes se había reunido en la plaza Flagey, lugar habitual de encuentro, en el primer día de reapertura de las terrazas en el país. Tres personas fueron detenidas hacia la 01.30 de la madrugada, dijo un portavoz de la policía a AFP el domingo.

Uno de los participantes resultó herido en la cabeza por un proyectil, al igual que un policía, alcanzado por el vidrio de la ventanilla de su automóvil contra el que lanzaron un objeto. La policía utilizó un carro lanzagua para desalojar a las cerca de 500 personas que seguían presentes en el lugar, a pesar de las llamadas de las autoridades.

El toque de queda se sustituyó por la prohibición de reunirse con más de tres personas en el exterior entre medianoche y las 05.00 de la mañana. Bélgica suma un millón de contagios y 24.500 fallecidos por el Covid-19.

Flexibilización en Alemania

Y en Alemania, más de siete millones de personas vacunadas empezaron a beneficiarse el domingo de la relajación de las restricciones y ahora ya pueden ir a la peluquería sin un test negativo o reunirse en privado, entre otras cosas.

Las nuevas medidas, que entraron en vigor tras su aprobación exprés en el Parlamento, también se aplican a las personas que se consideran curadas tras haber sido infectadas por el virus.

En total, más de siete millones de personas que ya han recibido las dos dosis de la vacuna anti-Covid se están beneficiando de estas medidas.

También se les permiten entrar en cualquier comercio sin tener que enseñar un test negativo, como ocurre actualmente con el resto de la población, a excepción de los comercios “esenciales” como supermercados o farmacias.

Además, ya no tienen que respetar el toque de queda nocturno a partir de las 22.00 horas introducido el mes pasado en respuesta a una tercera ola especialmente mortífera, y pueden reunirse en privado sin restricciones.

Cerca de 85.000 personas murieron por Covid-19 desde el inicio de la pandemia en Alemania, según el Instituto Robert-Koch de Vigilancia Sanitaria (RKI).

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