El lago ubicado en las tierras altas en el departamento de Oruro, en el oeste de Bolivia, sufrió una gran sequía en 2016 que redujo drásticamente sus niveles de agua, mientras que los ríos que desembocan en él han depositado montañas de desechos plásticos en sus aguas durante años.
La Tercera
10 abr 2021 10:22 AM