Aguayo remata la estampida: a Moreno no le queda un solo director de la junta con que empezó

Sebastián Moreno ya no tiene a Jacques Albagli a su lado, que renunció al día siguiente de conquistar la poltrona de la ANFP. Ni a Andrés Fazio, que se fue poco después, en febrero de 2019. Ni a Aldo Corradosi, que se marchó este marzo pasado. Ni a Martín Iribarne, que presentó su renuncia el lunes. Tampoco a Rául Jélvez, que abandonó ayer martes. Y desde hace unos minutos ni siquiera a Arturo Aguayo, secretario general subrogante, que también se bajó del barco. De la junta con la que ganó las elecciones, hace 486 días, al timonel de la ANFP no le queda nadie. Solo permanece en la mesa Marcos Kaplún, exdirector de Universidad de Chile, que se incorporó más tarde. Moreno recibe un nuevo golpe en su agonía, mientras digiere cómo y cuándo salir de la jefatura del fútbol.

Aguayo llegó al equipo de Moreno procedente de Huachipato, justo uno de los clubes que lidera el llamado bloque de la rebelión.

Moreno ya estaba a al borde de la destitución, ya que ahora su mesa está imposibilitada para sesionar. “Los estatutos disponen de un quórum mínimo para las sesiones de directorio, que es de la mayoría de los directores en ejercicio”, reconocía en marzo Matías Rivadeneira, secretario ejecutivo de la entidad, luego del alejamiento de Aldo Corradossi.

Con el ciclo de Sebastián Moreno al frente de la ANFP herido de muerte queda por ver cómo se produce su salida. El timonel busca una salida digna, a medio plazo, mientras que la rebelión quiere que se produzca ya y que gobierne un interinato mientras se realizan las elecciones.