Los hermanos Nicholas y Glen Iakl no tenían idea del negocio en que se estaban metiendo, pero tenían claro que había una oportunidad. Golpearon cientos de puertas y se presentaron ante decenas de venture capital. Hasta que alguien creyó en ellos. Esa es justamente la “humanidad” que quieren entregarle a algo tan complejo como las deudas. Ya están en Chile, Perú y México y proyectan facturar US$ 1 millón este año.
Daniel Fajardo
25 sep 2021 07:00 PM