Según el diario Financial Times, Teherán ha tenido que enviar emisarios a Beirut para disipar los temores de que hubiera abandonado a la milicia libanesa. Esto, luego de una serie de golpes devastadores, incluidos los ataques aéreos más letales de Israel en Líbano en décadas.
El secretario general adjunto del grupo chiita libanés, el jeque Naim Qassem, condenó a Israel por “cometer tres crímenes de guerra dolorosos, como manifestación de extrema brutalidad”. Mientras que el primer ministro israelí, Netanyahu, dijo el domingo que Israel tomaría “cualquier acción que sea necesaria” para disminuir la amenaza que representa Hezbolá.
"Si Hezbolá no ha entendido el mensaje, prometo que lo hará", recalcó el primer ministro de Israel.
Las objeciones de parte de Israel podrían aplazar aún más las definiciones respecto a las órdenes de arresto solicitadas en mayo contra autoridades de ese país.
La ola de dispositivos electrónicos explosivos utilizados por miembros de Hezbolá podría ser el preludio de un ataque más amplio.
“Hezbolá se siente perseguido y la secuencia de nuestras operaciones militares continuará”, manifestó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
Luego de la ofensiva, Israel afirmó haber desbaratado un plan de asesinato dirigido por Irán.
El grupo islamista ha señalado que “no espera nada” de la visita realizada el miércoles a Egipto por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, para intentar impulsar el acuerdo.
Junto con ello, el primer ministro de Israel envió sus “mejores deseos” al magnate con la “esperanza” de que se “tomen las medidas para garantizar que estos ataques” contra un candidato presidencial sean “frustrados de antemano”.
La marcha por los rehenes se volvió a unir con la manifestación contra el Gobierno de Netanyahu.
Los manifestantes se han concentrado un sábado más en la calle Begin de Tel Aviv, frente al cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes en una de las protestas más multitudinarias desde el ataque del 7 de octubre.
El grupo reiteró que "no ha añadido nuevas condiciones" a la propuesta de Biden y se mostró dispuesto a "aplicar lo pactado"
A mediados de agosto, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, dijo que su oficina había “completado su trabajo y publicado un plan para el nuevo asentamiento de Nahal Heletz en Gush Etzion”, un bloque de asentamientos ubicados al sur de Jerusalén.
El director ejecutivo de dicha institución manifestó su preocupación por la construcción de un nuevo asentamiento por parte de Israel en el Makhrour o Valle del Battir.
Las manifestaciones y el primer paro nacional desde el 7 de octubre representan el último desafío al primer ministro israelí.
