El teletrabajo y el telecolegio tiene a toda la familia empantallada, pero la exposición prolongada de los niños a estos dispositivos tiene varios riesgos, incluido el déficit cognitivo. Expertas en tecnología, educación y psicología dan pistas de cómo conseguir una relación sana con las pantallas.
La nueva obsesión de la industria cosmética y de los dermatólogos se llama luz azul (HEV). Esta radiación del espectro lumínico, la que se sitúa entre entre los 380 y los 500 nanómetros, vendría a ser un 30% de la radiación que el sol emite entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. En el pasado, exponernos a ese porcentaje no suponía ningún riesgo para la salud cutánea, sin embargo, hoy vivimos en un mundo lleno de pantallas luminosas a las que nos sometemos durante buena parte del día, más aún en tiempos de coronavirus.
De acuerdo con el fabricante japonés, las pantallas verticales que utilizan sus competidores serían aparatosas y distractivas.
En vacaciones la recomendación es que los niños tengan tiempo para todo: para navegar por Internet, para hacer deporte, para jugar con sus amigos y para pasar tiempo realizando actividades en familia.
La compañía apostó fuerte a la innovación en pantallas en la feria de tecnología CES con una propuesta que mezcla calidad de imagen y futuro
