Si durante el primer semestre de 2019 se realizaron 7.862.340 consultas médicas -entre las atenciones de especialidad y de urgencia-, el número bajó drásticamente a 7.183.704 en el mismo periodo de 2023, lo que se traduce en 678.636 prestaciones menos en el sistema de salud, descenso que tiene en alerta a diversos actores del sistema, justo en momentos en que la gestión de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, está seriamente cuestionada. Esto, de hecho, podría abrirle otro flanco.

La cifra en cuestión fue informada en el último reporte que envió el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, a la Comisión Mixta de Presupuesto el pasado 17 de agosto.

¿Qué significa esto? Que la producción hospitalaria del sistema no ha vuelto a los niveles que tenían antes de la pandemia por Covid-19, pese a que los recursos humanos y económicos son superiores. De hecho, según lo observado por el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (Ipsuss), el número de camas hospitalarias recuperó el nivel de 2019, pero los egresos hospitalarios muestran un retroceso de 8%, las consultas de urgencias caen 10%, las consultas de especialidad (presenciales) descienden 8% y los partos son 21% menos.

Esta situación es una alerta para los especialistas en salud, quienes advierten que ya se debería recuperar la productividad que había antes de la crisis sanitaria, pues el Covid-19 ya no produce una alta demanda asistencial y los recursos han aumentado.

En ese contexto, Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, asegura que “hay un problema de productividad en el sector y esta estaría siendo afectada aproximadamente entre 3% y 4% cada año de menor producción, por cada unidad de insumo, llámese recurso humano o financiero. En otras palabras, para producir lo mismo que se estaba produciendo hace 10 años, hoy día estás necesitando una cantidad de recursos sustancialmente superior”.

Y es que además de que los recursos han aumentado en cada presupuesto anual, también lo ha hecho el personal debido a la contratación de honorarios Covid-19. De hecho, en los últimos cinco años el crecimiento del recurso humano en salud ha sido de aproximadamente 55 mil personas. Durante 2019 la dotación fue de 144.986 personas, es decir, 7,59 funcionarios por cada mil habitantes. Actualmente hay 200.801 funcionarios, lo que configura una tasa de 10,06. Con el fin de la alerta estas cifras quedarían en 194.454 y 9,76, respectivamente.

Otro indicador que preocupa a los expertos es el aumento de las cirugías de urgencia, las que pasaron de 76.302 durante el primer semestre de 2019 a 85.658 durante el mismo periodo de este año. “Esto significa que la gente que está en lista de espera por problemas quirúrgicos prefiere ir al servicio de urgencia. Casi 75% de la lista de espera quirúrgica está entrando por está vía, la gente no aguanta más y se va a urgencia”, explica Enrique Paris, presidente del Ipsuss.

Asimismo, el exministro de Salud sostiene que los egresos hospitalarios también preocupan, pues pasaron de 532.040 en 2019 a 489.195 en 2023. De hecho, afirma que “está disminución es algo inédito y el ministerio tiene que estudiarlo, porque es increíble que habiendo aumentado la lista de espera los egresos hayan disminuido”.

Luis Castillo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. Autónoma y exsubsecretario de Redes, explica que “esto quiere decir que se han hospitalizado muchas menos personas, porque los egresos hospitalarios son las altas de pacientes y tiene una íntima relación con la productividad”.

Fernando Araos, quien fue subsecretario de Redes Asistenciales desde marzo de 2022 a junio de 2023, aborda las críticas y explica que los egresos hay que verlos con cautela, pues explica que las estadías en los establecimientos son más largas debido a los cuadros de los pacientes: “Lo que está sucediendo en la red asistencial y lo que también explica que estemos viendo más cirugías de urgencias es que la complejidad de los pacientes ha aumentado producto de la pandemia”.

En esta línea y de acuerdo al mismo informe del Minsal, la estadía promedio de hospitalización pasó de 6,87 días en 2019 a 7,52 en 2023. Y, en el mismo transcurso de tiempo, el índice ocupacional también ha aumentado, pasando de 80,54% a 81,20%.

En relación a la productividad, el exsubsecretario Araos también explica que hay un aumento de recursos debido a la complejización de los pacientes: “Sabemos que existe un 15% más de costo para poder sacar adelante a los pacientes más complejos. Y este aumento de costo se debe a que requieren más atenciones, medicamentos de mayor costo, hospitalización en las unidades de cuidado intensivo y, por lo tanto, también mayor cantidad de personal en los cuidados de estos pacientes”.

Eso sí, respecto de la disminución de atenciones aclara que “todavía falta recuperar y aumentar el número de atenciones de especialidad. Si bien hay un aumento progresivo desde del 2021 en adelante, todavía falta para llegar a los niveles de la prepandemia, como los que había en 2019″.

Consultados por La Tercera por las cifras de este informe, el Ministerio de Salud no respondió.