Jacqueline Van Rysselberghe: “Chile Vamos está paralizado, no veo que estén convocando para impulsar en la Convención un texto alternativo”

El presidente de la Republica se reúne con la mayoría de los presidentes de partido
22 de octubre del 2019/SANTIAGO El presidente de la Republica, sostiene una reunión con los presidentes de partidos políticos oficialistas y oposición, en el palacio de la Moneda. Jaqueline Van Rysselberghe, la presidente de la Union Democrata Independiente. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

La expresidenta UDI habla por primera vez tras la derrota que tuvo en las elecciones parlamentarias, donde no pudo reelegirse. La senadora plantea inquietud por la situación del actual oficialismo ante la Convención Constitucional y dice que es necesario que se desplieguen informando lo que se está aprobando. “Si el plebiscito fuera hoy día, yo rechazaría de todas maneras”, dice.


Aún le quedan días como senadora antes de que arribe el nuevo Congreso en marzo, pero ya tiene todo listo para volver a realizar consultas psiquiátricas una vez que esté alejada de las tareas legislativas. La decisión forma parte de la reinvención de la expresidenta UDI Jacqueline van Rysselberghe, tras la derrota electoral en las elecciones parlamentarias, quien, además, cuenta que iniciará estudios en psicoterapia gestáltica.

En una entrevista, semanas antes de las elecciones parlamentarias, dijo que estaba segura de que iba a ganar. ¿Qué pasó?

La verdad es que pensé que iba a ganar efectivamente, pero las cosas se dieron de una manera distinta. Inicialmente hicimos una encuesta meses antes de las elecciones, donde ganaba, y fue la razón por la que fui nominada como candidata. Posteriormente, la directiva de la UDI decidió llevar dos candidatos, las cosas se enredaron y finalmente ganó el otro candidato, que era el candidato de la directiva.

O sea, ¿la responsabilidad de su derrota es de la mesa de Macaya?

No, creo que fueron distintas cosas, pero creo que fue así. El escenario cambió entremedio. ¿Te acuerdas que me tuve que operar de la rodilla? Eso hizo que llegara más tarde a la campaña.

¿Su derrota electoral marca el fin de su presencia en la política de primera línea? Se ha visto que está volviendo a sus consultas psiquiátricas.

Uno tiene que cerrar etapas. Efectivamente quería ganar, pero no lo logré. Ahora, no le cierro la puerta definitivamente a la política, pero no es lo que estoy buscando hoy.

Y, en ese sentido, ¿ más adelante podría volver a postular a un cargo de elección popular?

No, no es lo que estoy buscando. Cada día tiene su afán.

¿Descarta también volver a postular a la presidencia de la UDI?

No, por ningún motivo volvería.

¿No es sintomático que varias figuras de la centroderecha de los últimos años, por ejemplo Andrés Chadwick, Andrés Allamand, Patricio Melero, salgan de la primera línea política?

Soy harto menor que ellos y he puesto empeño para que se note (se ríe).

No estoy hablando de edad, sino de políticos que han ido saliendo de la primera línea...

En mi caso particular, creo que me hace bien poder tomar un poco de aire. No sé si de manera definitiva o no.

¿No cree que hay una generación que quedó, de alguna forma, superada por los hechos de las derrotas electorales o la necesidad de nuevos liderazgos que se ha ido instalando en el sector?

Al final lo que pasa es que de repente se generan falsos consensos. Creo que lo que se necesita no sé si son nuevos o no nuevos liderazgos, lo que se necesitan son liderazgos empáticos, porque hoy día nosotros vemos en la Constituyente nuevos liderazgos y no sé si sean tan buenos.

¿A quién se refiere en particular?

No, en general. Cuando uno ve los personajes, hay gente que es muy buena, pero no necesariamente es nueva. Yo tengo una gran admiración por Marcela Cubillos, creo que es una mujer inteligente y no es un liderazgo nuevo.

