Ahora me pregunto, veinte años después, si Piñera, viendo aquella película, decidió ser un aviador, tomar clases durante un año para aprender a pilotear un helicóptero y comprar un helicóptero para su uso personal, o si antes de ver “El aviador” ya soñaba con conquistar los cielos al mando de un helicóptero liviano, para cinco pasajeros, que podía recorrer unos cuatrocientos kilómetros a una velocidad máxima de ciento ochenta kilómetros por hora.
12 feb 2024 03:25 PM