Si hasta hace algunos años la comunicación persona a persona solo se podía dar a través de un llamado telefónico o una carta, el uso de la tecnología ha facilitado ese aspecto. Hoy, las personas están conectadas 24/7 y en todas partes, incluso detrás de un volante.

Desde su lanzamiento en mayo de 2009, WhatsApp se ha transformado en la aplicación de mensajería instantánea favorita, al punto de ser incluso la herramienta de trabajo de muchas empresas, aunque también la modalidad predilecta para mantenerse conectado con amigos y familiares.

Esas razones bien podrían explicar los resultados de un estudio elaborado en conjunto por la ONG No Chat y la Mutual de Seguridad. La gente suele no querer desconectarse de sus aparatos inteligentes, al punto de poner en riesgo su integridad y la del resto a la hora de manejar.

El informe determinó que el envío y lectura de mensajes a través de esta y otras aplicaciones es el elemento más riesgoso a la hora de conducir un vehículo, llegando a elevar 27 veces la conducción distraída y en tres veces tanto la posibilidad de un atropello como de colisión.

Las conclusiones de dicho estudio, el que se realizó a 60 personas entre 18 y 72 años en un simulador, arrojaron observaciones alarmantes: quienes utilizaron WhatsApp mientras manejaban tendían a conducir en zigzag, a bajar intempestivamente la velocidad, a irrespetar la señalética e incluso a subirse a la vereda.

Además, se logró comprobar que el uso de este tipo de aplicaciones quintuplica la probabilidad de participar en un siniestro de tránsito, así como aumenta en siete veces el desvío de la trayectoria y en 3,7 la no señalización de un viraje.

“Sabemos los riesgos de siniestralidad al chatear, hablar con o sin manos libres, por lo que este estudio viene a reforzar la idea de que son conductas altamente peligrosas durante los desplazamientos y que deben ser erradicadas de forma urgente”, asevera Claudia Rodríguez, directora ejecutiva de ONG No Chat y presidenta del Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaría de Transportes.

Por su parte, Luis Alberto Stuven, gerente de Seguridad Vial de Mutual de Seguridad, señala que “es de extrema importancia abordar las causas de fondo que inciden en los accidentes viales, en particular la conducción distraída”.

El estudio en cuestión también botó algunas creencias que incluso hoy están permitidas por ley, como el uso del “manos libres”. La investigación arrojó que una conversación usando este sistema en comparación con quienes no lo hacen aumenta en siete veces la conducción distraída, en cinco veces la posibilidad de frenado intempestivo y en cuatro veces el desvío de trayectoria.

Por todo esto, la ONG No Chat en conjunto con la Mutual de Seguridad hacen hincapié en que se debe aprobar el proyecto de ley que endurece las penas por conducir desatento, tipificándola como una infracción gravísima (multas de hasta 3 UTM) y la suspensión de la licencia de conducir. “Solicitamos que exista voluntad legislativa para aprobar este proyecto, presentado en 2014 y que hoy se encuentra en segundo trámite legislativo en el Senado”, cierra Rodríguez.