Cooperación internacional o sálvese el que pueda, ese es el dilema al que se están enfrentando los países en medio de la peor pandemia de los últimos 100 años. Con más de cuatro millones 500 mil contagiados y 306.376 muertos contabilizados a nivel mundial hasta el viernes en la tarde, los gobiernos comenzaron una fuerte disputa por asegurar a su población el acceso a una potencial vacuna que pueda controlar la propagación de este virus.
La guerra entre los países por obtener primero la tan anhelada inmunización ya está desatada, pese a que los expertos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido que aún estamos lejos -no antes de 12 meses, han dicho- de que se logre desarrollar una vacuna efectiva contra el Covid-19. Eso, sin contar con el tiempo que se requerirá para tener una producción masiva y a precio accesible para todo el mundo.
El miedo a “quedarse debajo de la mesa”, si es que se logra encontrar una vacuna, debido a la presión de los países más grandes por comprar el mayor número de dosis que se produzcan, sumado a las limitaciones que imponen las patentes farmacéuticas a la producción masiva, han obligado a la mayoría de los gobiernos a anticipar las gestiones para asegurarse un pedazo del pastel.
Y las tensiones ya se han hecho evidentes.
Esta semana, el Presidente de Francia, Emmanuel Macrón, se enfrentó públicamente con los máximos ejecutivos de la farmacéutica Sanofi, luego de que estos advirtieran que darían prioridad en la entrega de la vacuna a Estados Unidos, debido a la millonaria inversión que Washington había hecho al desarrollo e investigación que lleva adelante el gigante farmacéutico privado francés. “El gobierno estadounidense se movilizó fuertemente de manera financiera desde muy pronto”, señaló el director de Sinefon en Francia, Olivier Bogillot, al justificar su polémica decisión.
“Los esfuerzos realizados en los últimos meses muestran la necesidad de que esta vacuna sea un bien público mundial, ajena a las leyes del mercado”, exigió el mandatario francés. Un llamado al que se sumó la Unión Europea: “La vacuna contra la enfermedad provocada por el coronavirus debe estar disponible para todos los países de manera justa”, dijo el vocero de la Comunidad Europea, Stefan de Keersmaecker.
Los pasos de Chile
El acceso oportuno a una vacuna contra el Covid-19 se ha convertido también en una de las obsesiones del Presidente Sebastián Piñera.
Más aún después de los problemas que se han registrado a nivel mundial en la compra de insumos médicos, como ventiladores mecánicos y equipos de seguridad para el personal sanitario. No han faltado las medias proteccionistas, prohibiciones de exportar decretadas por algunos países e, incluso, requisas de embarques completos de estos aparatos que iban destinados a otras naciones.
Por eso, hace sólo 10 días, la Cancillería chilena suscribió acuerdos bilaterales con China, Singapur y Nueva Zelandia que prohíben la confiscación de insumos médicos comprados por Chile, así se garantizó una ruta protegida y segura para traer ventiladores mecánicos desde Asia. Ahora la diplomacia chilena está trabajando en un acuerdo similar con Brasil para garantizar una vía libre desde Europa.
Piñera también instruyó a sus colaboradores acelerar las gestiones para asegurar que Chile pueda contar desde el primer momento con una vacuna eficaz.
No sólo eso. Desde fines de febrero, el Mandatario chileno ha sostenido conversaciones al más alto nivel con sus pares de China, Xi Jinping; de Estados Unidos, Donald Trump; de España, Pedro Sánchez; la canciller alemana, Angela Merkel, y con el Presidente francés, Emmanuel Macrón, a quienes les han pedido ayuda para que Chile tenga acceso prioritario a una vacuna contra el Covid-19.
Fue el propio Piñera quien desclasificó estas gestiones el 7 de mayo pasado, tras sostener una conversación de más de 15 minutos con Trump.
“Hablamos de muchos temas. Pero tal vez lo que más nos interesa a nosotros, igual como hay una carrera o una verdadera guerra, como dijo un ministro, por los ventiladores, nosotros desde hace mucho tiempo estamos tratando de poner a Chile en posición de privilegio para que cuando haya una vacuna, esa vacuna llegue a Chile en forma oportuna”, señaló el Jefe de Estado chileno.
