Rusia redobla ataques contra Kiev y advierte que sus relaciones con EE.UU. están “al borde del colapso”

Si bien el Presidente Volodymyr Zelensky reiteró que estaba "listo para negociar" con Vladimir Putin, afirmó que "Ucrania no puede aceptar ningún ultimátum de Rusia”. “En primer lugar, habrá que destruirnos a todos”, declaró.


En el día 26 de la guerra, los intensos combates continuaban al norte de Kiev mientras las fuerzas rusas persistían en su bloqueado esfuerzo por cercar la capital de Ucrania. A la par, Moscú advirtió durante la jornada que las relaciones con Washington están “al borde de la ruptura” y convocó al embajador estadounidense para expresarle su protesta por las recientes declaraciones del Presidente Joe Biden sobre su par ruso, Vladimir Putin.

En una actualización en medios sociales, el Ministerio británico de Defensa informó ayer que los avances rusos desde el nordeste de Kiev se han bloqueado, mientras que las tropas que avanzaban desde Hostomel, al noroeste, se habían visto repelidas por una firme resistencia ucraniana. El grueso de las fuerzas rusas estaba a más de 25 kilómetros del centro de la ciudad. “Pese a la falta continuada de progresos, Kiev sigue siendo el principal objetivo militar ruso y es probable que prioricen el cerco de la ciudad en las próximas semanas”, indicaron las autoridades británicas.

En efecto, Kiev fue blanco de numerosos ataques la semana pasada, incluyendo uno el domingo contra un edificio residencial que dejó cinco heridos. Y la ofensiva se acentuó en las últimas horas con el bombardeo a un centro comercial de la capital que se saldó con, al menos, ocho muertos, según la Fiscalía General.

El centro comercial Retroville, en el noroeste de Kiev, fue alcanzado por una fuerte bomba que pulverizó los vehículos estacionados en el lugar y dejó un cráter abierto de varios metros de largo frente al edificio de 10 pisos, que quedó calcinado. Toda la parte sur del recinto quedó destruida, al igual que un gimnasio en el estacionamiento, constató France Presse.

Si bien el Ministerio de Defensa ruso reconoció ayer el ataque sobre el centro comercial de Kiev, aseguró que estaba vacío y que era utilizado como base para un vehículo lanzamisiles MLRS y para almacenar munición y proyectiles autopropulsados. “Unidades nacionalistas ucranianas han ocupado durante días edificios residenciales del barrio Vinohradar de Kiev para disparar contra militares rusos utilizando lanzamisiles”, afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Igor Konashenkov, citado por la agencia de noticias rusa TASS.

Pero al asedio ruso a los civiles rusos no se limita a Kiev. Una manifestación en Kherson, ciudad del sur de Ucrania ocupada por las fuerzas rusas, fue dispersada ayer con disparos de armas automáticas y gases lacrimógenos, dejando al menos un herido, según videos de dos medios locales. Los videos muestran a los manifestantes avanzando hacia el centro de la Plaza de la Libertad enfrentándose a los militares, que abren fuego.

En tanto, un proyectil ruso alcanzó una planta química a las afueras de la ciudad de Sumy la madrugada de ayer, según la Fiscalía General ucraniana, lo que provocó una fuga en un tanque de amoniaco de 50 toneladas que llevó horas contener. Por su parte, el portavoz militar ruso Igor Konashenkov dijo que la fuga había sido “una provocación planeada” de las fuerzas ucranianas para acusar falsamente a Rusia de un ataque químico.

En Odesa, por su parte, las autoridades locales denunciaron ayer un ataque por parte del Ejército de Rusia, el primero desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, y detallaron que fue ejecutado por barcos de guerra estacionados frente a las costas de la localidad.

El municipio de Odesa indicó en un mensaje en Telegram que “los fascistas rusos golpearon a primera hora de la mañana edificios residenciales en los que dormían residentes de Odesa”.

