La tarde del jueves 21 de junio de 2018, el senador RN Manuel José Ossandón sostuvo una serie de conversaciones por WhatsApp con su primo, el alcalde de Pirque, Cristián Balmaceda.
“Me puedes recibir mañana a las 8.30 por favor. Cinco minutos. Me puedes confirmar por favor o llamarme. Es muy rápido y es importante para Pirque”.
El excandidato presidencial tenía apuro. “Me estaba esperando desde temprano en la oficina”, declararía luego Balmaceda ante la PDI. En el encuentro, dijo el edil, Ossandón le pidió que reconsiderara la prórroga que necesitaba la empresa Cavilú S.A. para un proyecto de extracción de áridos en el río Maipo, cuya administración depende conjuntamente de los municipios de Pirque y Puente Alto. La firma ya tenía el pase de esta última comuna, solo faltaba convencer al concejo municipal liderado por Balmaceda.
Los chats previos y posteriores a esta reunión actualmente son objeto de un sigiloso análisis por parte de tres efectivos policiales de la Brigada de Delitos Funcionarios (Bridef) de la PDI. El diálogo es una de las principales piezas en la indagatoria penal por presunto tráfico de influencias que apunta al parlamentario de RN. A poco más de un año que se abriera esta causa, la fiscalía tiene en la mira a Ossandón, pues según la denuncia del jefe comunal, este nunca transparentó que uno de sus hijos, Nicolás Ossandón Lira, tenía participación como accionista en Cavilú.
El origen
Hace una década, Pirque y Puente Alto firmaron un convenio para otorgar en conjunto los permisos y las concesiones para que particulares puedan realizar extracciones de áridos en el río Maipo. Puente Alto tenía la responsabilidad de administrar este negocio, repartiendo los dineros recibidos por partes iguales para cada municipio.
A fines de 2015, Cavilú SpA se adjudicó un contrato por 12.000 UF -que se firmó el 7 de enero de 2016- para extraer el material en el marco de una licitación pública. Sin embargo, no pudo iniciar faenas, pues se demoró en cumplir uno de los requisitos de las bases de licitación respecto de la evaluación de impacto ambiental. Fue entonces cuando la administración de Balmaceda comenzó a rechazar la petición de prórrogas realizadas por Cavilú, lo que generó la primera reacción del senador RN. En octubre de 2017, Ossandón se presentó sin éxito en la Municipalidad de Pirque para persuadir al concejo.
Alrededor de siete meses después, Ossandón Lira se convirtió en representante legal de Cavilú. Según lo recabado por la policía, el documento legal se firmó el 15 de mayo de 2018 en la notaría de Patricio Raby.
A pocas semanas de ese hito, Ossandón concretó la cita con Balmaceda. “En ese encuentro (junio de 2018) él me pidió que analice el tema de la prórroga, ya que la empresa solicitante era de una mujer viuda con un hijo enfermo, de manera tal que me pedía que revirtiera mi decisión para no perjudicarla, porque estaba en una situación económica compleja, ya que tenía todo su capital invertido ahí”, dijo Balmaceda.
Cuando el alcalde de Pirque se enteró de que el hijo de Ossandón era parte de la empresa, se molestó y se lo hizo saber en uno de los chats adjuntos en esta investigación.
El 14 de agosto de 2018, Balmaceda le escribió una bomba: “Cote, estoy muy sorprendido con esto del río Maipo y el permiso que teníamos que otorgar. Nos encontramos con muchos detalles en que Puente Alto nos ocultó información de la licitación y otras cosas, pero lo que más me ha sorprendido de todo era tanto tu insistencia y de Nico por tener este documento. Digo esto porque ahora entiendo todo y es lo que me tiene sorprendido y molesto. Te pregunté abiertamente si el Nico tenía algo que ver con estos áridos y tú me dijiste que no. Lamento mucho sentirme como el imbécil del grupo y que me hayas mentido (...). Me encuentro el viernes con la sorpresa de que no solo tiene algo que ver el Nico en esto, sino que peor aún, es uno de los dueños de Cavilú. Eso no se hace, Cote, podrías haberme contado la verdad”.
