Patricio Cornejo: “Si no tuviera pasión por el tenis, no estaría aquí, y voy a seguir así hasta la última pelota”


PATRICIO CORNEJO, EX TENISTA CHILENO
Patricio Cornejo vuelve a administrar el club al que ha destinado gran parte de su vida y ahorros. Foto: Mario Téllez.

Después de varios años complejos y tras perderlo todo, “Corazón de Chileno” recuperó el club en el que invirtió sus ahorros y donde están muchos recuerdos de sus 70 años ligado a la raqueta.


A sus 80 años, Patricio Cornejo siente que está viviendo un nuevo comienzo. “Corazón de Chileno” se ve entusiasmado, pues recuperó el control del club que fundó hace 30 años y que tras superar una serie de inconvenientes que lo hicieron perder a comienzos de este siglo, el extenista se ha vuelto a levantar de la mano de su familia, especialmente de su esposa Lupita y su hija Tamara; de su socio Roberto Garrido Matamala y gracias a la colaboración del Ministerio de Bienes Nacionales, que concesionó por los próximos ocho años el terreno de 1,5 hectáreas donde se levanta el terreno, en la entrada de Lo Barnechea.

¿Cómo enfrenta el desafío de volver a empezar?

Con optimismo, creo que tengo un muy buen equipo de trabajo y eso me da fuerza y me da confianza y tranquilidad. Para mí esto del tenis no es nada nuevo, comencé a los 10 y tengo 80, así que tengo 70 años de tenis en el cuerpo. Estoy con profesionales, con gente amiga, que eso me da una confianza y parte de mi familia también, porque ya es como una cosa, en cierta medida, familiar.

Usted dice que encontró el club en mal estado, pese a que en los últimos años participó de alguna manera en la sociedad...

La verdad es que en las decisiones importantes yo muy poco o nada tomaba decisiones, eran otras personas las que tomaban las decisiones importantes. De mí solo había el nombre del club: Pato Cornejo y no tenía administración ni era socio. Pero hace seis meses el Ministerio de Bienes Nacionales me dijo “don Patricio, ¿qué hacemos? Díganos usted, nosotros queremos que el club continúe”. Y estaba con Roberto Garrido en ese minuto y Roberto me mira y me dice “don Pato, yo lo acompaño y yo lo apoyo”.


PATRICIO CORNEJO, EX TENISTA CHILENO
El club de Patricio Cornejo cuenta con diversas instalaciones para varias disciplinas. Foto: Mario Téllez.

¿Y qué sucedió ahí?

Dijimos que sí, pero la verdad que después nos encontramos con que el club estaba en muy malas condiciones. Metro cuadrado que íbamos estaba en malas condiciones. Entonces era una mochila sumamente pesada, pero por delante estaba la pasión por el tenis. Y aquí estamos, han pasado seis meses y estamos muy optimistas. Sabemos que hay que trabajar, pero estamos dispuestos.

También estuvo de head coach en la Federación. ¿Por qué no siguió?

Bueno, porque yo también pensaba que tenía que estar en un lugar full time. No solamente en algunas horas, sino que estar bien atento al club y no ir para allá o ir para acá.

Uno podría pensar que a los 80 años a lo mejor podría estar en su casa, disfrutando a la familia, pero está aquí. ¿Por qué?

Es que el tenis es así, por eso que a muchos tenistas les cuesta retirarse, y no se retiran nunca, nunca, siempre está ahí sobre la pelota. Massú y González, que van para los 50, todavía andan jugando por ahí, a su manera. Y en mi caso, yo estoy en la casa. Para mí, el club es mi primera casa, siempre estoy pensando cosas para el club. Y tengo familia, amigos y buenos socios que me apoyan.

¿En algún momento pensó que estaba todo perdido?

No, yo nunca he pensado que estaba todo perdido, porque yo siempre venía al club igual. Este club, no sé cómo decirte, pero cada cosa que tú ves aquí, es parte de mi trabajo de hace 30 años y también de 50 años para atrás. Entonces, ¿cuesta mucho deshacerse de eso, olvidarlo, dejarlo, botarlo? No, no se puede, es como cuando tú tienes un hijo y lo apoyas hasta el final. Vamos a seguir hasta que Dios diga otra cosa.

¿Y cómo nace sumar nuevos deportes al club, como el pickleball?

Lo que pasa es que nosotros queremos es que esto sea salud, que sea deporte, y que no solamente tengamos tenis, porque yo soy tenista, sino que también hay una piscina temperada, un gimnasio, pádel... Tres deportes de paleta: tenis, pádel y pickleball, que va a estar en unos 15 días, además de la Academia de Baile de Ángel Tórrez y un café. Acá puede venir toda la familia. Además, uno en 20 minutos está en el centro, esta es una esquina privilegiada.

