El séptimo ganador distinto, la lluvia y una bandera roja marcan la victoria de Evans
El neozelandés le dio a la escudería Jaguar su primera victoria en la Fórmula E. La carrera estuvo detenida 50 minutos tras un accidente múltiple.
El neozelandés Mitch Evans (Jaguar) triunfó este sábado en el E-Prix de Roma de la Fórmula E, en la primera carrera de la historia de esta competición de monoplazas completamente eléctricos que se disputó con la pista mojada. Evans se impuso por delante del alemán Andre Lotterer (DS) y del belga Stoffel Vandoorne (HWA Racelab) tras una prueba espectacular, que fue interrumpida durante 50 minutos a causa de un accidente que involucró a once coches, sin ninguna consecuencia grave para los pilotos.
El neozelandés es el séptimo ganador distinto en las primeras siete etapas del campeonato de este año, que vio este sábado al belga Jerome D'Ambrosio (Mahindra) arrebatarle el liderato en la clasificación al portugués Antonio Félix Da Costa (BMW). La de Roma fue la primera carrera de la historia de la Fórmula E en disputarse con pista mojada, algo que nunca había pasado en ninguno de los 51 E-Prix que, desde 2014, organizó la competición de monoplazas eléctricos. Había curiosidad para ver cómo reaccionarían los coches y los pilotos en esas condiciones, particularmente complicadas ya que la Fórmula E prevé un solo set de neumáticos, que valen tanto para asfalto seco como mojado.
El circuito de ciudad del barrio romano, edificado en los años 30 de 1900 y célebre por su arquitectura neoclásica, se hizo hostil para los pilotos y, tras apenas 2 minutos y 45 segundos de carrera, hubo un accidente que involucró a once coches y que obligó a parar la carrera con bandera roja. Fue una decepción para el argentino José María López (Geox Dragon), que había logrado la tercera posición en las clasificaciones y que fue involucrado directamente en el accidente, lo que acabó con sus opciones de pelear por la zona de puntos. Finalmente, el piloto del equipo Geox acabó decimosexto. No había otra opción que sacar bandera roja ya que los once monoplazas involucrados bloquearon completamente la carretera y hacían imposible la competición.
Tras 50 minutos de pausa, la carrera fue reanudada con Lotterer como líder, perseguido por Evans y Vandoorne, quienes pelearon por la victoria hasta la última vuelta. A falta de quince minutos para el final (las carreras de Fórmula E duran 45 minutos más una vuelta), Evans obtuvo el "modo ataque", una acción que otorga una carga de potencia extra a los monoplazas, y lo aprovechó para hacerse con la primera posición, tras un agresivo adelantamiento a Lotterer. De allí defendió con solidez su posición y, pese a no poder alejarse a más de un segundo del piloto alemán del equipo DS, se coronó como campeón en Roma.
Es el séptimo ganador distinto en esta temporada, tras Da Costa, D'Ambrosio, el británico Sam Bird (Envision Virgin Racing), el brasileño Lucas Di Grassi (Audi), el suizo Edoardo Mortara (Venturi) y el francés Eric Vergne (DS). La clasificación del Mundial ve ahora a D'Ambrosio líder con un punto de ventaja sobre Da Costa, mientras que Lotterer avanzó seis posiciones para colocarse tercero, a tan solo tres puntos de la primera posición.
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