El Bayern Múnich consiguió una nueva estrella dentro de su rico palmarés en 2020. Superó en la prórroga al Sevilla en el Puskas Arena de Budapest. Más allá de la victoria alemana, lo que sobresalió de la jornada en Hungría fue la presencia de espectadores en las tribunas. Después de seis meses, la gente pudo volver a ver in situ un partido de copas europeas a nivel de clubes. En tiempos de pandemia, y sobre todo cuando la segunda ola pega en el Viejo Continente, este ablandamiento de las restricciones se transformó en una tarea de sumo cuidado.

¿Cómo fue el primer partido con público tras medio año de confinamiento?

Fueron 15 mil personas las que pudieron ver el encuentro entre bávaros y andaluces. La UEFA, que autorizó solo un tercio de la capacidad total del recinto, de 68 mil espectadores, consideró a la Supercopa como una prueba de seguridad antes de que se abran los estadios al público en el futuro (las definiciones de la Champions y la Europa League fueron en burbujas sanitarias en sedes únicas, todo a puertas cerradas). La ciudad comenzó a cerrar grandes zonas alrededor del estadio, no obstante igual aparecieron fanáticos en el área céntrica. Eso sí, sin turistas, porque el aislamiento ha restringido la cantidad de visitantes a la capital húngara.

A los asistentes se les tomó la temperatura antes de ingresar. A las gradas podían acceder portando banderas y consumir cerveza, algo poco común del fútbol europeo incluso en épocas de “normalidad”. El uso de mascarillas y mantener la distancia era obligación (en la medida de lo posible).

Como el duelo se llevó a cabo en terreno neutral, a los viajeros provenientes de Alemania y España se les solicitó un test negativo a Covid-19 para poder entrar en un país que tiene las fronteras cerradas. “Es mucho más complicado de lo habitual: hemos tenido que pasar un test y todos hemos dado negativo. Pero hasta el último momento, no sabíamos si podríamos desplazarnos libremente en Budapest o si debíamos estar encerrados en el hotel hasta la hora del partido”, dijo Silvia Guijarro, hincha del Sevilla de 52 años, a la agencia AFP.

Algo más que complicó a los hinchas que fueron a Budapest, particularmente a los alemanes, es que el país declaró a Hungría como “zona de riesgo”, lo que obliga a los desplazados a guardar 14 días de cuarentena al regresar a Alemania a no ser que se sometan a un nuevo examen PCR. El Bayern facilitó un laboratorio móvil para sus fanáticos, pero finalmente no se usaron todos los cupos que tenían ambos equipos.

La UEFA le dio 3.000 entradas a cada club. Si el Bayern Múnich utilizó 1.300 (800 aficionados devolvieron sus tickets), el Sevilla no llegó a los 500.

La Bundesliga permitió el ingreso de una cantidad reducida de hinchas en el inicio del torneo. La excepción fue el duelo inaugural, entre el Bayern y el Schalke 04, a petición de las autoridades locales. En la liga francesa también se permite el ingreso de fanáticos a las gradas. Aquello no sucede todavía en la Premier League y en la liga española.

Chile mira con cautela

La final de la Supercopa de Europa no dejó indiferente al fútbol chileno. Si bien tanto los clubes como la ANFP reconocen que los esfuerzos tienen que estar dirigidos hacia el regreso de los hinchas al estadio, al mismo tiempo son muy cautelosos, principalmente, porque la realidad sanitaria del país es distinta a la que se vive en Europa. Una medida así tendría que contar la autorización expresa del Ministerio de Salud.

“Esta decisión no depende directamente de la ANFP ni de la Federación de Fútbol de Chile. Está supeditada a los niveles de contagio y de evolución de la pandemia en nuestro país, la que es controlada a través de protocolos, estrategias, procedimientos y supervisada por las autoridades sanitarias. A pesar de que nuestro fútbol mantiene índices de positividad de 0,1%, dependemos de la situación país para dar este paso que sería beneficioso para nuestra actividad, de una forma progresiva y ordenada, para iniciar un camino hacia la vuelta de los hinchas a los estadios”, señala a La Tercera el presidente de la ANFP Pablo Milad.

En Estadio Seguro reconocen que la realización del duelo entre bávaros y andaluces, con un 22% de las tribunas ocupadas por hinchas, es una referencia para el fútbol chileno, aunque la preocupación central de cualquier decisión siempre será la salud de las personas.

“La realidad internacional efectivamente nos ayuda como ejemplo y hoja de ruta para mirar y evaluar lo que sucede en otros países que están en momentos y situaciones muy distintas a las nuestras. Sin perjuicio de esto, la última palabra dependerá absolutamente de cómo avance la pandemia en nuestro país, y del análisis técnico-sanitario que pueda realizar el Ministerio de Salud, ya que lo más importante sigue siendo el resguardo de las personas y minimizar al máximo las posibilidades de riesgo y contagio”, dice Cristóbal Lladser, jefe del Departamento de Estadio Seguro.

“En esa misma línea, la posibilidad de que las personas puedan asistir a espectáculos de fútbol en los estadios de nuestro país depende directa y exclusivamente de la autorización que emita el Ministerio de Salud, basado en la modificación de los protocolos que en su minuto la ANFP y su Comisión Médica tengan que proponer. Hasta el minuto, todos los organismos que trabajan en la organización de partidos de fútbol y que han estado involucrados en el retorno de esta actividad, hemos estado trabajando de manera coordinada, apoyándonos en el regreso gradual y seguro tanto del campeonato nacional, así como de los encuentros internacionales”, añade.

Los clubes nacionales también son cautos. “La final de ayer me parece que es un ejemplo a seguir, pero para hacerlo de forma paulatina, con aforo limitado, con el fin de ir subiendo progresivamente, en la medida de que las cosas se vayan dando. Creo que hay que esperar un poco. Si vuelve el público, no creo que sea en el corto plazo”, sostiene Lorenzo Antillo, presidente de Audax Italiano y ex candidato presidencial de Quilín.

“Creo que en algún momento tenemos que llegar a eso, a la normalidad, pero tiene que ser de forma paulatina, quizás cuando exista una vacuna. Creo que las mesetas que estamos mirando en Europa son bastante distintas a las nuestras. Todo tiene que estar de acuerdo con la realidad de nuestro país. Cuando eso sea posible, en términos de la evolución del virus, las autoridades lo van permitir y tenemos que estar preparados", agrega el timonel audino.

Mientras que Luis Baquedano, gerente de Unión Española, piensa que el retorno del público, al menos este año, no es adecuado. “Creo que aún es muy poco prudente. Me llama la atención que esto haya pasado en Europa, donde el rebrote está fuerte . Debemos hacernos a la idea de que este año vamos a jugar sin público. La estrategia de jugar con algo de público me parece bien, pero a partir de 2021, cuando la baja infección sea una tendencia. El rebrote en nuestro país puede ser muy complicado, incluyendo nuestra actividad”, advierte el ejecutivo del conjunto de Santa Laura.

Si bien han existido conversaciones entre la ANFP y las autoridades respecto al retorno del público a los estadios, solo se ha tratado de ideas y bosquejos pensados para un futuro que no es próximo. Más allá de que en Europa los hinchas estén volviendo a los recintos, todo indica que en Chile habrá que seguir esperando varios meses más.