Georgia, Finlandia, Kazajistán e incluso Mongolia: los destinos de los rusos que escapan de la movilización de Putin
El Ministerio de Defensa ruso ha dicho que se convocará a unos 300.000 hombres con experiencia en combate o que hayan cumplido con el servicio militar, pero desde varias regiones del país llegan informes de que los reclutadores recogen a hombres que no cumplen con esa descripción para ir a Ucrania. Esto aumenta los temores de una movilización mucho más amplia.
A menos de una semana que el Presidente Vladimir Putin anunciara una movilización parcial de reservistas para combatir en Ucrania, más de 260.000 hombres ya huyeron del país.
El Ministerio de Defensa ha dicho que se convocará a unos 300.000 hombres con experiencia en combate o que hayan cumplido con el servicio militar, pero desde varias regiones rusas llegan informes de que los reclutadores recogen a hombres que no cumplen con esa descripción. Eso ha generado temores de una movilización mucho más amplia, y multitudes de hombres de todas las edades y orígenes han acudido a los aeropuertos y cruces fronterizos.
El portal The Bell informó que a algunos se les ha negado la salida en aeropuertos y cruces fronterizos. Mientras que al menos 11 oficinas de alistamiento militar fueron incendiadas en Rusia desde el anuncio de movilización de Putin, el 21 de septiembre pasado.
Casi 100.000 rusos cruzaron la frontera a Kazajistán, dijeron funcionarios kazajos el martes. El ministro del Interior kazajo, Marat Akhmetzhanov, señaló que no se los enviará de regreso, salvo en el caso de que se encuentren en una lista internacional de personas buscadas bajo acusaciones criminales.
Mientras que el Presidente Kassym-Jomart Tokayev ordenó a su gobierno que ayude a los rusos que entran a su país “debido a la actual situación sin salida”. “Debemos cuidarlos y garantizar su seguridad. Es un problema político y humanitario. Ordené al gobierno que tome las medidas necesarias”, manifestó, tras añadir que Kazajistán discutirá la situación con Moscú.
El aumento del flujo migratorio también es palpable en Georgia, donde las llegadas de rusos han subido al menos un 40% desde el anuncio de la movilización. Las autoridades locales estiman que, cada día, unos 10.000 ciudadanos rusos cruzan hacia territorio georgiano.
El ministro del Interior, Vajtang Gomelauri, confirmó que su gobierno no cerrará las fronteras y se limitará por ahora a reforzar las tareas de control. En el paso de Verkhny Lars, el más transitado, las filas de vehículos al otro lado han llegado a alcanzar los 25 kilómetros, informa la cadena BBC.
Las imágenes, ampliamente difundidas en las redes sociales, muestran filas de automóviles que no solo llegan hasta Georgia, sino que también a Mongolia.
“Es un caos total”, dijo Rodion Logvin, de 30 años, a The Moscow Times después de llegar a Georgia tras un angustioso viaje de 1.931 kilómetros desde Moscú, durante el cual, dijo, esquivó varios controles policiales. Logvin afirma que esperó 34 horas en la frontera antes de que se le permitiera ingresar a Georgia.
Ese país se ubica entre Rusia y Turquía y siempre ha sido un destino favorito para los turistas rusos, famoso por su comida, vino y las pintorescas montañas del Cáucaso.
A diferencia de varios estados de Europa del Este y del Norte, ha permanecido abierto a los ciudadanos rusos, y el relajado sistema de visas y la familiaridad de los lugareños con el ruso han facilitado la instalación. Pero los dos vecinos comparten una relación incómoda debido a su turbulento pasado.
Después de la escisión de la Unión Soviética en 1991 estalló una guerra civil en Georgia en la que dos regiones separatistas, Abjasia y Osetia del Sur, se escindieron con la ayuda de Moscú.
En 2008, Rusia libró una breve guerra en nombre de los separatistas, y las fuerzas rusas todavía están estacionadas en lo que se reconoce internacionalmente como territorio georgiano.
Aquellos con visa para Finlandia o Noruega llegan por tierra, al tiempo que los pasajes de avión al exterior están agotados, a pesar de los precios altísimos.
Al menos 66.000 ciudadanos rusos entraron en la Unión Europea la semana pasada, lo que supone un 30% más de llegadas con respecto a la semana anterior. La mayoría de las personas ha pisado suelo europeo a través de Finlandia y Estonia.
Este aumento “significativo” de los cruces, especialmente a través de Finlandia, se refleja también en los 30.000 ciudadanos rusos que han llegado al país en los últimos cuatro días, explicó en un comunicado la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).
Estos ciudadanos rusos llegan a la Unión Europea con permisos de residencia, así como con visados para los estados miembros de la UE o asociados a Schengen, e incluso algunos de ellos tienen la doble nacionalidad.
Finlandia ya ha anunciado una política “estricta” para reducir la emisión de visados a los rusos que entren por su frontera en un intento por contener la situación, ya que ello ha causado un “grave daño a la posición internacional de Helsinki”.
La Guardia Fronteriza de ese país planteó el lunes la construcción de una valla que cubriría unos 260 kilómetros para reforzar las zonas consideradas de mayor riesgo -la frontera se extiende por unos 1.300 kilómetros-, dentro de un plan más amplio para facilitar las labores de vigilancia.
La ministra del Interior, Krista Mikkonen, no ha descartado esta posibilidad y ha abogado porque el gobierno en su conjunto estudie la propuesta, según comentó en una entrevista a la cadena Yle.
“Frontex estima que es probable que aumenten los cruces fronterizos ilegales si la Federación Rusa decide cerrar la frontera para posibles reclutas”, añadió.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha aclarado que no tiene previsto solicitar la repatriación de los ciudadanos que se encuentren en otros países, descartando, por tanto, la potencial deportación de los rusos que han llegado por miles en estos últimos días a los países vecinos.
Moscú afirmó que, pese a la “movilización parcial”, no se promoverá un retorno “forzoso” de los hombres que no se encuentren en territorio ruso. Así, indicó que no lanzará ningún llamado a países vecinos, como Kazajistán y Georgia, según la agencia Interfax.
Por otro lado, la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania informó que la policía rusa estableció puntos de control para impedir que los hombres en edad militar abandonen la región conocida como krái de Krasnodar, ubicada en el sur de Rusia.
Rusia cerró temporalmente el óblast de Rostov, informó el Ejército ucraniano. Las regiones de Rostov y Krasnodar limitan con los territorios de Ucrania ocupados por Rusia.
Decenas de miles de rusos han sido reclutados y algunos ya han llegado a las bases militares, dijo el Ministerio de Defensa de Reino Unido. Ucrania espera que los efectivos recién movilizados de Rusia sean enviados al frente dentro de seis semanas, según el Financial Times.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.