En un viernes que antes hubiese parecido atípico, dos bandas bajo una misma comunión tocaron en la ciudad capital. Un regreso montado en la zona cero de las protestas y un concierto que pasó de tener ribetes crípticos a revolucionarios convivieron en un Chile que se está acostumbrando a vivir en octubre.
Raúl Álvarez
15 dic 2019 04:22 PM