La molestia del jefe comunal continuó manifestándose en ese chat. “Hoy tengo reunión con Germán (Codina) para ver el tema de la administración del Maipo y me entero que desde enero ellos tienen un documento en que indica que el representante legal es Nico. Grave, por decir lo mínimo. Insisto que lamento que me hayas mentido así descaradamente. Martín le preguntó al Nico si él tenía algo que ver con esta empresa cuando andaba pidiendo los papeles, a lo que respondió que no. Yo no estoy para el weveo de nadie Cote, así que le dije hoy a Codina que yo no voy a entregar el permiso. Todo lo que se estaba haciendo los únicos perjudicados íbamos a ser nosotros como alcaldes, más Germán que yo, pero decidimos no autorizar esta renovación (...). Todos estos documentos se los entregué a la Contraloría por la investigación que llevan sobre la administración conjunta. Me gustaría que hubieras sido más claro y verídico conmigo”.
Amenazas cruzadas
Pasados unos minutos, la respuesta de Manuel José Ossandón no se hizo esperar. “Nunca te he mentido. Te estás vengando de mí con mi hijo y eso no se hace. Todo se ha hecho legal y transparente. No importa, la vida es redonda. Un abrazo”.
Al no tener respuesta, el senador RN volvió a la carga ese mismo día: “Contesta, eres un cobarde y no voy a aceptar que me hayas dejado como un sinvergüenza delante de todos en la gobernación”.
Nueve días después, y aún sin recibir una respuesta de su primo por ese chat, Ossandón insistió: “Hoy recibí tu mensaje por intermedio de Patricio Vergara. Acepto el desafío. Espero que puedas demostrar que yo soy un corrupto, como lo dijiste en la gobernación, y que todo esto es por mi hijo. Yo para que no me acuses de cobarde como senador y a nombre mío pediré al fiscal nacional y al Consejo de Defensa del Estado que se tome el caso en que tú te compraste al concejal Ulloa, como también se investigue los permisos de circulación y el cartel de homosexuales que se protegen en el municipio (espero no dañar familias)”.
Como el intercambio había subido de tono, Balmaceda -según el registro de los chats- le replicó al senador. “Me queda claro con esto que te rayaste absolutamente. No he enviado ningún mensaje con nadie y tú lo sabes. Patricio es el abogado municipal. He sido súper prudente que esto no salga a oídos de quienes no corresponda y ustedes no lo están haciendo. Jamás te he tratado de corrupto ni mucho menos, no soy como tú (...). Encuentro increíble que me amenaces de esta forma, haz lo que tengas que hacer, pero estoy con la conciencia tranquila que nada de lo que dices en tu amenaza es cierto y menos me afecta. Si crees que usando tu investidura de senador me vas a intimidar, estás muy equivocado. Yo seguiré defendiendo los intereses de Pirque, e insisto, el problema es con la Municipalidad de Puente Alto, no contigo, ni menos con tu hijo. Sí creo que es un error que tú mismo estés llamando a los concejales y que tu hijo venga a una reunión con un concejal, pero eso es problema de ustedes. Haz lo que tengas que hacer, no te tengo miedo, y como bien dices tú, espero no dañar familias, pero amenazas tan bajas como esta o la que me hizo la Nona la otra vez, enviada por ti, no tengo por qué seguirlas aceptando”, escribió.
Ese día su interlocutor calló. Hasta el 30 de agosto, cuando Ossandón levantó que sus intervenciones eran porque “la señora Norma de Cabrera y su hijo discapacitado, más Nicolás están siendo perjudicados injustamente por ustedes, a pesar de haber cumplido con todo lo monetario y ambiental. Quiero que sepas que lo que advertí va en serio y está en tus manos arreglar”.
Tras detallar una serie de causas penales que -según el senador RN- complicaban al alcalde, le aseguró que “tendré que oficiar al Consejo de Defensa del Estado para que reactive la querella y yo como representante de mi región interpondré una por quienes resulten responsables”.
Uno de los últimos mensajes de Ossandón que hay en el expediente fue enviado solo unas semanas antes de que Balmaceda lo denunciara por presunto tráfico de influencias ante el fiscal nacional, Jorge Abbott: “Me contaron que hoy terminaste de reventar al Nico. Debes estar muy contento. Tienes una nueva víctima de 23 años. Un abrazo”.
