Y el 30% que no se vacunaría, esgrime como principal razón a no hacerlo el miedo a los efectos secundarios.
18 nov 2020 01:47 PM
Y el 30% que no se vacunaría, esgrime como principal razón a no hacerlo el miedo a los efectos secundarios.
Atender los temores, ponerse en el lugar de otros y llegar a acuerdos con quienes extreman la protección y con los que no, son algunas técnicas para reducir los problemas de salud mental frente a la nueva normalidad.
Sondeo determinó que entre quienes ya volvieron a sus labores, la principal sensación es preocupación (54%), seguido por angustia (35%) y miedo (33%). Para quienes están ad-portas de hacerlo, la percepción no es muy diferente: 50% reconoce sentir preocupación, 50% miedo y 36% angustia.
Quince psicólogos de diferentes equipos del medio local diseñan un documento para proteger la salud mental de los jugadores en el plan retorno. La ANFP se lo hizo llegar a los 33 clubes profesionales.
Las actitudes negativas son respuestas irracionales, explican especialistas, que parten del temor, pero además de las construcciones de la enfermedad desde un lenguaje bélico al identificarla como un enemigo, lo que eleva el pánico. La falta de información y noticias falsas también contribuyen a ese comportamiento.
Muchas personas han visto alterada su rutina diaria debido a la pandemia de Covid-19 y las medidas restrictivas que se han impuesto para frenar los contagios, lo que ha generado que muchos sientan miedo y angustia. Psicólogas entregan consejos de cómo afrontar esta situación.
La guerra comercial entre China y EEUU sacude a los mercados y mantiene la cautela entre los inversionistas globales.
El VIX de la Bolsa de Chicago sube un 28%, lo que corresponde a su mayor alza desde el 10 de octubre del año pasado.
Campo cree que se podría repetir lo que ocurrió con la peste bubónica o en la Segunda Guerra Mundial. Además, este líder en cambio climático se refirió a los temas que deberán abordar los países participantes de la cumbre COP24.
No se trata de respetar las disposiciones legales sencillamente porque son necesarias para un mínimo bienestar común, sino de quién tiene más capacidad de vigilar y castigar.
"Las redes sociales han creado una excusa para perder el contacto visual entre seres humanos. Los nuevos medios no requieren del cara a cara para comunicarse y creo en el valor de mirar a los ojos y tener una conversación. Me asusta eso. Hoy existe menos contacto social. Nunca he estado en Facebook ni en Twitter", asegura el laureado cineasta.