Así las cosas, y en vísperas de salir de viaje, Barclays escribió un correo a la tienda de autos, pidiendo que fueran a buscar la camioneta tan pronto como fuese posible, y la reparasen sin demora. Al día siguiente, un empleado de ese concesionario llegó en taxi y se llevó la camioneta. No hizo falta una grúa, lo que confirmó que los daños no eran graves.
22 jun 2024 09:26 PM