Las cuentas fiscales no solo son, como queda implícito en la primera conclusión, una herencia muy amarga: son también un obstáculo bastante gordo en el camino de la confianza que todos los nuevos gobernantes estaban convencidos de poder despertar rápidamente en los capitales internos y externos.
Álvaro Vargas Llosa
17 nov 2018 03:18 PM