El persecutor boliviano Wilfredo Chávez Serrano catalogó aquel episodio, ocurrido en noviembre de 2019, como una “actuación política no leal” que degeneró en “muerte, luto y una persecución terrible a los dirigentes del gobierno”. La Justicia de ese país se encuentra dirimiendo responsabilidades de algunos cargos militares y políticos -incluida la expresidenta, Jeanine Áñez- por instigar revueltas que culminarían con la salida de la Presidencia de Evo Morales.
8 feb 2022 06:52 PM