A cinco meses de la elección en Brasil, en el gobierno ya miran con atención el escenario político en ese país y un eventual triunfo de quien podría convertirse en un aliado de Boric en la región: el exmandatario Lula da Silva. Aunque en los sondeos de las últimas semanas, Bolsonaro -que apuesta por su reelección- ha acortado la distancia, en la coalición y en La Moneda confían en un triunfo del candidato del Partido de los Trabajadores, lo que sería estratégico para Chile, en medio de una relación que se ha tensionado y donde el embajador designado por esta administración, Sebastián Depolo, sigue a la espera del beneplácito para partir a Brasilia.