El 30 de noviembre de 2001, la noticia los golpeó de frente y costado: la muerte de Eduardo Miño, quien se había quemado a lo bonzo horas antes frente a La Moneda, y también la desidia de la prensa frente a lo que ocurría, descolocaron a los hermanos Durán. Esa misma noche se propusieron escribir una canción que, además de convertirse en el símbolo del catálogo de Los Bunkers, a través de escenas personales y el sacrificio de un manifestante superado por la derrota, reproduce de la manera más fiel la desesperanza y el descontento social de una generación. Acá, Mauricio y Francisco cuentan cómo nació "Miño".