La pandemia y sus ataques tienen al Torneo Nacional sumido en la incertidumbre, postergando sin fecha a la vista su finalización. Con un problema derivado que angustia a los clubes, con futbolistas en sus filas que finalizaban su vínculo contractual el 31 de diciembre, pasado mañana. Un contratiempo que unos han sorteado, otros no y algunos siguen discutiendo.
El torneo se postergó hasta fines de enero, pero los brotes de Covid han provocado que la última fecha se proyecte ya para mediados o fines de febrero. O más allá. Y así, los equipos han debido hacer malabares para salir al paso de la situación. Hay muchos préstamos de futbolistas que complican, sobre todo de extranjeros. Más aún cuando tenerlos en Chile significa sacarlos de los mercados de otros países, como el mexicano, que cierra a fines de enero.
Tal es el caso del uruguayo Cristián Palacios, delantero de Unión Española. Al ariete le quedan dos días de vínculo con los rojos. El problema es no menor, considerando que es el tercer máximo artillero del certamen, con 15 goles. En Santa Laura, aunque saben que es una misión casi imposible, intentan hacer todo lo posible para que se quede. Negocian con Puebla, el dueño de su pase, y con el mismo ariete, que tiene el otro 50% de su carta. Nacional de Medellín se ha metido por el medio y puja por el jugador, que posiblemente ya jugó el domingo su último partido de hispano.
“Las negociaciones todavía no están cerradas, vamos a esperar hasta el último día que corresponda el término de su contrato, a ver si puede haber alguna opción de que él pueda terminar el campeonato con nosotros. Y en el caso hipotético de que no siga, es una baja importante”, dice al respecto Ronald Fuentes.
El mismo DT también negocia su continuidad, pese a que su contrato termina una vez finalizado el torneo. Su idea es seguir ligado por un año más, con cláusulas para salir al extranjero, pese a la intención de los de Independencia de retenerlo por dos temporadas. Por ahora, Fuentes trabaja con los juveniles Bastián Yáñez y Daniel Castro como posibles reemplazantes de Palacios.
Así también han ido avanzando los grandes. Como la UC, que desde la semana pasada viene anunciando una avalancha de renovaciones, todas por al menos un año (Zampedri, Cornejo, Lanaro, Buonanotte, Aued y Lezcano). El préstamo de Asta-Buruaga acaba al final de la temporada, por lo que hay aún tiempo para decidir si hacen efectiva la opción de compra.
La U también solucionó con antelación el problema. En octubre alcanzó un acuerdo con todos los jugadores que finalizaban contrato al 31 de diciembre para que se queden hasta el término de la temporada, la que creen se producirá a fines de febrero.
En Colo Colo, si bien costó un poco más, también salió humo blanco. El último y más difícil fue Mouche, que pedía un año entero de extensión. Al final tanto como el argentino, que firmó hasta el final de la temporada con algunas cláusulas, como con Insaurralde, Barroso, Paredes y Carmona se acordó la extensión.
En la U de Concepción el tema está bastante complicado. O lo fue en algún punto. El Campanil se vio obligado a comprar el pase de Cecilio Waterman, el cuarto máximo artillero del torneo, con 13 anotaciones, en una cifra que consideran alta para sus arcas. En caso contrario, se tenía que ir, porque su contrato terminaba también el 31. Y ahora intentan destrabar la continuidad de Bryan Carvallo, a préstamo desde el Necaxa, y del portero Guillermo Reyes, cedido desde Defensor Sporting de Uruguay. De no llegar a acuerdo, los perderán. También rechazaron ofertas por Leandro Díaz, pues no quieren despotenciarse de cara a la recta final que puede definir su continuidad en Primera.
En Rancagua, O’Higgins ya logró el acuerdo de extensión con su arquero Batalla.
Según han manifestado los clubes en los consejos virtuales, el de mañana se prevé caliente cuando se toque ese tema. Las instituciones están molestas y reclaman que las suspensiones de partidos de parte de la ANFP se han tomado a la ligera.
Y es que, según dicen, hay jugadores que ya tienen acuerdos con clubes del extranjero. Incluso que hay ventas comprometidas. El mercado de pases del fútbol mexicano, destino predilecto del campeonato chileno, es el que más apremia, puesto que se desarrollará, por ahora, en enero.
Esos acuerdos hablaban en su mayoría de liberar a los jugadores a fines de enero, y el torneo ya terminará en febrero, considerando que Curicó y, sobre todo Coquimbo, tienen duelos suspendidos.
Los Piratas también resolvieron el problema: sus contratos eran originalmente hasta el final de temporada y los dos jugadores que finalizaban préstamo el 31 de diciembre con ellos (Vallejos y Vidal), ya acordaron la extensión. Si los aurinegros alcanzan la final de Sudamericana, la fecha de término del campeonato se extenderá aún más. Y ahí los timoneles temen más problemas.