A la italiana, estos portobellos están hechos con boconccini, que son pequeñas bolitas de queso mozarella blanco que vienen listas para usar. Esta es una versión capresse, pero también se puede jugar con los tipos de queso y el relleno. Otra buena mezcla: queso azul, tomate y cebolla.
Es importante siempre cortar completamente el tallo de la espinaca antes de usarla para la ensalada, ya que éstos solo se comen cuando están cocinados por su sabor. Las chefs Isidora y Pilar Kraemer acompañan estas hojas con un dressing de miel y una mezcla dulce y salada entre uvas gratinadas al horno y queso brie.
Para freír las sopaipillas, es importante cuidar que el aceite no se ponga a fuego alto, porque si se quema, no se puede usar. La idea es poner media olla con aceite a fuego medio y siempre monitoreándolo. El Hacedor de Pan recomienda no freír por mucho tiempo las sopaipillas de betarraga porque sino se pueden poner negras, o sea, no más de dos minutos por lado.
Este plato combina el dulzor de la coliflor con el sabor potente del queso azul. Para equilibrarlos, hay que ordenarlo por capas en la budinera: primero betarraga, luego zanahoria, coliflor y finalmente el queso. Se puede repetir una o más veces, dependiendo del tamaño de la fuente.
El pan de centeno suele tener una miga más oscura y contiene una alta cantidad de fibra. Para saborizarlo, esta receta incluye trozos de higo y nueces, que hacen que quede ideal para acompañar con quesos y fiambres. Además, se puede cortar en rebanadas delgadas y tostar. Una buena idea para el desayuno.
El almíbar, gran protagonista de esta receta, debe prepararse al principio para caramelizar las peras, y luego no olvidar reservarlo, porque al final se le agregará el cacao y a la crema a fuego medio.
Para preparar esta receta es necesario contar con masa madre lista.
Para hacer una focaccia, el Hacedor de Pan nos cuenta que hay que vertir aceite de oliva sobre la masa ya reposada y armada con las peras, cebollas y el queso, y luego, hundir los dedos por toda la superficie aceitada hasta que se formen burbujas. El aceite ayudará a que no se pegue y el aire a crear la textura. Luego, hay que dejar reposar por una hora más antes de meter al horno.
La receta de la masa de fetuccini de Isidora y Pilar Kraemer está hecha al estilo italiano. Para lograr que toda la masa quede fresca y no seca, es muy importante partir haciendo una montaña de harina con un espacio grande al medio para batir los huevos, cuidando no romper el "cráter" que se ha formado y mezclando todo hasta tener una masa homogénea y sin harina sobrante. Una vez que haya reposado y se hayan hecho las tiras de pasta, colgarlas hasta el momento de cocer.
La combinación de mandarinas con el caramelo de la caluga resulta en una experiencia gastronómica llena de sabor otoñal.
Para que el pan suba en el horno, pon una fuente con agua hirviendo en la base del horno y hornea por 20 minutos a 220º C solo con calor de abajo.
Para complementar los sabores de esta receta se puede agregar hierbas como romero, tomillo y orégano.
De aspecto verde por su ingrediente principal, este pan es una alternativa original de incluir verduras en la alimentación.
Si no hay wafflera, la receta del chef Joaquín Cerda se puede hacer en la sandwichera o en la sartén. Para la primera opción, se hace igual que la wafflera, echando la mezcla y dejándola cocinar aplastada por al menos tres minutos, verificando que se doren. A la sartén hay que echarle un poco de mantequilla para que no se pegue y dar vuelta a los waffles para que se doren por ambos lados.
