Un motor que no se detendrá
Columna de Juan Esteban Musalem, presidente de la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo CHICIT.
Después de la pandemia de Covid-19, el mundo todavía no encuentra un punto de equilibrio que lo separe definitivamente de los enormes lastres económicos que provocaron las múltiples restricciones en los campos externo e interno de cada país. Desde la más grande hasta la más pequeña, todas las naciones han debido afrontar una serie de desafíos que hoy continúan impactando de distinta manera a sus sociedades y a sus habitantes. China, evidentemente, no ha sido la excepción, sobre todo por tratarse del país que por más largo tiempo cerró sus fronteras durante la pandemia, bajo el comprensible argumento de resguardar a su población y garantizar la operatividad de sus instituciones.
Sin embargo, como ha sido característico desde la fundación de la República Popular China, hace ya 74 años, el país asiático ha sabido sortear con éxito aquellas dificultades, especialmente económicas, reflejando el amplio margen de maniobra y la multiplicidad de instrumentos con los que cuenta. Deteniéndonos sólo en el recién pasado quinquenio, de acuerdo con datos del Banco Mundial, en el año 2018, China representaba un 93 % del PIB de la Unión Europea y un 69 % del PIB de los Estados Unidos. Cinco años después, con la pandemia de por medio, China ya representa el 107 % del PIB de la Unión Europea y el 78 % del PIB de los Estados Unidos. Es decir, China consigue crecer un 21 % en estos cinco últimos años, mientras que los Estados Unidos lo hace un 7,5 % y los europeos un 4,9 %.
Para CHICIT y sus empresas socias, esa es la trayectoria subyacente que siempre ha definido la relación con China: un motor económico que no se detendrá, contribuyendo al desarrollo mundial y al de Chile en particular, tal cual como lo ha hecho en las últimas cuatro décadas. De ahí que apenas comenzado el presente año, no es de extrañar que China haya reactivado una serie de foros, exposiciones, ferias y conferencias para reforzar su permanente interés por la apertura económica y la cooperación internacional. Mientras que paralelamente las misiones de negocios han vuelto a proliferar en la agenda bilateral, verificándose exitosas visitas de empresarios chinos en Chile y de chilenos en China.
Con octubre como telón de fondo, justo el mes en el que país asiático celebra su día nacional, constatamos con satisfacción que Beijing será escenario de renovados encuentros, en donde Chile será unos de los principales protagonistas. En primer lugar, la visita de Estado que realizará el presidente Gabriel Boric, continuando con una grata y sostenida tradición de los mandatarios chilenos de pisar suelo oriental al menos una vez durante su periodo. En esta oportunidad, el presidente Boric, aprovechará de participar en el III Foro de la Franja y Ruta para la Cooperación Internacional, ambicioso megaproyecto de cooperación económica, que no sólo ha buscado revitalizar la antigua ruta de la seda, sino que mejorar el flujo de los factores económicos y la asignación eficiente de los recursos, a nivel regional y global. Según diferentes fuentes, más de 90 países ya han confirmado su participación en este foro internacional, que conmemora los 10 años desde que la iniciativa fue lanzada por el presidente Xi Jinping.
Con similar alegría, destacamos que durante octubre se efectuará una nueva versión de la “Chile Week”, evento que a lo largo de siete días volverá a llevar una variada oferta de bienes y servicios nacionales, no solo a la capital Beijing, sino que también a las ciudades de Shenzhen, Chengdu y Shanghai. La Chile Week ha demostrado ser una actividad de significativa importancia, constituyendo una dinámica de probado éxito en el ámbito de los negocios, al presentar en China, además de la acostumbrada oferta exportadora de Chile, potenciales iniciativas y proyectos conjuntos en numerosas áreas y sectores.
Desde un tiempo a esta parte, se ha hecho frecuente leer en la prensa internacional que el milagro chino pareciera haber llegado a su fin, subrayando las dificultades puntuales por las que atraviesa su actual proceso de recuperación económica. A la luz de lo que experimentamos como organismo gremial, no podemos estar más en desacuerdo, al comprobar constantemente el interés transversal por entrar en vinculación con el país asiático y la creciente llegada de inversiones chinas a Chile. En consecuencia, en este 74 aniversario de la fundación de la República Popular China, no podemos más que reafirmar nuestro compromiso con la búsqueda de la profundización de las relaciones bilaterales en diversas dimensiones. Puesto que pretender poner en duda el gravitante papel que el país asiático desempeñará en el presente siglo, es sencillamente, un despropósito.
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