Entonces, ¿no comparte ese diagnóstico que la falta de nuevos liderazgos influyó en la derrota oficialista?

No, yo creo que lo nuevo no necesariamente es bueno y lo viejo tampoco. Creo que ahí hay de todo.

¿Qué sensación le deja el gobierno que ya termina y el estado de la coalición?

El gobierno hizo cosas muy buenas. En todo lo que es el manejo de la pandemia, Chile ha sido tremendamente eficiente y el manejo de la pandemia ha sido más de la mitad del gobierno. No se puede sacar eso de la ecuación cuando uno tiene que evaluar. Sin embargo, también pienso que en algunos momentos se olvidó de hablar de su sector un poco. Es cierto que es el gobierno de todos los chilenos, pero es un gobierno de centroderecha, que lo eligieron para gobernar a todos los chilenos y de alguna manera temo que ahí vimos ciertas falencias.

En ese olvido que usted plantea, ¿cree que el Presidente Piñera de alguna forma perjudicó el proyecto político de la derecha?

Es que es refácil ser general después de la batalla. Creo que al Presidente Piñera le tocó súper difícil. Es decir, creo que nadie se esperaba lo que pasó en el estallido social y eso fue al segundo año de gobierno. No terminamos eso y partió la pandemia, con un ambiente extremadamente convulsionado. Sí me hubiese gustado ver mayor apoyo institucional a Carabineros. Creo que hubo actitudes del gobierno, no necesariamente del Presidente, sino del gobierno en general, donde faltó respaldo a la institucionalidad, que se ha pagado caro, sobre todo en lo que a temas de seguridad ciudadana se refiere.

La alcaldesa Daniela Peñaloza dijo que el proyecto del sector está muerto, ¿comparte eso?

No sé a lo que se refería para ser sincera. Creo que hoy día el proyecto político sigue vigente, a lo mejor los partidos políticos están venidos a menos, pero creo que los proyectos políticos se basan en principios que son la libertad, el progreso, el orden, el respeto, eso yo creo que está más vigente que nunca y yo estoy convencida de que esos valores sacan adelante a los países.

Pero les fue mal en las elecciones. ¿Cómo cree que se reinventa el sector?

Hay que replantearse cómo plantearse ante la ciudadanía, estoy convencida de que nuestras ideas son las que sacan adelante a los países y uno debiera preguntarse por qué no hemos logrado sintonizar con las personas. Creo que, entre otras razones, por culpa de nuestro mismo sector, probablemente porque se han cometido errores.

¿Dónde está el error?

El error estuvo en que efectivamente hubo cosas que no debieron haber pasado, que se debieron haber corregido y defender justamente nuestras ideas, porque creemos en la competencia, en el emprendimiento, en la libertad, deberíamos haber sido los que llevábamos las banderas de eso. Deberíamos haber sido los primeros en tratar de corregir las inequidades que genera el sistema.

Respecto de las alianzas, ¿Chile Vamos debería mirar más a la DC?

Sin duda lo que pase en la Constituyente es algo que va a generar un escenario que va a empujar las alianzas de alguna manera, que no necesariamente van a ser alianzas políticas, van a ser alianzas coyunturales. Creo que si se sigue avanzando como se está avanzando, sin duda que hay muchísima gente que es de centro, que eventualmente ha votado por la centroizquierda, que puede estar disponible para hacer un conglomerado que esté más bien hacia la centroderecha.

¿Cuánto tiempo le va a tomar a la derecha recuperarse?

La izquierda dura está ayudando harto.

¿Lo dice por la Convención?

Sí.

A usted le tocó ser presidenta de la UDI por gran parte de esta administración. ¿Hace alguna autocrítica respecto del rol que tuvo?

No fueron tiempos fáciles (...). Hago la autocrítica en no haber sido más explícita cuando firmamos el acuerdo por la nueva Constitución, en lo que nosotros exigíamos.

