El CEO de Tesla ha dicho que su visión es una compañía de red social privada con menos moderación de contenido y un botón de edición. El 14 de abril ofreció comprar Twitter con una oferta de 43.000 millones de dólares. En respuesta, la empresa adoptó la llamada píldora venenosa, que dificulta que Musk aumente su participación en la compañía más allá del 15%.
Si bien aún no existe algo definitivo, distintos reportes entregan ideas sobre lo que estaría planeando la plataforma.
Se trata de una medida de defensa, conocida como “píldora venenosa”, que permite a los accionistas existentes el derecho a comprar acciones adicionales con descuento, diluyendo efectivamente la participación de propiedad de la parte hostil.
El CEO de Tesla entregó su definición de ese concepto en una presentación donde también abordó su propuesta para la edición de tweets.
Tras este anuncio del presidente de Tesla, la acción de Twitter se disparó un 11,34% a US$51,05 en los intercambios electrónicos que preceden la apertura de Wall Street. Sin embargo, al cierre el papel perdió 1,68%.
El boom de los NFT ya no está al mismo nivel que el de aquellos tiempos en donde se pagaban sumas millonarias por un token que representase el primer mensaje de la historia en Twitter.
“Es mi mejor y última oferta y, si no se acepta, tendría que reconsiderar mi posición como accionista”, señaló Elon Musk.
El presidente de Tesla valoriza a la red social del pájaro azul a U$43.400 millones, cifra por sobre de su actual valor bursátil.
Empleados y analistas de Twitter prevén un posible enfrentamiento con el hombre más rico del mundo. Tras revelar la semana pasada una participación de aproximadamente el 9% en Twitter, a Musk se le ofreció un puesto en la junta directiva que rechazó el sábado. Como miembro del consejo de administración, Musk se habría limitado a poseer menos del 14,9% de las acciones de Twitter, pero su revocación plantea al menos la posibilidad de que pueda intentar una adquisición hostil.
Los ex accionistas encabezados por Marc Rasella dijeron que la divulgación tardía permitió a Musk comprar más acciones de Twitter a precios más bajos, mientras los defraudaba para venderlas a precios “desinflados artificialmente”.
El multimillonario podrá comprar más acciones de la compañía y estará habilitado para mantener conversaciones con la empresa.
El empresario adquirió, este mes, una participación de 9,2% de la propiedad Twitter, lo que lo convierte en el principal accionista.
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