El triunfo de Camila Nieto (Frente Amplio) en la alcaldía de Valparaíso no es uno cualquiera.

En su camino al sillón municipal la abogada de la PUCV consiguió varios hitos: le ganó a la DC, PS, FRVS, PL y PPD una primaria oficialista crucial para el Frente Amplio, donde se habían autoimpuesto la meta de disputar el territorio. Pero los hitos verdaderamente simbólicos para ella y Valparaíso llegaron con su elección de ayer. A sus 33 años se transformó en la primera mujer electa como alcaldesa del puerto y además consiguió para la izquierda una victoria a pesar de que la propia izquierda, con el alcalde Jorge Sharp como tótem, nunca se puso de acuerdo.

Su victoria bien podría contarse por partes.

Primer acto: inicia la carrera

El día en que Jorge Sharp confirmó que no iría por un tercer periodo alcaldicio en Valparaíso comenzó oficialmente la carrera por sucederlo. Pero esa disputa, en la que incluso el fútbol tuvo incidencia, estuvo plagada de señales entre ese 17 de mayo y este domingo.

Con el anuncio de Sharp los ojos de los distintos partidos políticos se posaron inmediatamente sobre la batalla que se libraría en el puerto. El abogado dejaba vacío un sillón altamente codiciado y que desde el retorno a la democracia apenas ha tenido cuatro dueños: los DC Hernán Pinto (1992 a 2004) y Aldo Cornejo (2004 a 2008), el UDI Jorge Castro (2008 a 2016) y el propio Sharp, a la cabeza del municipio desde 2016.

En mayo las colectividades entendieron que Valparaíso necesitaría irremediablemente un nuevo liderazgo ante la partida de una figura que con 31 años ganó sus primeras municipales en 2016 y que con el tiempo amasó una base fiel de votantes que en 2021 lo reeligió con el mayor número de sufragios -64.832- que una persona ha conseguido para ungirse como alcalde de la ciudad porteña.

Por eso, ante ese vacío de poder, los partidos vieron una oportunidad cierta para quedarse con una carrera abierta y sin favoritos, como sí había ocurrido en elecciones pasadas. Las ganas de hacerse con el municipio hicieron que la actual elección sea la que más candidatos ha tenido Valparaíso desde que los sufragios se separaron entre alcaldes y concejales en 2004. En total, fueron ocho: Alexis Oliveros (independiente por Partido Social Cristiano), Juan Marcelo Valenzuela (Partido de la Gente), Marcela Figueroa (independiente por Centro Democrático), Zuliana Araya (independiente), Rodrigo Díaz (independiente), Camila Nieto (Frente Amplio), Rafael González (independiente por Partido Republicano) y Carla Meyer (independiente por Transformar Chile). Estos dos tenían posibilidades ciertas de ganar la elección.

FOTO: DEDVI MISSENE

Segundo acto: izquierda y SW

Fueron estos tres últimos candidatos entre quienes se centró la disputa casi desde un inicio. Pocos se atrevían a apostar quién se quedaría con el triunfo. Los factores eran diversos.

El primero y quizás más relevante es que la izquierda fue separada. Una historia que tiene sus inicios en 2019, cuando Sharp abandonó Convergencia Social antes de su primera reelección, tras desavenencias en la toma de decisiones en medio del estallido social. Algo ahí se quebró para siempre entre las izquierdas de Valparaíso, llevando a la concejala Nieto por un lado y Meyer, “delfín” del actual edil, por otro.

Ni siquiera los intentos de los diputados Gonzalo Winter y Diego Ibáñez, además del propio Presidente Gabriel Boric, lograron destrabar la situación. Los gestos del FA al jefe comunal no fueron suficientes. Y finalmente optaron por disputar la zona.

“Queremos presentar un proyecto alternativo que le devuelva los valores a Valparaíso”, dijo en ese momento Nieto, sumando que “la gestión actual ha tocado techo, cumplió un ciclo (...) fui una de esas ciudadanas que se inscribió como apoderada y se sintió muy feliz, con mucha esperanza, cuando ganó su primer período. Pero con el tiempo me parece que las prioridades no han estado centradas en lo que necesitamos los porteños”.

Y así, de haber sido apoderada de Sharp en su primera elección, Nieto pasaba sin escalas a disputarle la carrera a Meyer, la candidata de la continuidad.

Todo esto era visto de reojo y como una oportunidad por Rafael González. En la búsqueda de cuadros para conquistar el apetecido sillón municipal, el Partido Republicano de José Antonio Kast encontró en el expresidente de Santiago Wanderers al elegido para la contienda. Pero fue justamente el fútbol el que aparentemente terminó por jugarle en contra, a pesar de tener el apoyo de toda la oposición.

