En el entorno más cercano de Sebastián Sichel, aseguran, hasta hace sólo unos días se negaban a hablar del diseño de campaña que se iniciaría en caso de ganar las primarias.
No es que dudarán de la capacidad del exministro de Desarrollo Social y ex titular de BancoEstado en dar este domingo una sorpresa y pudiera revertir lo que las encuestas mostraban como el escenario más previsible: que ganara el exalcalde Joaquín Lavín. El silencio, en el equipo de Sichel, era, recalcan, más bien prudencia y enfocarse en lo inmediato.
Sichel y su equipo, sin embargo, saben que el camino que se abre a partir de hoy lunes no es fácil. Los desafíos que deberá afrontar el expresidente de BancoEstado tras ser ungido como abanderado de Chile Vamos con miras a la gran definición de noviembre, donde todavía está en duda la capacidad de la centroderecha de pasar siquiera a la segunda vuelta, siguen siendo complejos.
1. Aglutinar al sector
Entre los analistas políticos y expertos electorales no hay dudas de que se trata de uno de los primeros desafíos que deberá resolver tras vencer anoche en las primarias oficialistas. Es clave, señala Kenneth Bunker, cientista político de la London School of Economic and Political Science y director del sitio de análisis político Tresquintos, que Sichel consiga lo antes posible, ojalá dentro de esta semana, sentarse en un café con los otros tres precandidatos presidenciales del sector. “Lo primero es sentarse a conversar con Lavín y Desbordes, y conseguir el respaldo cerrado a su candidatura”, asegura.
Pero ese gesto no se ve tan fácil de conseguir para Sichel de parte del abanderado de Evópoli, Ignacio Briones.
Durante los debates, mientras eran evidentes el guante blanco y los puentes que se tejieron entre Lavín y Desbordes, quienes cuidaron en todo momento de no agredirse, entre Sichel y Briones la tesión saltaba a la vista.
Sichel le enrostró en más de una ocasión durante los debates televisados entre los candidatos de Chile Vamos, que fue uno de los principales responsables de que él saliera del gabinete y del comité político.
A la par que el extitular de hacienda le recordaba a Sichel el haberse opuesto al acuerdo entre el gobierno y los parlamentarios de oposición para definir los montos de las ayudas sociales para paliar los efectos sociales de la pandemia.
El desafío para Sichel será abrir los espacios para que se puedan limar las asperezas entre ambos y sumar con fuerza a Evópoli a su campaña.
“A Sichel le costará mucho más que a los otros precandidatos de Chile Vamos alinear detrás suyo a la institucionalidad de la centroderecha. Más aún cuando no cuenta con un partido que le sirva de eje para eso. Para él será más difícil ordenar a los partidos, ¿a quién le pedirá sacrificios para satisfacer las demandas de los otros partidos, si no cuenta con un partido al que pueda pedirle que ceda en favor de otros”, remarca el analista político Gonzalo Cordero.
La tarea por aglutinar al sector, sin embargo, va mucho más allá de quienes fueron sus contendores. Establecer una línea coherente entre su campaña presidencial con los convencionales constituyentes de Chile Vamos y el Partido Republicano, con los parlamentarios oficialistas y con los alcaldes de la centroderecha será también clave, y, tal vez, más difícil de lograr.
“Sichel parte con el desafío de lograr gobernabilidad dentro de su propia coalición”, dice Cordero.
En el entorno del recién electo abanderado de Chile Vamos aseguran que ya han avanzado algo en ese camino y que Sichel fue el candidato que contó con apoyo más transversales. En la campaña, el ex presidente de BancoEstado logró respaldos de personeros de la UDI hasta ex DC.
2. Atraer al centro
Para Gonzalo Cordero una de los desafíos más complejos para Sichel será crecer hacia el centro. Precisamente porque el exministro de Desarrollo Social proviene precisamente de ese mundo: fue por más de 15 años militante de la DC. “En la centroderecha es bien mirado aquella persona que se atreve a cruzar la línea y se viene a tu lado. Pero ese mismo factor es mal visto por el electorado de centro y centroizquierda”, añade Cordero.
El desafío para Sichel con miras a ganar la presidencial en noviembre, coinciden analistas y expertos electorales, será congraciarse con el electorado de centro, el mismo que abandonó.
En el entorno de Sichel recalcan que ese es uno de los objetivos precisamente del proyecto político que está detrás de la candidatura del exministro de Desarrollo Social: ampliar la base cultural de Chile Vamos hacia el centro y los independientes.
3. Diálogo con Republicanos
De los cuatro candidatos que se midieron en las primarias de Chile Vamos, Sichel es quien más dificultades podría tener para iniciar un diálogo con José Antonio Kast y entenderse con el Partido Republicano, señalan Gonzalo Cordero y Kenneth Bunker.
El temor en el oficialismo es que el triunfo de Sichel aliente a José Antonio Kast a seguir adelante con su candidatura presidencial para las elecciones de noviembre, pues el mundo que él representa no se vería reflejado en el abanderado de Chile Vamos.
Tras lo ocurrido en las elecciones de gobernador de la Región Metropolitana, donde la candidata de Chile Vamos, Catalina Parot, salió cuarta y no logró pasar a segunda vuelta, el miedo en la centroderecha es que pueda repetirse el escenario y quienes disputen en definitiva la segunda vuelta sean los candidatos de Unidad Constituyente y de Apruebo Dignidad. “Para José Antonio Kast serán menos los incentivos para no competir si ve que el candidato de su representa a otro mundo”, recalca Cordero.
4. Quiebre con la idea de continuidad
Romper la inercia, la percepción de que el suyo no será simplemente un nuevo gobierno de derecha, es uno de los desafíos que tiene por delante, sostiene Cristián Valdivieso. No se trata simplemente de tomar distancia del gobierno de Sebastián Piñera y de la baja popularidad de la actual administración, algo que ya hicieron todos los candidatos en las campañas de primarias.
“Piñera ganó con los votos de miles de independientes de centroderecha, a ellos se les ofreció estabilidad, crecimiento económico y control de la delincuencia, en todas esas áreas estamos al debe, por lo mismo urge recuperar las confianzas en que el suyo no será un gobierno igual que el anterior”, admite el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, y quien ofició de vocero del comando de Lavín durante el periodo previo a las primarias.
5. Levantar la moral de la derecha
La seguidilla de derrotas electorales -sufridas entre el año pasado y lo que va de este- tiene sumida a la derecha en uno de sus peores momentos.
Por lo mismo, el desafío de Sichel es construir una nueva épica para su sector, devolverle la confianza en que es posible ganar la próxima presidencial. Eso es clave para que el candidato pueda reordenar sus huestes y movilizar a su electorado en los territorios. Que haya interés por parte de los candidatos a parlamentarios del oficialismo por hacer campaña con Sichel y que busquen asociar su imagen a la del presidente del BancoEstado y actual abanderado de Chile Vamos.