El conflicto pasó a ser una causa judicial el 12 de noviembre de 2018. Inicialmente quedó en manos del entonces fiscal regional metropolitano Sur, Raúl Guzmán, quien en medio de esos trámites inició su postulación al cargo de secretario del Senado, que ejerce en el día de hoy. Su sucesor, el fiscal regional Héctor Barros, tampoco se pudo hacer cargo de la investigación. Hace algunos meses, el persecutor se inhabilitó por haber sido abogado del municipio de Puente Alto.
Las diligencias se reactivaron cuando la causa fue traspasada a la Zona Oriente, donde el fiscal jefe de Alta Complejidad Oriente, Felipe Sepúlveda, ha profundizado en la materia y acumulado antecedentes.
Lazos de familia
A sus 23 años, Nicolás Ossandón Lira no solo oficiaba como representante legal de Cavilú, según ha podido establecer la Bridef, sino que, además, era presidente de la empresa, porque concentraba el 90% de las acciones, por un poder otorgado por Norma Lucero. Ella es la viuda de Manuel Cabrera, el otro dueño de la firma, un empresario puentealtino que falleció en agosto de 2017.
En su declaración judicial, Balmaceda reitera en más de una oportunidad -como también se observa en los chats- que Ossandón justificaba sus gestiones como una ayuda a la viuda de Cabrera.
Por su parte, Norma Lucero dijo no conocer al senador. “No conozco al hoy senador Manuel José Ossandón, mi marido parece que sí, de los tiempos en que era alcalde de Puente Alto, puesto que mi marido era muy conocido en Puente Alto, Pirque y Buin”, sostuvo la mujer en su declaración judicial. En la misma instancia, agregó que “ni le he pedido ayuda por los trámites que están pendientes para que Cavilú explote la concesión en el río Maipo”.
La mujer dijo que Cabrera fue el único dueño de Cavilú hasta su muerte, pero que luego su hijo Fabián -de 50 años- se hizo amigo de Nicolás, que entonces ingresó al negocio familiar.
Fabián Cabrera, quien no da cuenta de una discapacidad al momento de declarar ante la PDI, detalló que conocía a Nicolás Ossandón desde los 15 años. Lo conoció andando bicicleta en Pirque y se hicieron amigos. “Cuando mi papá conoció a Nicolás le dio muy buena impresión, pensó que era la persona ideal para trabajar con ella. En paralelo, Nicolás como a los 20 años ya arrendaba un barco arenero con otra persona, él era muy maduro e impresionaba más edad de la que tenía. Como un año antes de morir, mi papá me pidió que trabajáramos juntos”, declaró Cabrera hace algunos días.
Los avances en la indagatoria no aseguran que Ossandón declare en la fiscalía. Por ser senador, no puede ser citado, y como está denunciado, tiene calidad de imputado en la causa y puede guardar silencio. En paralelo, el Ministerio Público ya envió al Consejo de Defensa del Estado estos antecedentes, tras establecer la posibilidad de que exista un eventual delito cometido por un funcionario del Estado.
En sus descargos, el senador Ossandón aseguró que ha colaborado con la fiscalía. “Mandé por escrito que si quieren pueden acceder a mis comunicaciones y tráfico telefónico, porque estoy seguro de que no he cometido delito y voy a demostrar mi inocencia”. Junto a esto, aseguró haber presentado un informe en derecho de la Universidad de los Andes que descarta el ilícito, “ya que no existe el decreto edilicio, el trámite frente al cual yo podría haber influido”.
Finalmente, destacó que, hace pocas semanas, Cavilú le ganó a Pirque en la Corte Suprema y demostró que no tiene temas pendientes para continuar la concesión, por lo que -desde ese punto de vista- no existiría posibilidad de atribuirle un tráfico de influencias. “Mi error fue denunciar lo que el alcalde de Pirque está haciendo con los funcionarios, situaciones irregulares, contratos falsos y denuncié irregularidades en permisos de circulación”, explica Ossandón, quien alude a que habría intenciones secretas detrás de todo el proceso.
“Esta es una vendetta política y la voy a ganar”.