Según una fuente del Palacio de La Moneda que conoció del contenido de la conversación con el Presidente estadounidense, Trump, además de intentar marcar presencia en la región en medio de su contienda con China, le advirtió que primero debía asegurar el stock de la eventual vacuna para los habitantes de su país. De ahí en adelante pondría a Chile en la lista.
Hasta ahora, de los 110 proyectos de investigación que se están desarrollando a nivel mundial para lograr una vacuna contra el Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto la atención en ocho candidatos, por ser los que están más avanzados, con estudios clínicos en humanos en fase 1 y 2. Cuatro de estos proyectos son desarrollados por laboratorios e instituciones chinas. Dos son estadounidenses (Moderna/Niaid, e Inovio Pharmaceuticals), una de Gran Bretaña, dirigida por la Universidad de Oxford, y una pertenece a un consorcio formado por laboratorios privados de Alemania, China y Estados Unidos (BioNTech/ Fosun Pharma/Pfizer).
A comienzos de esta semana, Beijing anunció que a fines de mayo llevaría las pruebas clínicas de sus prospectos a fase 3, lo que implica testear este producto en más de 2.500 voluntarios. Lo que aceleró aún más la carrera.
En completa reserva, el Presidente Piñera llamó a los embajadores de Chile en Beijing, Luis Schmidt; en Estados Unidos, Alfonso Silva; en Alemania, Cecilia Mackenna; en Israel, Rodrigo Fernández, y al representante de Chile en Ginebra, donde tiene sede la OMS, Frank Tresler, para darles instrucciones de monitorear e informar de manera permanente el avance de las investigaciones sobre vacunas.
También les ordenó ponerse en contacto directamente con los laboratorios que están desarrollando las ocho investigaciones que se encuentran más avanzadas para ofrecer financiamiento por parte de Chile para el desarrollo de la vacuna y colaboración en el ámbito científico para que puedan realizar las pruebas clínicas en Chile, todo esto a cambio del acceso oportuno para Chile de la vacuna que resulte eficaz.
“He hablado del tema de las vacunas con el Presidente Piñera. Él está preocupado no sólo del día a día, sino también del futuro de esta pandemia, porque está el riesgo de los rebrotes. La solución de mediano y largo plazo es obtener una vacuna”, señaló desde Beijing el embajador Luis Schmidt.
El exdirigente del agro y actual representan diplomático, que ha tenido un rol clave en conseguir ventiladores mecánicos que han estado llegando a Chile en medio de esta pandemia, reconoce que se le encomendó realizar gestiones reservadas en los cinco laboratorios chinos que están trabajando en lograr una vacuna.
“He cumplido fielmente las instrucciones del Presidente. Acá hay laboratorios que están muy avanzados y hemos conversado con ellos para ‘no quedar debajo de la mesa’”, aseguró Schmidt.
Según el diplomático, se ofreció financiamiento, pero al mismo tiempo “que se realicen en Chile algunas de las pruebas de fases clínicas más avanzadas. Chile tiene más de 39.500 contagiados, un número importante de casos de infectados, y hacer pruebas en Chile podría ayudar al avance de la investigación. Estamos en una etapa bien avanzada de estas tratativas, incluso ya hemos hablado con la contraparte en Chile -laboratorios y centros de investigación- que podrían asumir esta tarea”, recalcó.
En el gobierno admiten que estas gestiones se están realizando en varios países, incluso, algunas fuentes en La Moneda aseguran que se estaría explorando la posibilidad de emitir boletas de garantía en favor de algunos laboratorios para acelerar los procesos administrativos de compra en caso de que una de estas candidatas a vacunas sea aprobada.
Vías de cooperación
Para el asesor regional de asuntos regulatorios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), José Peña, es muy prematuro apostar todas las fichas por alguna de las ocho candidatas a vacuna, pues aún se encuentran en una fase muy preliminar de desarrollo. Recién, afirma, se está analizando que no hagan más daño que beneficio, pero falta mucho para determinar si son eficaces en términos inmunológicos .
Para este experto, tal como lo ha sostenido la OMS y la ONU, estamos “ante un desafío global y para enfrentarlo necesitamos usar todos los caminos de la cooperación y la solidaridad internacional, porque si no, muchos países pequeños y subdesarrollados se van a quedar abajo y sufrirán un gran impacto social y económico”.
