En los años 30, la creadora de esta suculenta galleta rellena de manjar blanco, dulce de piña y de maní, usaba gigantescos moldes para venderla por kilos. De ahí que los habitantes de Lambayeque, ciudad natal del alfajor, lo bautizaran en honor al gorila cuando se estrenó la película en el cine local.
Francisca Siebold
17 jul 2013 05:34 PM