José Manuel Palacios sostiene que las ruinas de los estanques, hechos por el intendente de Santiago entre 1872 y 1875, están siendo preservadas, negando su destrucción, como acusa la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.
14 jul 2023 02:35 PM
José Manuel Palacios sostiene que las ruinas de los estanques, hechos por el intendente de Santiago entre 1872 y 1875, están siendo preservadas, negando su destrucción, como acusa la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.
Se trata de una las diversas obras públicas realizadas por el intendente de Santiago entre 1872 y 1875. Actualmente el lugar se encuentra en medio de una polémica, ya que las ruinas del lugar están siendo destruidas para construir canchas de pádel.
Entre los años 1876 y 1882 se debatió en el Congreso Nacional una ley de vacunación obligatoria para combatir la viruela que causaba anualmente miles de muertes en el país. Fue rechazada por amplia mayoría.
En agosto de 1850, un piquete de sujetos reclutados por un agente vinculado al Cuerpo de Vigilantes de Santiago, asaltó una reunión de los igualitarios, a fin de propiciar su disolución por parte del gobierno. Fue uno de los tantos choques del grupo -que reunió a intelectuales afrancesados y artesanos-, con las autoridades, en su anhelo de introducir reformas en el Chile de los decenios conservadores.
Con gran parte de los edificios de la capital del Reino de Chile destruidos, una epidemia de tifus y una lenta reconstrucción, el terremoto ocurrido en 1647 sumió a la ciudad en la desesperación. En esos días aciagos, marcados por la religiosidad, surgió el culto a una imagen impactante: el Cristo de Mayo, de la iglesia de San Agustín, vinculada a la figura de una mujer cuya vida oscila entre la verdad y el mito, la Quintrala.
Nacida como parte de las remodelaciones urbanas que la elite realizó en Santiago de Chile a mediados del siglo XIX, no siempre fue el centro de las manifestaciones populares de la capital. Su ubicación fue una especie de límite de la ciudad y hoy, renombrada como Plaza de la Dignidad, ha servido como espacio de resignificación debido al estallido social.
El descontento con la carta fundamental de 1833, el autoritarismo achacado al gobierno de Manuel Montt y el centralismo del país, que agobiaba el desarrollo económico de Copiapó, fueron algunos elementos que gatillaron la insurrección que cerró la convulsa década de 1850. Un hombre, Pedro León Gallo, fue el líder tras la revuelta.
El 26 de mayo de 1818, el carismático abogado y luchador en las campañas de la Independencia fue asesinado.