Aunque la izquierda tenía dividido a su electorado, la crisis de Wanderers, donde González hoy es vicepresidente, no puede desconocerse. En Valparaíso, una ciudad particularmente alineada con su equipo de fútbol, el destino del club puede llegar a afectar cualquier tipo de decisión del ciudadano. Y el complejo presente del equipo porteño terminó siendo usado como argumento de campaña, a pesar de los intentos de González por defenderse.

Tercer acto: el triunfo

Los tres candidatos mejor aspectados en el puerto fueron votando entre sábado y domingo.

Nieto, nacida y criada en Valparaíso, el sábado fue a la feria, donde compró flores. Recién este domingo sufragó y a su local de votación, el colegio Salesianos, llegó en micro. Luego acompañó a otras candidaturas, almorzó con su familia y equipo, y pasó la tarde en Las Cañas, un cerro alejado del plan, que se compone de casas humildes, pero que no sufre demasiado con la inseguridad de otros sectores del puerto. Nieto creció ahí y aún vive en ese cerro. El histórico conteo de votos, la elegida alcaldesa, lo vivió en su comando.

Desde ahí vio la primera aparición de resultados oficiales en el Servel. Con apenas dos mesas cerradas esa foto preliminar terminó siendo un adelanto del podio definitivo: Nieto aparecía liderando por delante de González y Meyer. El resultado final fue de 27,87% en su favor con el 95,24% de las mesas escrutadas y el triunfo terminó siendo menos estrecho de lo que podía pensarse: González marcaba 19,92% y Meyer 18,92%. El 5,7% de votos blancos y el 12,61% de nulos, un porcentaje mucho más alto que el promedio nacional, pudo cambiar el rumbo de la elección.

Raul Zamora/Aton Chile

Poco antes de las 10 de la noche Nieto ya se había autoproclamado ganadora y con música de Los Prisioneros de fondo emitió sus primeras declaraciones en medio de decenas de personas que la abrazaban, la felicitaban y le pedían selfies. Llegar a convertirse en la primera mujer alcaldesa electa de Valparaíso (sin contar a Marina Huerta, quien como concejala debió asumir en 2016 por unos días ante la renuncia de Jorge Castro) ya era un hecho.

“Gratitud a todas las mujeres que abrieron este camino. Hoy me toca abrirle camino a las niñas que han estado muy conectadas conmigo. Mi compromiso es hacerlo lo mejor que podamos para demostrar que las mujeres no solo tenemos que estar relegadas a espacios secundarios. Lo tomo con responsabiidad y agradecimiento a esas mujeres que nos permitieron hace no tanto tiempo el derecho a voto. Y a las mujeres del futuro: todas y todos podemos, esta administración se va a preocupar con especial enfasis de las mujeres que cuidan a otros”, dijo, apuntando además directamente a los porteños desencantados: “Vamos a poner a disposición todos los esfuerzos para que Valparaíso pueda funcionar. Nuestra campaña se caracterizó de forma muy honesta y planificada en presentar un programa aterrizado”.

Quizás por la misma fragmentación de la izquierda, Nieto se transformó en el alcalde con menor porcentaje de apoyo de todos quienes han liderado Valparaíso desde el retorno de la democracia. Hasta aquí, quien ostentaba ese sitial era Hernán Pinto en su primera elección de 1992, con 39,87% (58.617 votos) de las preferencias. La frenteamplista también quedó muy lejos de la reelección de Sharp, cuando logró el 56,41% (64.832 sufragios) en 2021.

Porteña de nacimiento, estudió en el liceo Juana Ross de Edwards, donde fue presidenta del centro de alumnas. De ahí pasó a estudiar Derecho en la Universidad Católica de Valparaíso. Ahí, además de Sharp, también conoció a Diego Ibáñez, quien desempeñó un papel clave en el proceso para que Nieto fuera la candidata única del pacto oficialista. Un rol que también cumplieron Macarena Ripamonti, reelecta alcaldesa de Viña del Mar y que la apoyó durante la campaña, al igual que Valeria Melipillán, que ahora perdió el sillón de Quilpué.

Tras egresar de Derecho, Nieto se reencontró con Ibáñez, con quien trabajó como abogada en su tarea legislativa. Ahí conoció a otros nombres clave del FA, como los diputados Winter, Gael Yeomans y el hoy Presidente Gabriel Boric. Por ese entonces también conoció a Constanza Martínez, timonel del FA.

“Las primeras personas con las que me relacioné fueron los equipos de esas cuatro diputaciones (de CS) que entraron en el 2017. El trabajo que he podido desempeñar con el actual Presidente, con Gonzalo Winter, Diego Ibáñez y Gael Yeomans ha sido muy gratificante y he aprendido mucho de esa experiencia”, comentó hace un tiempo a La Tercera, cuando como concejala ya aspiraba a ser alcaldesa.