Más allá de los errores históricos de la película de Ridley Scott, la cinta protagonizada por Joaquin Phoenix volvió a relevar la figura del hombre que mantuvo en jaque a las monarquías europeas de principios del siglo XIX y que sentó las bases de la Francia moderna. Para algunos es un tirano y megalómano, para otros, quien ayudó a consolidar el legado de la Revolución Francesa. Como apunta el historiador británico y autor de la más reciente biografía de Bonaparte, Micheal Broers, “Napoleón puede ser todo, para todos”.