Dada la situación en que se encuentra hoy la derecha, donde algunos se han declarado en reflexión o dicen que no son escuchados en la Convención. ¿No se arrepiente de haber firmado el acuerdo?

Yo no me arrepiento. Nosotros estábamos de acuerdo en que era necesario, porque si no nos hubiéramos llevado el estallido social. La nueva Constitución fue una salida política con la cual se presionó para poder generar un espacio para poder avanzar en la construcción del diálogo. Y eso la verdad es que era absolutamente necesario.

¿Y cómo ve el trabajo que está teniendo la Convención Constitucional y el rol de Chile Vamos?

Creo que quienes están más vinculados a la política, que leemos las noticias políticas, sabemos más. Pero la mayoría de la gente no tiene idea de lo que se está legislando y no dimensionan las consecuencias en la vida cotidiana que eso pudiese tener.

¿Usted espera que el sector vote por el rechazo? ¿No es anticipado?

Yo espero del sector y el llamado que hago a Chile Vamos es que más que por el rechazo se movilice a contarles a las personas lo que se está aprobando. Si la gente no sabe, y quedan cinco meses, que haya una movilización, ni siquiera que pidan que voten de tal o tal manera, sino que muestren lo que se ha aprobado y que la gente saque sus conclusiones.

¿Pero busca que inicien un despliegue para informar lo que no les gusta lo que se está aprobando?

Para que la gente sepa y pueda votar informada.

El presidente UDI Javier Macaya dijo que trabajar solo por el rechazo de una nueva Constitución sería un fracaso. ¿Comparte eso?

Comparto con Javier que el negacionismo puro no moviliza, pero la inacción tampoco moviliza. Chile Vamos está paralizado, no veo que estén convocando para impulsar en la Convención un texto alternativo, para poder generar cosas que hagan sentido a la gente, nadie está diciendo que no haya cambios, pero que sean cambios razonables, si mucha gente que votó apruebo hoy día mira con pena lo que está pasando, porque ve que se está desperdiciando una oportunidad de poder sacar lo que eventualmente era necesario.

¿A qué responde esa parálisis?

No lo sé.

Usted habla de propuestas alternativas, ¿el camino es que el nuevo Congreso impulse las reformas?

No, no lo sé, no voy a estar. Pero hay que hacer que la gente sepa lo que se está aprobando.

¿Usted, entonces, así como está ahora, aunque falta mucho todavía, estaría por rechazar?

Creo que todo lo que se ha aprobado hasta el minuto atenta contra la clase media, contra la posibilidad de que las familias puedan salir adelante. Si la elección fuera hoy día yo rechazaría de todas maneras. Hasta el minuto, todo lo que uno ve no es un buen camino. Hay falta de diálogo donde no les dan ni la palabra a los constituyentes de Chile Vamos, que erróneamente desde mi perspectiva de repente deciden declararse en reflexión, porque si los eligieron tienen que estar allí, porque la palabra si no te la dan te la tomas. Pero objetivamente es un ambiente hostil, es difícil llegar a acuerdos.

¿Más que reflexión algunos deberían ser más proactivos?

Me encantaría ver a todos los constituyentes de Chile Vamos desplegados por el país contándole a todo el mundo, partiendo por nuestros líderes regionales, políticos y comunales, qué es lo que se ha aprobado en cada una de las comisiones, porque a mí me llegan a través de los chats, pero son puros chats políticos.

En ese sentido, ¿cómo evalúa el liderazgo del presidente del partido, Javier Macaya?

Creo que como todas las cosas hay cosas buenas y malas. No las voy a decir por el diario. Pero la UDI tiene que ser clara en sus planteamientos. Tienen que ser claros, que efectivamente como dice Macaya, el negacionismo puro no sirve, pero yo creo que toda la gente que vota por la UDI espera ciertas certezas.

¿La presidencia tiene que ser más dura?

No, no sé si más dura, la palabra no es dura, es clara.

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