Según Peña, la posibilidad de lograr una vacuna no se dará antes de inicios de 2021, lo que da tiempo para preparar los caminos para asegurar que haya acceso garantizado para la mayoría de la población de riesgo. “No es posible pensar en el corto plazo que habrá acceso universal, no dan los números para pensar que exista la capacidad de producción para inmunizar a toda la población del mundo, pero sí se puede hablar de acceso a toda la población de riesgo adultos mayores, personas con enfermedades basales, personal de la salud, entre otras”.
En esa línea, y aunque el multilateralismo y la cooperación internacional se han visto debilitados en estos meses de pandemia, el gobierno chileno también ha puesto sus fichas en esa vía para buscar asegurar el acceso a una vacuna contra el Covid-19.
El viernes en la tarde, el Presidente Piñera mantuvo una videconferencia con el Presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, y con el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyresus, durante la cual le dieron a conocer la iniciativa que están impulsando para crear un “banco mundial de propiedad intelectual, en que se puedan encontrar datos, conocimientos, diseños de lo que pueda servir en la lucha contra el Covid-19”, según explicó el mandatario costarricense.
Por lo mismo, le pidieron a Piñera que apoyara la iniciativa de resolución que será votada la próxima semana en la OMS para exigir a los organismos públicos y privados a entregar libremente la información relacionada con la pandemia.
La OMS, ya a fines de abril, había liderado una iniciativa público-privada para recaudar dinero destinado a financiar el desarrollo e investigaciones de vacunas contra el Covid-19. Cerca de 40 países, entre los que estuvieron México y Brasil, por Latinoamérica, reunieron más de 7.400 millones de euros que serían canalizados a través de la Coalición para la Innovación en Preparación para las Pandemias (Cepi). Ni Chile ni Estados Unidos invirtieron en esa vía para asegurar vacunas universales.
El 21 de abril pasado, México promovió en las Naciones Unidas la resolución 74/247 que busca garantizar en el futuro inmediato un acceso “justo, transparente, equitativo, eficiente y oportuno” a los medicamentos y vacunas contra el Covid-19. El texto fue aprobado por 193 países, entre ellos Chile.
Sin embargo, cuando México en su calidad de presidente pro tempore del Celac intentó conseguir apoyos para esta iniciativa dentro del marco del organismo multilateral que agrupa a los países de America Latina y el Caribe, inicialmente recibió algunos reparos desde Chile.
En las últimas semanas, el canciller Teodoro Ribera ha mantenido conversaciones con sus pares de México, Brasil, España, Alemania, Singapur y Nueva Zelandia, con miras a compartir experiencias y nuevas prácticas para enfrentar el coronavirus.
También se han activado foros como Prosur y el Grupo de Lima para hablar sobre mecanismos para asegurar el acceso a tratamientos y vacunas.
En la región hay una amplia experiencia de trabajo conjunto en la materia.
Hace más de 40 años la OPS mantiene el Fondo Rotatorio para la compra masiva de stock de vacunas, que luego son distribuidas de manera equitativa y a bajos precios a los países latinoamericanos.
Este fondo, de más de 800 millones de dólares, fue clave en el pasado para el éxito en las campañas de inmunización contra la polio, la viruela y el sarampión.
Chile también fue parte de este pool de países que compraron juntos a través de la OPS en la pandemia de influenza A H1N1 de 2009.
Según cifras del organismo, casi el 50% de todas las vacunas que se producen en el mundo se distribuyen a través de este fondo de la OPS y Unicef, por lo que es usual que los propios laboratorios se acerquen a la OPS para promover sus vacunas.
Esta vez, sin embargo, señala José Peña, asesor regional de la OPS, todo indica que será distinto. Tendrá que ser la OPS la que se anticipe y vaya directamente a buscar a los laboratorios para asegurar el suministro de vacunas para el Covid-19. De hecho, la entidad ya conformó un panel de expertos que está monitoreando de cerca el desarrollo de las vacunas.
Una carrera, donde están lejos de ser los únicos. Todos, incluido Chile, ya están haciendo gestiones directas con los laboratorios.