La doble vara de medir de la Conmebol contra la UC

La programación de los cuartos de final de la Copa Sudamericana produjo un intenso dolor de cabeza en Quilín. A raíz de que la Conmebol programó el duelo entre Vélez y la UC para el próximo martes, a las 21.30 horas, en Liniers, la ANFP debió suspender el clásico universitario, porque no se daban las 72 horas de diferencia entre un partido y otro. Aplicó el artículo 22 de las bases, respecto a las reglas especiales para la programación.

La Asociación intentó reprogramar el partido de los cruzados en Argentina, no obstante la movida no resultó. En definitiva, optó por postergar el choque ante la U.

“Así va a volver a suceder (las suspensiones) a medida que nuestros clubes sigan avanzando. Es importante señalar que nuestros calendarios están lo suficientemente estresados como para poder seguir buscando espacios, extender la duración del torneo”, dijo Rodrigo Robles, Gerente de Ligas Profesionales.

La ANFP le suspendió tres partidos a la Católica, considerando también los duelos ante Wanderers (jueves 10) y Palestino (domingo 13). Respecto a Coquimbo, no jugará ante Antofagasta y además solicitó suspender el clásico con La Serena, del sábado 12. Con esta acumulación de asteriscos en el calendario, se hace complejo que el torneo finalice el 31 de enero. “Esperamos que se respete la programación de las fechas restantes de los campeonatos de Primera y Primera B, con el fin de dar término a dichos torneos en los plazos ya acordados”, manifestó el CDF, que forma parte de la mesa de programación.

Desde la Conmebol señalan que “las semanas de disputa de cada fase de Libertadores y Sudamericana son divulgadas con meses de antelación y los partidos, según el reglamento de competición, pueden ser programados los martes, miércoles o jueves. Siempre que es posible, se intenta conciliar la programación de todos los torneos, pero no siempre es posible”.

No obstante, haciendo una revisión de todos los clubes que siguen en las copas (Sudamericana y Libertadores), al único al que no le respetaron el horario del torneo local fue a la UC. En el resto de los elencos se dan las 72 horas o más. Un ejemplo: River juega este sábado por la Copa Diego Maradona ante Godoy Cruz y el jueves tendrá su duelo ante Nacional, por la Libertadores. Otro ejemplo: Junior de Barranquilla, que eliminó a La Calera, juega el domingo por la noche ante América de Cali, por la liga colombiana, y fue programado para el miércoles su lance contra los coquimbanos. De los clubes programados para el martes (Vélez y la UC por la Sudamericana, Libertad y Palmeiras por la Libertadores), todos juegan por sus torneos locales el sábado excepto el campeón chileno.

Donde se deja ver la doble vara es con determinaciones a favor de otros clubes, con mayor peso en el continente. La semana pasada debían jugar Internacional y Boca Juniors, en Brasil, la ida de octavos de la Copa Libertadores. No obstante, a raíz del deceso de Maradona, el club xeneize solicitó la postergación del partido y ésta fue aceptada por la Conmebol. El plantel argentino retornó de inmediato a Buenos Aires. Reprogramó el partido para el pasado miércoles y la vuelta será el 9, en La Bombonera. O sea, los cuartos de final ya estarán en desarrollo mientras no terminan los octavos.