Polaris es el adelanto de un disco que aparece en noviembre y donde el inglés explora en estos tiempos de incertidumbre y austeridad.
6 jul 2021 07:43 PM
Polaris es el adelanto de un disco que aparece en noviembre y donde el inglés explora en estos tiempos de incertidumbre y austeridad.
El periodista español acaba de publicar en el país su libro “Britpop: la vida moderna es una basura”, en que se explaya sobre los días de gloria del movimiento en que destacaron nombres como Oasis y Blur. En charla con Culto desmenuza su impacto en la industria musical del momento y en la actual cultura de la nostalgia.
En conversación con Culto, una de las mayores figuras musicales del último tiempo habla del nuevo disco de Gorillaz y de cómo esa banda virtual dibujó un futuro que hoy es presente.
En agosto de 1995, la salida simultánea de los singles “Roll with it” y “Country house” sirvió para que los medios hablaran de “La batalla del britpop”, con ambas agrupaciones enfrentándose por el primer puesto de los charts. El conflicto escaló hasta una frase desafortunada de Noel Gallagher. Una historia de Culto.
Tras el éxito del álbum Parklife, el grupo liderado por Damon Albarn comenzó a sentir el costo del reconocimiento a nivel personal. Esos días de ascenso a lo más alto (con una historiada disputa con Oasis) inspiraron buena parte de las canciones de The Great Escape (1995); desde el ánimo escapista de “Country House”, a la fantasía sobre antidepresivos en “The Universal”. Pero además marcó un punto de inflexión en su carrera, como su último material más decididamente pop.
A primera vista, la fotografía que ilustra el disco retrata la decadencia en la vida de las clases acomodadas, un hastío que para 1995 también enfrentaron Damon Albarn y Graham Coxon. ¿Qué había realmente bajo la superficie?
El sencillo de The Great Escape muestra una distopía en que la decadencia de las relaciones humanas es causada por los avances tecnológicos y el progreso económico.
Desde el 4 al 6 de junio, entre las fechas originales antes de su postergación por la pandemia del Covid-19, se emitirá online una serie de presentaciones de archivo. En la selección destacan nombres como Blur, Metronomy, Sharon Van Etten, entre otros.
Con el hashtag #timslisteningparty el frontman de The Charlatans comenzó la semana pasada a inundar Twitter con una idea brillante para esta temporada de aislamiento voluntario (o cuarentena, según aplique). Acá habla para Culto sobre cómo logró que próceres de Blur, Oasis, Ride, Flaming Lips, Suede, Mogwai, Belle & Sebastian, Franz Ferdinand o The Fall se turnaran para comentar en la red social obras ya clásicas, compartiendo recuerdos y anécdotas con los fans todos los días, cuando el Big Ben marca las 22 horas.
Aunque es fácil ver los comienzos de las cosas, detectar los finales resulta complejo. En cuanto a Brit pop, cada banda le dio muerte a su manera: si Blur eligió la experimentación y el cambio de disfraz, Oasis escogió el suicidio y Pulp apuñaló al género con una obra maestra.
Desde discos que cambiaron el rumbo de las bandas, como Californication y Significant Other, a otros que sirvieron como debut, como es el caso de Showbiz de Muse. Acá repasamos algunas producciones destacadas que fueron lanzadas dos décadas atrás.
Inspirados en la psicodelia de los sesenta y con un particular diseño sonoro en que fue clave el trabajo del productor John Leckie, el grupo ofreció en su primer disco -que ha sido celebrado por figuras como Noel Gallagher- una mezcla de ritmos bailables con el lenguaje del rock, que definió al movimiento "Madchester" de fines de los 80' y fue considerado un antecedente para el brit pop de los noventas.
La canción fue parte de la exploración sonora del disco homónimo, en que los ingleses se alejaron del pop para tomar referencias de grupos como Pavement. El sonido agresivo y su pegadizo coro dieron forma a la canción más popular del grupo en Spotify.
El magazine estadounidense elaboró un listado de LP's en que figuran títulos de Blur, Oasis, y otros. En muchos casos resultaron los trabajos en que se consiguió asentar una propuesta musical y artística.
El tema que forma parte del álbum 13, de Blur, relata el dolor del cantante tras el quiebre de su noviazgo con la vocalista de Elastica, Justine Frischmann.