De la Fuente de Soda al restaurante de autor. Su sola presencia dice algo. Puede haber cierto garbo, tal vez una declaración de modo casual en el comer; transmiten comportamientos, relación con la comida y su preparación; está el compartir con desconocidos o no abrir la boca para nada más que ingerir alimentos. Lo que ocurre hoy en Santiago es la entrada de barras puestas al día, un coprotagonismo con las clásicas de fuentes de soda que tanto marcaron nuestra escena, como también para mostrarse gloriosas en otros formatos.
Por Raquel Telias Fotos Nicolás Abalo
27 jul 2017 12:29 PM