“Los bomberos llegaron al lugar rápidamente y extinguieron el incendio, sin que haya muertos. En estos momentos, los trabajadores ayudan a los servicios de rescate para limpiar los escombros”, agregó. “No dejaremos Odesa y lucharemos por nuestra ciudad”, recalcó el alcalde de la ciudad, Genadi Trujanov.

El jefe de la Administración Militar Regional de Odesa, Serhiy Bratchuk, destacó que dos barcos rusos abrieron fuego de forma indiscriminada contra la ciudad y acusó a Moscú de intentar “presionar psicológicamente” a la población.

En medio de esta ofensiva rusa, el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, rechazó los “últimátums” planteados por Rusia. “Ucrania no puede aceptar ningún ultimátum de Rusia. En primer lugar, habrá que destruirnos a todos, únicamente entonces se respetarán sus ultimátums”, declaró el mandatario al portal de información ucraniano Suspilne, rechazando las exigencias de Moscú sobre Mariupol.

El mando militar del Kremlin había advertido a las autoridades de Mariupol que tenían hasta “las 5 de la mañana (...) del 21 de marzo” para responder a ocho páginas de demandas, que según responsables ucranianos equivaldrían a una capitulación.

Pese a esto, en una entrevista transmitida el domingo por la cadena CNN, Zelensky reiteró que estaba “listo para negociar” con Putin, y subrayó que “sin negociaciones no podremos terminar con esta guerra”. “Estoy listo para negociar con él. Estoy listo desde los dos últimos años y creo que sin negociaciones no podremos terminar con esta guerra”, afirmó en el programa “Fareed Zakaria GPS” en el marco de la cuarta semana de combates en territorio ucraniano.

Pero el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que hacían falta más progresos en las negociaciones antes de que el presidente ruso pudiera reunirse con su homólogo ucraniano. Peskov señaló que “para hablar de una reunión de los dos presidentes, primero es necesario hacer las tareas, es necesario celebrar conversaciones y acordar los resultados”. “Por ahora no se ha obtenido un movimiento significativo” en las conversaciones, añadió, y “no hay ningún acuerdo al que pudieran comprometerse” en una reunión conjunta.

Moscú tampoco tuvo buenas noticias para Washington. Rusia advirtió ayer que las relaciones con Estados Unidos están “al borde de la ruptura” y convocó al embajador estadounidense para expresarle su protesta por las declaraciones recientes del Presidente Joe Biden sobre el líder del Kremlin.

En un boletín de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia mencionó “declaraciones recientes inaceptables” de Biden sobre Putin. Hace pocos días, el inquilino de la Casa Blanca calificó a Putin de “criminal de guerra” por la invasión rusa de Ucrania.

El ministerio ruso añadió que en el encuentro con el embajador norteamericano John Sullivan en Moscú, “se le enfatizó que comentarios como esos por un presidente de Estados Unidos, incongruentes para una figura de ese status, ponen a las relaciones entre Rusia y Estados Unidos al borde de la ruptura”.

Según informó ayer el diario The Wall Street Journal, Estados Unidos está enviando parte del equipo de defensa aérea de fabricación soviética que adquirió en secreto hace décadas para reforzar el Ejército ucraniano en su intento de defenderse de los ataques aéreos y de misiles rusos, dijeron funcionarios estadounidenses.

Los sistemas, que según un funcionario estadounidense incluyen el SA-8, tienen décadas de antigüedad y fueron adquiridos por Estados Unidos para poder examinar la tecnología utilizada por el Ejército ruso y que Moscú ha exportado a todo el mundo.

Acentuando más las diferencias con EE.UU., un tribunal ruso prohibió las redes sociales Facebook e Instagram por considerar que realizan actividades “extremistas”, una medida con la que Moscú busca controlar la información en línea sobre la ofensiva en Ucrania. La aplicación de mensajería WhatsApp, también propiedad de Meta, no se ve afectada por esta medida, ya que el tribunal estimó que no se usa como medio de “difusión pública de información”.

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