“Se aporta más dando un paso al costado” y “es una persecución”: presidentes del oficialismo se enfrentan sobre futuro de Giorgio Jackson
La nueva arremetida constitucional de la derecha contra el ministro de Desarrollo Social volvió a dividir a las dos almas del gobierno. En el Socialismo Democrático algunos son más duros respecto del rol del también amigo del Presidente Boric, mientras que en Apruebo Dignidad los dirigentes se inclinaron por blindar al secretario de Estado.
En medio de la ofensiva de la derecha por -en un segundo intento- acusar constitucionalmente al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, desde los partidos de la alianza de gobierno -que agrupa al Socialismo Democrático y a Apruebo Dignidad-, los timoneles tienen distintos diagnósticos sobre lo que debiese hacer el secretario de Estado.
Mientras que desde los partidos del Frente Amplio defienden su gestión, al interior del Socialismo Democrático apuntan a que Jackson se ha convertido en un verdadero problema para el Ejecutivo y la realización de su programa de gobierno.
En esa línea, la timonel del PPD, Natalia Piergentili, sostuvo que “él en su fuero interno debe estar evaluando cuánto contribuye al proyecto su permanencia, me imagino que es parte de lo que él analiza”.
En todo caso, Piergentili es de la idea de que existe una “fijación” por el ministro que “ha permitido invisibilizar la discusión de la agenda sobre pensiones y otras materias que son de mucha relevancia”. En ese sentido, agregó que “la agenda ha sido tomada por la acusación”.
Ella deja en claro que no se puede “bailar al son de la oposición”, aunque reconoció que “estamos escuchando la música que ponen”.
Su línea es compartida por el futuro presidente del PPD, Jaime Quintana. El senador -por quien el Ejecutivo abogó- dijo a La Tercera que “el ministro Jackson se ha transformado, en los hechos, en un problema para La Moneda”. Este jueves el expresidente del Senado remarcó sus dichos: “Podemos tener diferencias con el proceder y el actuar político del ministro Jackson, en esta mesa también las tenemos”.
Si bien el líder del Partido Radical, Leonardo Cubillos, reconoció que el Presidente de la República es el único facultado para determinar ajustes en su gabinete, sostuvo que las autoridades de confianza política han sido nombradas “para cumplir los objetivos del gobierno”. En consideración de eso, dijo, “cuando esos objetivos se ven perturbados, obstaculizados o no son el aporte esperado, el examen de conciencia debe ser realizado por ellos en su fuero interno, a fin de dar un paso al costado para facilitar la gestión del Presidente”.
“Ese es el espíritu que debe imperar e inspirar a cada autoridad de confianza política, cualquiera que sea”, agregó el radical.
En tanto, el presidente del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa, sostuvo que la posibilidad de que Jackson renuncie “es una evaluación que debe hacer el ministro Jackson y lo hará en su momento. Él como todos nosotros quiere que al gobierno le vaya bien. Lo evaluará él o el Presidente”.
En todo caso, aseguró que “seguir dándole vuelta al tema es un absurdo. Seguimos discutiendo entre partidos de los problemas de partido y la verdad es que hay que enfocarse en lo que está faltando para la gente (...). ¿La derecha quiere hacer leña del árbol caído? Perfecto. Pero creo que es inoficioso”.
Si bien La Tercera se comunicó con la senadora Paulina Vodanovic, quien preside el Partido Socialista, ella prefirió no participar de este artículo aludiendo a su condición de senadora, rol bajo el que eventualmente tendría que referirse a la decisión que tome la Cámara de Diputados en la acusación constitucional contra Jackson.
Quien sí comentó la situación del ministro de Desarrollo Social fue el otro integrante de la directiva socialista, el diputado Leonardo Soto. Él afirmó que “si (Jackson) ayuda al gobierno o no, eso va a tener que definirlo el Presidente Gabriel Boric, que es quien designa a los ministros, los evalúa y hace el análisis político. Es una decisión exclusiva de él si Giorgio Jackson continúa en su cargo o no”.
“Si Jackson llegara a renunciar, no existe ninguna garantía de que la polarización e iniciativas comunicaciones para derribar autoridades que ha enarbolado en estos días la ultraderecha vaya a cesar”, advirtió el diputado.
El blindaje de Apruebo Dignidad
A diferencia del Socialismo Democrático, dentro de Apruebo Dignidad tienden a defender la gestión del secretario de Estado. En esa línea, el presidente de Revolución Democrática -colectividad fundada por Jackson-, el senador Juan Ignacio Latorre, sostuvo que “los republicanos están haciendo un punto político, están desviando el foco de lo relevante que amerita para el país. A la ciudadanía no le interesan estas peleas estériles, sin fundamentos, calumniosas. No vamos a estar injuriando a un ministro como si fuera el responsable de todos estos casos (en referencia al lío de platas)”.
En tanto, el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, acusó que al ministro “la derecha lo eligió para convertirlo en un potencial flanco para golpear al gobierno y al proyecto” y que existe una “política intencionada de la derecha, con el fin de buscar una medición de fuerzas con el Presidente”.
En ese entendido, según el exdiputado, “conceder eso es un punto débil desde el punto de vista de cómo es el fair play de la política. Uno no puede conceder eso en una ilusión de que eso resuelve el problema. Así como está instalado el objetivo sobre el ministro Jackson, luego será otro ministro si es que no se precisan las cosas”.
Por su parte, el presidente de Acción Humanista, el diputado Tomás Hirsch, manifestó que “a los ministros hay que evaluarlos por la tarea y funciones que les corresponden en sus carteras”. En ese entendido, según él, “el ministro Giorgio Jackson ha cumplido perfectamente bien con las tareas que le ha encomendado el Presidente. Por lo tanto, no veo ninguna razón para que tenga que renunciar”.
“Lo que hay acá es una persecución, desde mi punto de vista, totalmente absurda por parte de la derecha, que tiene una obsesión más bien de tipo psiquiátrica con el ministro Jackson”, complementó.
Marco Velarde, líder del partido Comunes, afirmó que “el problema lo tiene la derecha, que está obsesionada con sacarlo de su cargo sin encontrar razones lógicas para ello. Ahora mismo está apoyando una acusación que no ha sido presentada y de las cuales desconocemos sus méritos. Lo único que hay detrás es una vendetta porque no se tragan al ministro. Si nosotros como oficialismo ahora nos compramos el cuento de qué se está convirtiendo en un escollo y lo sacamos por petición de la UDI, mañana ellos irán por la cabeza de otro u otra ministra”.
Como sea, al interior de la coalición hay voces que se alejan de ese diagnóstico. Por ejemplo, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, sostuvo que “Jackson es un gran político, ha tenido logros importantes y éxitos evidentes”. En consideración de eso, ella considera que “arriesgarse a una acusación constitucional que pueda llevar adelante la oposición es complejo”.
“Tener un personero, un líder de esas características fuera del sistema durante cinco años no es bueno para su proyecto político ni el de su colectivo. A veces se aporta más dando un paso al costado”, concluyó.
Hasta el cierre de esta edición, el timonel de Convergencia Social, el diputado Diego Ibáñez, no entregó una respuesta.
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