¿Cómo es su relación hoy con Bienes Nacionales?

Muy buena. El Ministerio de Bienes Nacionales y su equipo, realmente se han portado sumamente bien con nosotros. Nos ha dado una oportunidad más. Aunque yo he tenido hartas oportunidades, ¿no? Pero esta ha sido como directa. Creo que ellos también han entendido que yo aquí, en este club, hay mucha historia, hay mucho esfuerzo, mucho trabajo. Que prácticamente yo dejé muchos años de vida, de trabajo, viajando... y eso estaba en este club. Por eso digo que Bienes Nacionales ha sido sumamente importante.

Se ve que la pasión lo motiva...

Lo único que quiero demostrar es que siempre he estado ahí con la raqueta en la mano y que nunca he hecho ningún distingo de otra manera. Yo he jugado por todas las banderas, he pasado los últimos 50 años, nunca he dicho que no. El tenis para mí supera cualquier cosa, la pasión por el tenis es terrible. Si no tuviera pasión, no estaría sentado aquí todavía; voy a seguir así hasta que juegue la última pelota. No quiero quedarme con la duda de si a lo mejor podría haber hecho otra cosa. Hice todo lo posible y así me quedé tranquilo porque lo probé, lo traté, lo sufrí. También lo pasé bien, lógicamente, porque la vida es así. Tienes tiempos realmente esplendorosos, también hay tiempos malitos.

¿Antes era más duro el tenis?

Sí, era mucho más duro que ahora. Tenías que tener una garra terrible. Hoy los deportes están más difundidos y cuentan con más apoyo del gobierno. Cuesta un poco menos. Por eso yo les tengo mucho respeto a los que son de mi época, como Jaime Fillol, Jaime Pinto, Pato Rodríguez, que fueron mis partners y que además me ayudaron mucho porque fueron compañeros de viaje y de viaje bien difícil, jugando afuera y todo.

Jaime Fillol le dedica un capítulo en su libro.

El otro día lo llamé y estuvimos conversando. Siempre hablamos por algún motivo. A veces pasa un mes que no lo veo y nos comunicamos y hablamos.

Están de cumpleaños casi en la misma fecha...

Claro, él es del 3, yo soy del 6 de junio. Claro. Y bueno, celebramos que viajamos 10 meses por año cuando jugábamos. Era terriblemente bueno.


PATRICIO CORNEJO, EX TENISTA CHILENO
Patricio Cornejo junto a su hija Tamara (adelante, a la izquierda), su esposa Lupita (cuarta, de izquierda a derecha), el abogado Roberto Garrido (izquierda) y el staff que levanta el club. Foto: Mario Téllez.

¿Y qué le parece el momento actual del tenis chileno? Hay menos niños practicándolo.

A ver. Yo no recuerdo que el tenis chileno haya tenido un lugar para crear tenistas como hay en otros países. Francia, por ejemplo, con Roland Garros, tiene para sustentar 10.000 tenistas todos los años. Además es más fácil moverse en Europa, nosotros estamos al fin del mundo. Nunca ha sido fácil para el chileno ese tipo de cosas. Y tienes que de alguna manera salir adelante. Por eso yo hablo de la pasión. Hay que tener mucha pasión en Chile para convertirse en un tenista de élite. Pero realmente siempre ha habido un premio para el tenis: es el deporte que más logros le ha dado al país. Marcelo Ríos, número uno, las medallas, Lucho fue top ten en su época, y ahora tenemos a Tabilo, que jugó impresionante el año pasado, y a Jarry, que está volviendo.

¿Qué sueño le falta por cumplir?

Con 80 años, habiendo vivido tantas cosas en la vida, yo creo que hice todo lo posible por hacer bien la tarea. Para estar tranquilo. Yo sé que eso demanda mucha dedicación, mucha fuerza, pero cuando uno quiere algo y siente pasión por lo que está haciendo, te ayuda un poquito. No sé si sueño, pero me gustaría vivir unos años más y estar vigente. Poder mantener actividad. Tener más tiempo con mis hijos, con mis nietos, la familia y poder seguir vinculado al tenis. Quizás no como era antes, participando o tomando decisiones de otros, pero sí poder venir al club, paletear, dar algunas clases y pasarlo bien. Que Dios me dé más tiempo para hacerlo y disfrutar del tenis. Sin lugar a dudas.

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