Fue a las 3.15 de la madrugada del miércoles cuando Carabineros recibió un llamado catalogado de “urgente”. Una mujer, identificada como familiar de un importante exmilitar venezolano, acusaba que hace pocos minutos un grupo de delincuentes había secuestrado al teniente coronel (R) Ronald Ojeda Moreno.
Enseguida, los policías acudieron al departamento de la víctima, ubicado en calle El Molino, en la comuna de Independencia, donde tras revisar las cámaras del edificio dieron con los hechos: cuatro sujetos, vestidos con ropas de la PDI, ingresaron al domicilio de Ojeda y a la fuerza lo sacaron del lugar.
Carabineros consultó en la PDI si mantenían algún procedimiento relacionado al teniente coronel (R) Ojeda, sin embargo, les señalaron que no había “procedimiento alguno en este lugar”. Cerrado ese círculo todo indicaba que se trataba de un secuestro en que los delincuentes se hicieron pasar por detectives para ingresar al edificio.
De inmediato, Carabineros reportó a la Fiscalía, constituyéndose en el lugar el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) en la Región Metropolitana, además de un equipo de la Bipe Antisecuestros de la PDI.
El caso, con el correr de las horas fue tomando otros ribetes, dado que la información que comenzó a recoger la policía apuntaba en dos direcciones: Ojeda es un reconocido disidente de Nicolás Maduro, y -según fuentes de gobierno- en 2018 comenzó a tramitarse su refugio político en Chile, hasta que en noviembre del 2023, se le entregó su pasaporte como refugiado.
Por lo mismo, una de las líneas investigativas es que el motivo de su secuestro tenga motivaciones políticas por encargo.
Es en ese escenario que circula la tesis de que el exuniformado ya no esté en Chile. Allí, expertos en este tipo de casos advierten en que su salida por tierra es prácticamente imposible, sin embargo, si la huida fue por aire hacia Venezuela, esta posibilidad toma más fuerza, aunque el operativo y el plan que pudiera haber permitido eso habría tenido que contar sí o sí con ayuda profesional.
Guarequena Gutiérrez, exrepresentante de Juan Guaidó en Chile, indica que “se ha dicho que está en Venezuela, pero no tenemos forma de confirmarlo. Tenemos que esperar lo que diga la investigación”.
Gutiérrez agrega un antecedente relevante: “Sabemos que esto no había ocurrido en Chile, lo habíamos visto en Colombia, con un caso muy parecido, y tampoco se pudo hablar de una incursión militar en territorio extranjero, porque fue un grupo armado el que hizo el secuestro, pero de todas maneras estos se lo entregaron al régimen de Nicolás Maduro”.
En la indagatoria no descartan nada, más cuando aparece un dato no menor: ningún miembro de la familia de Ojeda fue contactada luego del secuestro para ponerle valor al rescate.
Eso sí, conforme con lo expuesto por Iván Simonovis, excomisionado Especial de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Venezuela, la hermana de Ojeda habría recibido un llamado que alertaba de que este ya estaba en territorio venezolano.
“La esposa (de Ojeda) manifestó que los secuestradores eran militares y los que hacen ese tipo de trabajo son los de la DGCIM. Los familiares están en la PDI declarando, no les permiten hacer llamadas, pero ellos fueron quienes informaron que desde Venezuela les habían dicho que Ojeda ya estaba allá”, complementó en conversación con La Tercera.
La otra hebra investigativa podría apuntar a un presunto vínculo del militar (R) con bandas criminales extranjeras en Chile, por lo que también podría tratarse de un ajuste de cuentas. Hasta ahora, la información sólo ha sido manejada como trascendidos y a través de fuentes policiales, dado que el Ministerio Publico decretó la reserva de la causa.
Refuerzos en pasos fronterizos
Tras las primeras diligencias -lideradas por el fiscal regional Sur, Héctor Barros- los policías dieron con la información de que el auto que utilizaron los delincuentes para perpetrar el secuestro había aparecido en la autopista Costanera Norte, en la comuna de Renca.
En su interior había un chaleco antibalas y un casco, todos con insignias de la PDI, además de un arma con 14 tiros disponibles. Los elementos fueron recogidos por los peritos, desde donde los investigadores esperan levantar evidencia que apunte a la identidad de los secuestradores.
