Publicada por Ediciones B, se trata una novela histórica que narra, desde el punto de vista de sus tripulantes, la travesía de la Fragata Cochrane durante la guerra que concluyó con la derrota del Huáscar peruano.
30 abr 2024 11:00 AM
Publicada por Ediciones B, se trata una novela histórica que narra, desde el punto de vista de sus tripulantes, la travesía de la Fragata Cochrane durante la guerra que concluyó con la derrota del Huáscar peruano.
Paul Boyton, un aventurero estadounidense contratado por el gobierno de Perú, intentó dinamitar los barcos de la escuadra chilena que bloqueaban el Callao, a inicios de 1881. Para ello, usaba un traje de goma que le permitía flotar de espaldas en el agua. Sin embargo, las cosas no salieron bien para él.
En enero de 1881 el Ejército chileno ocupó la capital del Perú con el fin de poner término a la guerra del Pacífico y lograr la ansiada cesión de las ricas regiones salitreras. La presencia chilena hasta hoy es objeto de debate: para algunos se produjeron saqueos, otros señalan que se tomaron botines de guerra. Historiadores chilenos y peruanos convocados por Culto tratan el tema e ilustran los puntos a tener en cuenta en una discusión aún abierta.
Entre abril y julio de 1881, una expedición chilena dirigida por el coronel Ambrosio Letelier fue enviada para que combatiera a los efectivos y guerrillas que tras la toma de Lima se desbandaron hacia la cordillera. Pero cometió tropelías como robos de dinero y abusos contra la población indígena, lo cual lo hizo ser juzgado y encarcelado a su vuelta. Como señalara el historiador Gonzalo Bulnes, “es una triste página de la Guerra del Pacífico”.
Entre septiembre y noviembre de 1880, una fuerza chilena comandada por Patricio Lynch acudió al norte del Perú decidida a infringir daño económico a la nación con que se encontraba en guerra. Por diversas causas, el gobierno de Lima no pudo acudir en ayuda de la zona, y hasta hoy es un episodio que genera controversia en la historiografía. En Culto, lo revisamos de la mano de un historiador chileno y otro peruano.
En octubre de 1879, el monitor al mando de Grau fue capturado en Punta Angamos. Fue parte de un plan preparado para hacerle frente y forzarlo a combatir en condiciones adversas. Con ello se buscó poner fin a sus incursiones en los puertos chilenos. Acá un repaso a una historia tan interesante como brutal.
Ocurrió en octubre de 1879. Mientras la guerra se decidía en el mar, el ejército de Chile había establecido una pequeña fuerza de caballería para resguardar la línea del río Loa. Pero desde el lado peruano, se envió una partida de exploración que se topó con el campamento chileno. Allí se inició una persecución que acabó con un combate fugaz entre los tamarugales. Esta es la historia de un episodio olvidado.
El presidente asistió al Espacio Literario de Ñuñoa para participar en el lanzamiento de Aguafuerte, la nueva novela del escritor chileno, ambientada en la Guerra del Pacífico.
Hay varias teorías que buscan explorar el origen del popular plato. Una de ellas plantea que surgió cuando se desarrollaba la Guerra del Pacífico.
La noche del 23 de julio de 1879, en Antofagasta -ya en manos chilenas- el Huáscar conducido por Miguel Grau capturó al transporte chileno "Rímac", el cual llevaba una carga formidable: un regimiento de caballería dirigido por un sobrino del Presidente Aníbal Pinto. Por supuesto, el hecho generó tal revuelo que tuvo incluso costos políticos. Esta es la historia.
El oficial que comandaba a los 77 soldados chilenos muertos en el afamado combate de la Guerra del Pacífico, tuvo una vida con varios recovecos. Nieto de José Miguel Carrera, fue arriero en Mendoza, además de secretario de la Intendencia de Santiago, hombre de campo y hasta bombero. Pero se cuenta que se enroló en el Ejército movido por la sed de gloria. Acá revisamos la historia de un personaje tan glorificado como poco conocido.
Ocurrió en marzo de 1880, en plena Guerra del Pacífico, cuando la escuadra chilena bloqueaba el entonces puerto peruano para impedir la llegada de provisiones para su menguado ejército. Pero en una audaz maniobra, la corbeta peruana Unión logró burlar la presencia amenazante del Huáscar (que ya combatía por Chile) y el Cochrane, para entregar un último envío de pertrechos. Acá la historia de un chasco para la marina chilena.
El 7 de junio de 1880 se llevó a cabo una de las batallas más recordadas de la Guerra del Pacífico. En solo 55 minutos, el ejército chileno -comandado por Pedro Lagos- tomó posesión de la inexpugnable fortaleza que protegía al Morro de Arica. Acá, un punteo al respecto.
Se trata de una gorra, vainas de fusil y una medalla conmemorativa de los 50 años del Combate Naval de Iquique.
Es considerado uno de los héroes de Iquique, pero sobre la vida de Juan de Dios Aldea existen pocos datos verídicos. Tuvo una ascendente carrera militar, que le permitió escalar al grado de Sargento 2º en pocos años. En el combate naval del 21 de mayo tenía la misión de custodiar el pabellón, por eso fue el único que logró escuchar la orden de abordaje de Prat. Acá, una revisión a su historia.