Porteño, hincha de Santiago Morning y profesor de Historia y Ciencias Sociales, el nuevo ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), no es precisamente un debutante en su cartera.
Fue subsecretario de Educación entre marzo y septiembre de 2022 y desde ese cargo le tocó asumir en algunas ocasiones como ministro subrogante ante ausencias temporales de Marco Antonio Ávila (RD), quien dejó el Mineduc.
Sin embargo, su asunción como titular de esta secretaría de Estado marca un hito histórico y un gesto particular para el Partido Comunista, colectividad que en los últimos meses venía manifestando un creciente malestar con el derrotero del gobierno del Presidente Gabriel Boric, especialmente con la agenda de seguridad y la demora de los compromisos sociales.
La decisión de Boric implica darle al PC un mayor protagonismo dentro su administración y, con ello, amarrar aún más las lealtades de esta colectividad, tensionada también por la delicada situación de salud de su presidente, Guillermo Teillier, y por un incierto proceso de sucesión en la jefatura partidaria.
Hoy el Mineduc es la cartera con el mayor presupuesto del gobierno, con más de 14 billones de pesos ($ 14.074.314.043.000). Y por primera vez en sus 111 años de historia, el PC estará a cargo de ese ministerio, un sector con el que ha tenido una estrecha vinculación y una vocación especial en su acción política.
La misma historia personal de Cataldo es muestra de ello. Tras estudiar Pedagogía en la Universidad de Valparaíso, asesoró en temas educacionales al Colegio de Profesores, a la bancada del PC y a la segunda administración de Michelle Bachelet.
“Valoramos profundamente el nombramiento de Nicolás Cataldo... Creemos que entre todas y todos podemos retomar una iniciativa política, que ponga en el centro a la educación como uno de los pilares de reformas estructurales”, dijo la diputada Daniela Serrano, presidenta de las Juventudes Comunistas.
Mayor peso
Además de la marca histórica de llegar al Mineduc, para el PC implica adquirir un mayor compromiso con el gobierno de Boric, donde ya dos de sus militantes -Camila Vallejo y Jeannette Jara- encabezan el Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob) y el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, respectivamente.
Ahora serán tres ministerios, misma cantidad de carteras que ocuparon los comunistas en los primeros cinco meses del gobierno del Presidente Gabriel González Videla (noviembre de 1946 a abril de 1947) y en los tres años de la administración del Presidente Salvador Allende (1970-1973, donde no estuvieron siempre en las mismas carteras, salvo en el Ministerio del Trabajo).
La llegada de Vallejo a la vocería (la Segegob), un ministerio que es parte del comité político de La Moneda, ya era un paso histórico. Nunca un militante comunista había ejercido en el “centro de gobierno” (concepto usado en la ciencia política para definir el principal grupo de decisiones).
Este peso se reforzó con la incorporación de Jara al comité político, en septiembre de 2022, como gesto de compensación de Boric al PC, luego de la frustrada designación del mismo Cataldo como subsecretario del Interior en reemplazo de Manuel Monsalve (PS).
Por ello, con el regreso de Cataldo al Mineduc, ahora como ministro, los comunistas suben un peldaño más en el actual período presidencial, en el que han tenido que acomodar su histórica postura: “Con un pie en la calle y otro en el gobierno”, tesis que levantó Teillier en la segunda administración de Bachelet.
A diferencia del mayor involucramiento que han tenido que asumir en el mandato de Boric, en los tres gobiernos anteriores en los que han participado (en Bachelet II, en la UP con Allende y con González Videla), los comunistas habían optado por roles de segundo orden, lo que les permitía tener flexibilidad para tomar distancia de decisiones que no compartían, especialmente en materia económica y en seguridad y orden público.
Por ejemplo, en 2013, pese a que el PC apoyó la candidatura presidencial de Bachelet desde un principio y fue fundador de la Nueva Mayoría, recién acordó ponerse a disposición de la entonces Presidenta electa una semana después de la segunda vuelta.
Al final, Bachelet nombró a Claudia Pascual en la Secretaría de la Mujer. En Trabajo, en tanto, el PC accedió a la Subsecretaría de Previsión Social con Marcos Barraza, quien al año siguiente se convertiría en titular de Desarrollo Social con oficina en La Moneda, pero fuera del comité político. Ellos fueron los únicos ministros comunistas que tuvo Bachelet.
Durante el gobierno de Allende (1970-1973), tampoco encabezaron un ministerio político. En esos años, las carteras políticas eran tres: Interior, Secretaría General de Gobierno y Relaciones Exteriores, que funcionaba en La Moneda.
Si bien durante la UP los comunistas lideraron el Ministerio de Hacienda, entre 1970 y 1972, éste no tenía el peso que adquirió después de 1980. En el gobierno de la Unidad Popular, además ejercieron las carteras de Trabajo, Economía (después de dejar Hacienda), Obras Públicas y Justicia (cartera que ocuparon al abandonar OO.PP.).
Con González Videla, los comunistas solo ocuparon tres carteras: Obras Públicas, Agricultura y Tierras (Bienes Nacionales), hasta que rompieron su alianza con el Mandatario, en abril de 1947.