La Fiscalía, además, solicitó la revisión de las cámaras de las autopistas que pudieron haber tomado los delincuentes y así ver si se utilizó un segundo auto para la huida, algo que hasta el cierre de esta edición aún estaba en proceso de análisis.
Las unidades fronterizas, también fueron notificadas, donde se reportó el nombre de la víctima, como también una fotografía de este, en caso de que sus secuestradores intenten sacarlo del país. Carabineros, la PDI y también el Ejército, activaron una especie de “operación rastrillo”.
A medida que la información comenzó a levantarse, en La Moneda se activaron las alarmas. El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se reunió primero con el director de Migraciones, Luis Thayer, y después con el canciller Alberto Van Klaveren; representantes del Ejército; Carabineros, y el ministro de Justicia, Luis Cordero.
Entrada la tarde, el subsecretario Manuel Monsalve confirmó: “Efectivamente hubo un secuestro de un ciudadano venezolano durante la madrugada (...) Como se han levantado muchas hipótesis, quiero reiterar que el gobierno se hace cargo de todas. En ese contexto, durante el transcurso de la mañana el gobierno le ha pedido a las policías que refuerce los controles fronterizos. También se ha solicitado levantar una alerta de Interpol, lo que ya se ha hecho. En tercer lugar, se pidió al Ministerio de Defensa fortalecer los controles que se llevan adelante por parte de la policía marítima, DGAC y de los jefes de áreas fronterizas”.
El teniente Ojeda
El nombre de Ojeda apareció de sorpresa entre las autoridades chilenas, aunque en Venezuela no es un desconocido.
El 19 de abril de 2017 el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela llevó a cabo la detención de cuatro tenientes del Ejército bolivariano, a quienes acusaban estar involucrados en actos conspirativos en contra del régimen de Nicolás Maduro. En el listado de los supuestos miembros del grupo figuraba un militar que durante las últimas horas su nombre ha sonado en el país: Ronald Leandro Ojeda Moreno.
En esa ocasión fueron acusados de ser miembros del grupo “Movimiento por la Libertad y la Democracia”, estaban acusados de redactar un documento que desconocía a Maduro como comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), según informó en aquel entonces el medio local Aperra.org.
Desde entonces no se tuvo más noticias del teniente Ojeda, eso hasta que el 30 de noviembre del mismo año, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) trasladara a nueve militares presos en la Cárcel de Ramo Verde hasta otro recinto penitenciario, momento en el que la casi decena de militares recluidos se fugara tras intimidar a los custodios. Entre quienes lograron escapar ese día estaba el teniente Ojeda, quien logró huir, mientras otro preso falleció en el lugar por un enfrentamiento, según reportó El Nacional.
Tras el escape, el militar ahora reportado como secuestrado en Chile, denunció que había sido torturado mientras estuvo preso. Algo que también ha dejado registrado en sus redes sociales, específicamente en X, donde apuntó a “los ‘generales y políticos’ son unos payasos sin moral, tiranos de turno”. Misma red social donde ha expuesto sus opiniones contrarias al régimen de Maduro y la izquierda latinoamericana.
El 2019 los medios venezolanos reportaron que Ojeda estaba entre la segunda lista de los militares que el régimen de Maduro expulsó y degradó del Ejército. Todo esto en un intento por contener las rebeliones internas al interior de las instituciones militares venezolanas.
Pese a que ya estaba en Chile por esa fecha, el pasado 24 de enero el Ministerio de Defensa de Venezuela publicó un comunicado en el cual informaba la degradación de 33 exmilitares, quienes eran acusados de traición a la patria al participar en la operación “Brazalete Blanco” que contemplaba un ataque a instalaciones militares en Táchira y el atentado contra el gobernador de ese estado, Freddy Bernal. Listado en el que también figuraba el nombre de Ronald Ojeda.
El comunicado del gobierno venezolano de ese día sostuvo que la decisión fue ordenada por Maduro y se daba porque estos militares “no son dignos de pertenecer a nuestras filas”. El comunicado concluía: ¡Cero tolerancia con los traidores!, ¡Chávez vive... la Patria sigue”, ¡Leales siempre...Traidores nunca!”.
En Chile, Ojeda es buscado por las policías y el Ejército, transformándose -desde ahora- en uno de los casos en que el gobierno tendrá puestas todas sus miradas.